Juana I de Navarra (1273-1305)

Juana I de Navarra nace en Bar-sur-Seine, Francia el 14 de enero de 1273 y muere en Vincennes, Francia el 4 de abril de 1305; princesa; reina de Navarra; condesa de Champaña y de Brie (1274-1305); reina consorte de Francia (1285-1305); es la última reina de la casa de Champaña.

Hija de Enrique I y de Blanca de Artois.  Abuela de la reina Juana II de Navarra.   

Pocos meses después de su nacimiento se negoció su matrimonio con el principe de Gales, Enrique (hijo del rey Eduardo I de Inglaterra), por el Convenio de Bonlieu.  Una vez convertida en heredera, esta opción fue olvidada y fueron los reyes de los reinos vecinos (Aragón, Castilla y Francia) los que pugnarían por conseguir su mano.  

Jaime I de Aragón propuso a su nieto primogénito, el príncipe Alfonso (futuro rey Alfonso III de Aragón) y Alfonso X de Castilla "el sabio ofreció la mano de uno de sus numerosos nietos.  

Sucede a su padre con tan solo 3 años.   Comenzó a reinar bajo la tutela de su madre, que reunió Cortes generales el 27 de agosto de 1274 para nombrar gobernador general del reino:  fue designado Pedro Sánchez de Monteagudo, señor de Cascante.   

En 1275 su madre Blanca de Artois entregó el gobierno efectivo de Navarra a su primo el rey de Francia, Felipe III "el Atrevido", cuyo interés era incorporar a la corona de Francia el condado de Champaña y el propio reino de Navarra.  

En mayo de 1275 en Orleans, se acordó el matrimonio de Juana con el primogénito y heredero de la corona, el delfín Felipe de Francia.  El parentesco que unía a los contrayentes exigía la dispensa papal.  

El Papa Gregorio X, tratando de evitar el incremento del poderío francés, señaló como futuro esposo al principe Felipe, (segundo hijo del rey Felipe III de España).   Semejantes cautelas fueron estériles, pues la muerte del príncipe heredero llevaría a los futuros cónyuges a ceñir ambas coronas, la de Francia y la de Navarra.  

El acuerdo matrimonial, sin perjuicio de los derechos de Blanca de Artois, otorgaba la custodia de la heredera de Navarra a Felipe III y, en consecuencia, a él competía la protección del reino (1275-1284).   

El 14 de agosto de 1284 en Notre Dame en París, contrajo matrimonio con el principe Felipe (futuro rey Felipe IV "el Hermoso" de Francia, también conocido como "El Rey de Hierro" o "El Rey de Mármol"), ella tenía 11 años y él 16.  Tuvieron siete hijos (Luis X "el obstinado", Margarita, Blanca, Felipe V "el largo", Isabel, Carlos IV "el hermoso" y Roberto).    

Celebrados los desposorios, Felipe III comenzó a regir Navarra como tutor de los jóvenes prometidos, enviando como gobernador a Eustaquio de Beaumarchais.  

En 1285 falleció su suegro, el rey Felipe III de Francia y el delfín Felipe subió al trono como Felipe IV.  Defendía un estado centralizado y omnipotente, y la necesidad de dinero para mantener este tipo de gobierno influyó en la política que se aplicó en Francia y en Navarra.

En 1285 Felipe y Juana fueron reconocidos como reyes de Francia.   

El 4 de octubre de 1289 nace su hijo Luis el Obstinado (futuro rey Luis X de Francia).  

En 1290 nace su hija Margarita, quien fue comprometida con el rey Fernando IV de Castilla pero su muerte prematura en 1294 frustró el matrimonio.  

En 1291 en Longchamp, París, nació su hijo Felipe el Largo (futuro rey Felipe V de Francia).  

En 1292 nació su hija Isabel conocida como "La Loba de Francia".  

En 1293 nació su hija Blanca, quien falleció en 1294.  

El 11 de diciembre de 1294 en el Castillo de Creil en Oise, nació su hijo Carlos (futuro rey Carlos IV y I de Navarra "el hermoso), decimoquinto y último de la Dinastía de los Capetos directos.  

En 1297 nació su hijo Roberto.  

En 1301 el rey Felipe IV detuvo al obispo de Pamiers, y el Papa Bonifacio VIII acuso al rey de violar las prerrogativas de la iglesia; se disponía a excomulgarlo, cuando fue detenido por los hombres de este.  

El 11 de octubre de 1303 en Roma, Estados Pontificios, el Papa Bonifacio falleció al mes de este suceso, después de ser liberado por la población de la ciudad.  Sus sucesores, Benedicto XI y sobre todo Clemente V (elegido por intervención del Felipe IV), hicieron marcha atrás.  Clemente V nombró cardenales franceses, derogó todas las decisiones de Bonifacio VIII contra Felipe IV y se instaló en Aviñón.  El estado francés había vencido a Roma.

En 1304 fundó el Colegio de Navarra, que acogería a “becarios” de Champaña y de otras regiones de Francia.  

Expresó su deseo de ser enterrada en la iglesia parisina de los franciscanos, en el Convento de los Cordeleros (Rue de l’École-de-Médicine).   Algunas reinas de Francia se inclinaron por la práctica del “doble enterramiento”:  Clemencia de Hungría, Juana I de Navarra o Ana de Bretaña mandaron enterrar su corazón en centros religiosos especialmente queridos para ellas, al margen del lugar en el que descansaran sus cuerpos mortales.

Felipe renunció a casarse de nuevo.  Pidió entrar en la Orden del Temple.  Su petición no fue aceptada.  Felipe IV decidió acusarlos de herejes para destruirlos.  La negativa del Temple supuso su fin.

Los navarros decidieron nombrar rey al hijo de esta el delfín, en vez de seguir gobernados por Felipe IV el Hermoso, que siguió reinando en Francia algunos años.  

En 1305 Luis I el Hutin (testarudo) sucedió a Juana I en el trono de Navarra.  

En 1307 Luis I juró los fueros.

El rey Felipe IV quiso trasladar sus restos mortales a Saint-Denis y dotarle de un monumento funerario digno de una esposa dos veces Reina, pero las grandes preocupaciones de su ajetreada política le impidieron cumplir sus deseos.