martes, 23 de abril de 2024

Juana de Valois (1464-1505)

Juana de Valois nace en Nogent-le-Roi, Francia el 23 de abril de 1464 y muere en Bourges, Francia el 4 de febrero de 1505; princesa capetia; reina de Francia; duquesa de Berry; monja Clarisa; al ser declarado nulo su matrimonio con Luis XII se dedicó a servir a Dios, cultivando una especial piedad hacia la Santa Cruz; en 1742 es beatificada por el Papa Benedicto XIV; el 28 de mayo de 1950 es canonizada por el Papa Pío XII; su fiesta se celebra el 4 de febrero.


Hija del rey Luis XI de Francia y de Charlotte de Saboya.  Hermana de Ana de Valois (futura duquesa consorte de Borbón) y de Carlos de Valois (futuro rey Carlos VIII de Francia).  

Se dice que nació con deformación; se le diagnosticó raquitismo y escoliosis, deformación de la columna vertebral.  

Aún en la cuna, fue prometida en matrimonio con su primo Luis de Valois (futuro rey Luis XII de Francia).  

Su padre Luís XI de Francia se sintió defraudado por no haber tenido un heredero varón.  Su madre Carlota de Saboya la mantuvo a su lado en el Castillo de Amboise, la trató con cariño y le proporcionó una profunda instrucción en la fe. 

Luis XI separó a su hija Juana de Carlota para siempre, enviándola a la fortaleza de Linieres donde crecería al amparo de los dueños de la misma, contando con las atenciones que en su hogar no le dispensaron.  Quienes se ocuparon de su formación espiritual. 

Fue una joven culta y muy espiritual.

El 19 de mayo de 1476 en Blois se firmó el contrato matrimonial.

El 8 de septiembre de 1476 en el Castillo de Montrichard, en una ceremonia privada.contrajo matrimonio con el duque de Orleáns, Luis de Valois (futuro rey Luis XII de Francia).  

Cuando su padre Luís XI enfermó, pidió la presencia de san Francisco de Paula.  Falleció arrepentido y dejó para su hija el único signo de ternura y comprensión que se conoce: la dirección espiritual a cargo de aquél.  

El 30 de agosto de 1483 (en Plessis-les-Tours, Turena, falleció su padre Luis XI.  Fue enterrado en la Basílica de Notre-Dame en Cléry-Saint-André, cerca de Orléans.


Como Carlos VIII aún era menor de edad y, de acuerdo con los deseos de su Luis XI, fue puesto bajo la tutela de su hermana mayor, Ana de Francia conocida como Ana de Beaujeu.


Francisco de Paula recibió el apoyo y gratitud de Carlos VIII, hijo y sucesor del rey fallecido, y permaneció en la corte.

Carlos VIII como prueba de gratitud por el bien que San Francisco de Paula hiciera a su padre, se volvió amigo de Francisco y le donó varios monasterios para los Mínimos.

El 1 de diciembre de 1483 en Amboise, Reino de Francia, falleció su madre Carlota de Saboya, unos meses después que Luis XI.  Fue enterrada en la Basílica de Notre-Dame de Cléry.


Su esposo Luis de Valois por una desavenencia se levantó en armas contra  Carlos VIII.   Al ser derrotado, fue detenido y condenado a muerte. 

Juana intercedió por su esposo Luis de Valois ante su hermano Carlos VIII, cuando fue encarcelado y condenado a muerte. 

El 7 de abril de 1498 su hermano Carlos VIII falleció a causa de una apoplejía sufrida durante un partido de pelota por un golpe en la cabeza contra el dintel de una puerta. Sin herederos, el trono pasa, por la ley sálica que regía en Francia, a su esposo Luis de Valois, que se convierte en Luis XII.  


Luís XII decidido a contraer nuevas nupcias con Ana de Bretaña.

El 19 de agosto de 1498 en Étampes, Ana de Bretaña accedió a casarse con Luis XII  si obtuviera la anulación de Juana de Valois en un año. 

Su esposo la repudió alegando que nunca se consumó el matrimonio y que ella no es capaz de darle un heredero a la corona.   En 1498 tras 22 años de calvario y sin haber tenido descendencia, su matrimonio fue declarado nulo.  

El 8 de enero de 1499 Luis XII se casa con Ana de Bretaña, viuda de Carlos VIII.  

Su padre Luis XI le había dado entre otras posesiones el Ducado de Berry, en donde ella escogió la ciudad de Bourges para fijar su residencia.  Sus habitantes la recibieron como un verdadero regalo del Cielo.  Se retiró al ducado de Berry, que gobernó con sabiduría y caridad.

En 1501 el Papa Alejandro VI dio su aprobación para fundar la Orden de la Santísima Anunciación de la Santa Virgen María con la ayuda de su confesor, el franciscano Gabriel Mary.   

El 8 de octubre de 1502 cinco jóvenes virtuosas toman el hábito de la Orden de la Anunciación, que se extendió por Francia y después por el mundo.

Renunció a todos sus bienes, de los cuales no se proveía sino con la aprobación del Superior de la Orden, viviendo así en la más perfecta pobreza, obediencia y castidad.

En 1504 Juana de Valois hizo sus votos.

En 1505 funda la Orden de la Santísima Anunciación de la Santa Virgen María, que desde el principio estuvo bajo el régimen de los franciscanos y participó de los privilegios de las clarisas.

Se dedicó a servir a Dios, cultivando una especial piedad hacia la Santa Cruz.

Se cuenta que cierto día, durante la Santa Misa, Juana vio en un éxtasis a Nuestro Señor Jesucristo y a la Santísima Virgen. Le ofrecieron sus corazones en una bandeja, pidiéndole que ahí pusiese también el suyo. 

Tuvo por confesor a San Francisco de Paula.  


A Juana de Valois se le debe la Devoción a las 10 Virtudes Evangélicas de la Virgen María o De los diez placeres de la Virgen.

Cuando tenía 40 años, Juana de Valois, víctima de una incurable enfermedad, sintió que su vida terrena llegaba a su fin.  Se despidió de sus hijas espirituales, dándole a cada una un consejo en particular. 

Durante hora y media después de su muerte, todos podían ver una extraordinaria claridad en su cuarto, mientras otras personas notaron la presencia de una nube clara encima de la iglesia de las Hermanas Anunciadas.

Al mismo tiempo en que las solemnes campanas de la Catedral de Bourges anunciaban su tránsito para la eternidad, un siniestro cometa apareció sobre el palacio del rey Luis XII.

Luis XII se ocupó de que fuese enterrada con los altos honores que le correspondían por su rango. 

Para la celebración de su funeral se embalsamó su cuerpo, que estuvo expuesto dieciocho días.  También se le hizo una máscara mortuoria.  Se crearon dos efigies cuyos rostros habían sido moldeados a partir del vaciado facial. 

En 1561 56 años después de su muerte, al ser exhumado su cuerpo fue encontrado totalmente incorrupto.

En 1562 los herejes calvinistas declarando la guerra a todas las cosas santas y sagradas, no perdonaron las sagradas reliquias de los santos.  Quemaron el cuerpo de Juana de Valois y lanzaron sus cenizas al viento.

En 1742 fue beatificada por el Papa Benedicto XIV.  El 28 de mayo de 1950 fue canonizada por el Papa Pío XII.




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