José de Jesús Negrete Molina conocido como Jesús Negrete Medina "El tigre de Santa Julia" nace en Cuerámaro, Gto., el 11 de agosto de 1873 y muere fusilado en la Cárcel de Belén en Ciudad de México el 22 de diciembre de 1910; soldado; famoso bandolero del Barrio de Santa Julia en Ciudad de México; uno de los más famosos salteadores de caminos, considerado como un émulo de Jesús Arriaga "Chucho el Roto"; fue el último criminal célebre ejecutado durante la Pax Porfiriana.
Su nacimiento ocasionó la muerte de su madre, lo que originó el odio irracional de su padre que veía en el pequeño al responsable de la muerte de mujer, por lo que no perdería oportunidad para molerlo a golpes. Los maltratos que recibía de su padre y el rudo trabajo del campo terminaron por hartarlo y siendo un adolescente se trasladó al Distrito Federal, donde durante varios años y por distintos rumbos se dedicó a diferentes actividades.
Se dice que en 1890 y con 17 años, trabajó en la construcción de la base del monumento al Ángel de la Independencia. El sueldo de alarife y lo rudo del trabajo tampoco le satisficieron.
En 1895 y con 22 años, se enroló en el ejército, en el Tercer Batallón de Artillería como soldado raso. En tan sólo año y medio, alcanzó el rango de sargento segundo. De nuevo la paga no le pareció suficiente y solicitó su baja.
Se fue a vivir al antiguo barrio de Santa Julia, cuyo nombre obedece a que la exhacienda propiedad de Julia Gómez.
Con la preparación y el adiestramiento recibido en el ejército, decidió no trabajar y formar una banda de salteadores de caminos, con sus amigos Tranquilino Peña, Fortino Mora, Gregorio Mariscal y Pedro Mora. Abarcando a las colonias Tlaxpana y Anáhuac.
Su primer atraco fue a la Hacienda de Aragón.
Realizó infinidad de asaltos, sobre todo a rancherías, terratenientes, ganaderos, aristócratas porfirianos y caciques.
A principios de 1905 por el rumbo de la Villa de Guadalupe, junto con sus compinches asaltaron una gendarmería donde se apoderaron de armas y municiones que utilizarían en sus futuros robos; se hizo de una hermosa pistola de la que ya no se separaría nunca, una colt calibre 44 con cachas de nácar.
El diario el imparcial lo bautizó con el sobrenombre de "El tigre de Santa Julia", otros dicen que en un enfrentamiento a balazos con la gendarmería que estuvo a punto de atraparlo, pero Jesús abatió a dos de los policías y a partir de entonces la gente le impuso su famoso apodo.
Durante los meses siguientes continuaron los asaltos por ese rumbo, hasta que la banda fue aprehendida y sus miembros llevados a la cárcel de Belem, pero a los pocos días se fugaron.
Sus hombres, que se quedaron por el rumbo, fueron recapturados en cuestión de horas.
Decidió irse por rumbo a Tacubaya, al Barrio de Puerto Pinto, donde vivía una de sus su novias, Guadalupe Guerrero.
Buscó nuevos integrantes para su banda.
Tenía la precaución de no pasar más de una noche en sus escondites, así que la policía no tenía pista alguna para seguirlo.
El coronel Félix Díaz, que era el inspector general recibió órdenes de su tío, el general y presidente de México, Porfirio Díaz, de capturar de inmediato al temible salteador y asesino, para evitar que siguiera tomando fuerza entre la gente y pudiera llegar a convertirse en una especie de líder social capaz de organizar una revuelta.
El coronel Félix Díaz comisionó a uno de sus mejores hombres, al capitán Francisco Chávez, quien quedó al frente de las acciones para capturar al temible salteador. Al hacer sus investigaciones, Francisco Chávez se enteró de los amoríos de José de Jesús con Guadalupe Guerrero, y entonces se vistió de civil e hizo correr el rumor de que él y Guadalupe eran amantes, con la intención de despertar los celos del bandido.
José de Jesús comenzó a visitar con mayor frecuencia a su novia Guadalupe Guerrero, quería comprobar si era cierto y de ser así, acabar con quienes lo engañaban.
José de Jesús era desconfiado, precavido e inclusive taimado y mientras los gendarmes estuvieron vigilando la casa de Guadalupe Guerrero, no se acercó para nada por lo que el capitán Francisco Chávez decidió que fuera retirada la vigilancia.
El 28 de mayo de 1906 el capitán Francisco Chávez recibió el pitazo de que José de Jesús se encontraba en la casa de su amante Guadalupe Guerrero. Se trataba de una fiesta en la que lo festejaban y agradecían la ayuda que daba a los lugareños. El comelitón era en grande y opíparo: carnitas, guajolote en mole, gordas y toda clase de fritangas, acompañadas de cerveza y barriles y barriles de pulque, blanco y curado, de jitomate, piñón y apio, que era el que más le gustaba a José de Jesús.
De improviso José de Jesús se vio obligado a levantarse de la mesa para casi echarse a correr a la parte trasera del caserón. Cruzó una pequeña milpa y se fue hasta atrás de una nopalera. De manera simultánea, el capitán Chávez junto con 12 de sus gendarmes, así como los oficiales Ladislao Barajas y Manuel Mayen llegaron a la finca y comenzaron la búsqueda del famoso bandido.
El oficial Ladislao Barajas se dirigió hacia la milpa y al llegar a la nopalera, descubrió a José de Jesús, en cuclillas. Estaba defecando, para lo cual se había despojado de su pistola, la colt calibre 44, una canana con 100 cartuchos y una enorme daga, de los que no pudo echar mano para defenderse y evitar su captura, por la difícil postura en que se encontraba.
En medio de sus captores, fue conducido primero a la Comisaría y después a la Cárcel de Belén.
Durante tres años, la defensa de su abogado Justo San Pedro, evitó que fuera ejecutado, ya que se había solicitado la pena de muerte en cinco ocasiones.
El famoso grabador, escritor y caricaturista José Guadalupe Posada lo inmortalizó en uno de sus grabados "El Sensacionalísimo Jurado del Tigre de Santa Julia".
En 1909 aparece publicado un corrido por la imprenta de Antonio Vanegas Arroyo.
El gobernador del DF, Guillermo de Landa y Escandón manda preguntar al El Tigre de Santa Julia, cual seria su ultima gracia, a lo que este respondió que un traje de charro negro galoneado para el día que lo ajusticiasen.
Sus últimas palabras fueron: "Adiós a todos".
Fue sepultado en el Panteón de Dolores.
El 28 de marzo de 1931 sus restos mortales fueron exhumados y su cráneo fue a dar a la bodega del Cementerio de Dolores, donde por años estuvo en una caja de zapatos. Fue encontrado por el famoso criminólogo Alfonso Quiroz Cuarón, quien tras estudiarlo, decidió que serviría para la decoración de su oficina.
Su cráneo está depositado en una pequeña caja de cristal que se exhibe en el Centro Cultural Isidro Fabela, en el Barrio de San Ángel, en la Delegación Álvaro Obregón.
En 1973 su historia es llevada al cine en la película "El tigre de Santa Julia", dirigida por Arturo Martínez y protagonizada por Juan Gallardo.
En 2002 se filma una nueva versión de la película "El tigre de Santa Julia", dirigida por Alejandro Gamboa y protagonizada por Miguel Rodarte.
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