Cunegunda de Polonia (Kinga) nace en 1224 y muere en el Monasterio de las Clarisas en Stary Sacz, Polonia el 24 de julio de 1292; princesa de Hungría; gran duquesa consorte de Polonia, reina consorte de Polonia; de acuerdo con su esposo el rey Badislao, conservó su virginidad; a ella se debe también el prodigioso descubrimiento de sal gema en Bochnia; el 11 de junio de 1690 el Papa Alejandro VIII aprobó su culto; el 16 de junio de 1999 es canonizada por el Papa Juan Pablo II; su festividad se celebra el 24 de julio.
Hija de Béla IV de Hungría y de María Laskarina. Hermana de las princesas santa Margarita de Hungría y de la beata Yolanda de Polonia. Sobrina de la princesa santa Isabel de Hungría. Otros de sus parientes santos son: San Esteban, Santa Ladislaa, Santa Isabel de Turingia, Santa Eduvigis de Silesia, Santa Inés de Praga.
En 1239 y con 15 años, contrajo matrimonio con el con el príncipe Boleslao de Cracovia (futuro rey Boleslao V de Polonia "el Casto" o "el Púdico").
Con su esposo promovió la canonización de San Estanislao, Obispo de Cracovia, asesinado en 1079, lo cual obtuvo en 1253.
Se dedicó a cuidar de los pobres, indigentes y enfermos, incluso visitando a los leprosos.
El 3 de mayo de 1270 en la Isla Margarita, Budapest, Hungría, falleció su padre Bela IV de Hungría.
El 24 de junio de 1270 en Buda, falleció su madre María Laskarina.
El 7 de diciembre de 1279 falleció su esposo Boleslao V el Casto, duque de Cracovia y de Sandomierz.
A la muerte de su esposo, se retiró a un monasterio de las Clarisas en Stary Sacz, fundado por ella misma con parte de su dote y se convirtió e religiosa bajo la Regla de Santa Clara, llegando a ser su abadesa.
En 1287 Polonia fue invadida por los tártaros, Cunegunda y sus 70 cohermanas debieron abandonar el monasterio y refugiarse en el castillo de Pyiemin; los tártaros llegaron también al nuevo refugio y las hermanas, espantadas se arrojaron a los pies de su Madre y se repitió el milagro de Santa Clara de Asís.
El 24 de diciembre de 1287 el ejército mongol apareció cerca de Cracovia. Pero Dios le dio a Polonia el buen comandante, duque de Sieradz, Leszek el Negro, las oraciones de Santa Cunegunda y ayuda de los húngaros. La tercera invasión mongola fue rechazada.
También aquí los agresores fueron detenidos por una fuerza invisible y así, un tiempo más tarde pudieron las hermanas volver a su monasterio.
Según la leyenda, Cunegunda lanzó su anillo de compromiso a la mina de sal de Maramures en Hungría. El anillo viajó milagrosamente junto con depósitos de sal a Wieliczka en Polonia, donde fue redescubierto.
Capilla de Santa Cunegunda de Polonia, tallada en el interior de la mina de sal de Wieliczka.
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