domingo, 25 de mayo de 2025

Papa Gregorio VII (1020-1085)

Hildebrando Aldobrandeschi nace en Sovana, Sacro Imperio Romano en 1020 y muere en el exilio en Salerno el 25 de mayo de 1085; religioso; con el nombre de Gregorio VII es consagrado Papa Nº 157 de la Iglesia católica (22 de abril de 1073-25 de mayo de 1085); en 1075 publica el Dictatus Papae, veintisiete axiomas donde expresa sus ideas sobre cual ha de ser el papel del Pontífice en su relación con los poderes temporales, especialmente con el emperador del Sacro Imperio; en 1584 es beatificado por el Papa Gregorio XIII; en 1726 es canonizado por el Papa Benedicto XIII; su festividad es el 25 de mayo.


Fue confiado a su tío, abad del monasterio de Santa María en el Aventino, donde hizo los votos monásticos.

Se educó en Roma y perteneció al clero romano.  

En 1045 es nombrado secretario del Papa Gregorio VI, acompañándolo en su exilio a Colonia.  

En 1046 al morir el Papa Gregorio VI, Hildebrando ingresa como monje en el Monasterio de Cluny.  De donde pasó al monasterio de San Pablo en Roma, del que fue abad y al que reformó con éxito.  

El 9 de agosto de 1048 murió Poppone de' Curagnoni, es decir el Papa Damaso II.  La corta duración de su pontificado (23 días) hizo correr rumores de que había sido envenenado por un tal Gerardus Brazutus, compañero de viaje de Hildebrando (que 25 años más tarde se convertiría en el Papa Gregorio VII), que estaba con Dámaso.

En 1049 es requerido por el Papa León IX para actuar como legado pontificio, lo que le permitirá conocer los centros de poder de Europa.  

El Papa León IX lo nombró abad de San Pablo Extramuros.

En 1054 fue enviado a Francia como delegado papal para examinar la causa de Berengario. 

A finales de 1057 volvió una vez más a Alemania a reconciliar a la Emperatriz–regente Inés y su corte por la canónica elección del Papa Esteban X.   

En 1058 en Florencia, el moribundo Papa Estaban X había prohibido que eligieran a nadie para sucederle antes de la vuelta de Hildebrando, la facción tusculana aprovechó la oportunidad para colocar a un miembro de la familia de Crescencio, Juan Mincius, obispo de Valletri, bajo el título de Benedicto X.   

Hildebrando logró derrotar al partido hostil y aseguró la elección de Gerardo, obispo de Florencia, , que asumió el nombre de Nicolás II.

En 1059 el Papa Nicolás II lo nombra archidiácono y administrador efectivo de los bienes de la Iglesia, y se llegó a decir "que echaba de comer a su Nicolás como a un asno en el establo".  

El Papa Alejandro II le nombra Canciller de la Sede Apostólica.

El 21 de abril de 1073 en Roma, falleció al Papa Alejandro II.  Al día siguiente, mientras se celebraban en la Basílica Lateranense las exequias por el pontífice difunto, surgió de repente un enorme griterío de la multitud del pueblo y clero de Roma ¡Qué Hildebrando sea papa! ¡San Pedro ha elegido al archidiácono Hildebrando!  Toda oposición del archidiácono resultó inútil, sus protestas fueron vanas. 

El 22 de abril de 1073 con el nombre de Gregorio VII es aclamado Papa Nº 157 de la Iglesia católica, por aclamación popular, lo que supuso una transgresión de la legalidad establecida, en 1059, por el Concilio de Melfi que decretó que en la elección papal sólo podía intervenir el colegio cardenalicio, nunca el pueblo romano, pero obtuvo la consagración episcopal el 30 de junio de 1073.  

Colaboró en la reforma de la Iglesia en numerosas legaciones pontificias de su tiempo.  


Reivindicó con gran autoridad y fuerte ánimo la libertad de la Iglesia respecto del poder de los príncipes y defendió valientemente la santidad del sacerdocio.  

Su principal adversario fue el emperador Enrique IV, al que excomulgó.  

En 1075 publica el Dictatus Papae, veintisiete axiomas donde Gregorio expresa sus ideas sobre cual ha de ser el papel del Pontífice en su relación con los poderes temporales.  

En 1075 durante la querella de las investiduras era la provisión de beneficios (rentas) y títulos eclesiásticos, el cardenal Beno de Santi Martino e Silvestro, quien se opuso a Gregorio VII, lo acusó de nigromancia, crueldad, tiranía y blasfemia.  

En enero de 1076 en el Concilio de Worms (Alemania), se adoptó la determinación de deponer a Gregorio VII, y a esta decisión se unieron los obispos desimoníacos de la Italia Transpadana.

En respuesta, el Papa excomulgó a Enrique IV y liberó a sus súbditos de su lealtad. 

El 14 de febrero de 1076 tres semanas después de que el emperador Enrique IV del Sacro Imperio Romano Germánico, lo declarara depuesto en el Reichstag de Worms, el Papa Gregorio VII reaccionó, convocando al Sínodo de Cuaresma en Roma, en el cual decide deponerlo y excomulgarlo.

El 29 de enero de 1077 Humillación de Canossa o Penitencia de Canossa, el emperador Enrique IV del Sacro Imperio Romano Germánico, para obtener la liberación de su excomunión que le impuso el Papa Gregorio VII, se ve obligado a esperar de rodillas durante 3 días y 3 noches en el portal de entrada de la fortaleza de Matilde, mientras azota una tormenta de nieve, vestido como un monje, con una túnica de lana y descalzo para lograr le perdonara su excomunión y relegitimarlo, bajo una serie de condiciones, que el emperador pronto volvió a violar.   


La mayoría de los obispos alemanes y del norte de Italia permanecieron leales a Enrique y eligieron a Wibert de Ravenna como el antipapa Clemente III. 

El 7 de marzo de 1080 el Papa Gregorio VII excomulga de nuevo al emperador Enrique IV del Sacro Imperio Romano Germánico, en la Querella de las Investiduras, después de haber levantado la prohibición tres años antes en Canossa.  A su vez, declaró al antirey Rudolf von Rheinfelden como legítimo rey alemán.


En 1080 en un concilio celebrado en Brixen, Enrique IV proclama nuevo papa a Clemente III y marcha al frente de su ejército sobre Roma que le abre sus puertas en 1084.  Se celebra entonces un concilio en el que se decreta la deposición y excomunión de Gregorio VII y se confirma al antipapa Clemente III, quien procedió a coronar como emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico a Enrique IV y a su esposa Berta de Saboya.

Gregorio VII se refugió en el Castillo Sant'Angelo esperando la ayuda de sus aliados normandos capitaneados por Roberto Guiscardo, quienes obligan a Enrique IV a abandonar Roma, que es sometida a saqueo e incendiada por los ejércitos normandos.  Lo que desencadenó el levantamiento de los romanos contra Gregorio VII, que se vio obligado a retirarse a la ciudad de Salerno.

Antes de morir declaró:  "Porque amé la justicia y odié la iniquidad, muero en el destierro".   



En 1122 la disputa sobre las investiduras finalizó mediante el Concordato de Worms, que deslindó la investidura eclesiástica de la feudal.  

En 1584 fue beatificado por el Papa Gregorio XIII.

En 1726 fue canonizado por el Papa Benedicto XIII.







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