lunes, 8 de abril de 2024

Fray Payo Enríquez de Ribera (1622-1684)

Payo Enríquez de Ribera nace en Sevilla, España en 1622 y muere en Ávila, España el 8 de abril de 1684; fraile dominico y diplomático; obispo de Guatemala (1657-1667); arzobispo de la Nueva España (1668-1681); 27º Virrey de la Nueva España (13 de diciembre de 1673-30 de noviembre de 1680); autor de algunas obras de índole eclesiástica.


Hijo natural del virrey de Cataluña Fernando Afán de Ribera y Enríquez y de Leonor Manrique.  

En 1628 ingresó en el Convento de San Felipe el Real de Madrid, de la orden de los agustinos.  

Estudió en la Universidad de Salamanca.  

Fue lector de filosofía y teología en Burgos, Valladolid y Alcalá de Henares.

En 1657 el rey Felipe IV de España lo designó obispo de Guatemala.  


En 1660 introdujo la imprenta a Guatemala.  ​

En 1668 fue designado obispo de Michoacán, puesto que no llegó a ocupar dado que hallándose de camino fue llamado a tomar el arzobispado de México.

Sor Juana Inés de la Cruz contó con la protección y admiración de fray Payo Enríquez de Ribera.

En 1673 la regente Mariana de Austria le nombró sucesor del virrey Pedro Nuño Colón de Portugal y Castro, gravemente enfermo.

El 13 de diciembre de 1673 en Ciudad de México, a los 55 años de edad, falleció el virrey Pedro Nuño Colón de Portugal y Castro.

Fray Payo Enríquez de Ribera se convierte en el 27º Virrey de la Nueva España, debido a la inesperada muerte del virrey Pedro Nuño Colón de Portugal, que solo ejerció el poder por cinco días.


Durante su virreinato impulsó las obras públicas, especialmente caminos y saneamientos, hizo frente a los ataques de corsarios ingleses que atacaron la costa oriental mexicana, reforzando las fortificaciones, y pacificó los alzamientos de los indios pueblo.  

Bajo su mandato se dio un impulso a las obras de drenaje de la ciudad y el Valle. 

El 26 de octubre 1679 por decreto del virrey Enríquez  de Rivera, se le confiere a Guanajuato el título y privilegio de Villa de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato.

Por la doble responsabilidad del arzobispado y el virreinato, presentó la renuncia a ambos cargos.  

El 30 de noviembre de 1680 fue reemplazado como virrey por Tomás de la Cerda y Aragón y en el arzobispado por Juan de Ortega Cano Montáñez y Patiño.

A su regreso a España rechazó el Obispado de Cuenca y la presidencia del Consejo de Indias.  

Se retiró al Monasterio de Nuestra Señora del Risco en Ávila.







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