Francisca Sánchez del Pozo "la princesa Paca" (1879-1963)

Francisca Sánchez del Pozo "la princesa Paca" nace en Navalsauz, Avila, España el 4 de junio de 1879 y muere en Madrid, España el 6 de agosto de 1963; jardinera; pareja sentimental de Ruben Darío "el príncipe de las letras castellanas".

Hija natural de Celestino Sánchez y Juana del Pozo.  

En 1899 el escritor Ramón del Valle-Inclán paseaba por los jardines reales acompañado de Rubén Darío (enviado especial del diario argentino La Nación), cuando se toparon con Paca.  

Rubén Darío pidió su mano a sus padres en un momento que coincidía precisamente con las fiestas patronales de la localidad en honor a la Virgen del Rosario.   

Francisca Sánchez del Pozo y Ruben Dario.

De su relación con Ruben Darío, tiene cuatro hijos (Carmen, Rúben, Rúben II "Güicho" y Carmen Darío Sánchez).  

Francisca Sánchez del Pozo y su hijo.

Rubén Darío le enseñó a leer y escribir.  

El poeta mexicano Amado Nervo bautizaría a Francisca como "La princesa Paca".  

En 1906 Rubén Darío participó como secretario de la delegación nicaragüense, en la Tercera Conferencia Panamericana que se celebro en Río de Janeiro, y donde tuvo un romance con una aristócrata, tal vez la hija del embajador ruso en Brasil.  Parece ser que por entonces, Rubén Darío concibió la idea de divorciarse de Rosario Murillo, de quien llevaba años separado.  La familia de Rosario Murillo "la Garza Morena", obligó a Rubén Darío a contraer matrimonio con la joven; con quien tuvoa su hijo Darío Darío, muerto de tétanos al mes y medio de nacido; aunque le pidió al Papa León XIII la anulación de su matrimonio y trató de conseguir que el Parlamento de Nicaragua creará la Ley Darío del divorcio, no logro divorciarse de ella. 

Rubén Darío.

En 1910 Rubén Darío viajó a México como miembro de la delegación nicaragüense para conmemorar el Centenario de la Independencia de México, el gobierno nicaragüense cambió mientras se encontraba de viaje, y el presidente mexicano Porfirio Díaz se negó a recibirlo, pero Rubén Darío fue recibido triunfalmente por el pueblo mexicano, que se manifestó a favor del poeta y en contra de su gobierno.  Del Puerto de Veracruz, Rubén Darío zarpó hacia La Habana, donde bajo los efectos del alcohol, intentó suicidarse.

En noviembre de 1910 Rubén Darío regresó de nuevo a París, donde continuó siendo corresponsal del diario La Nación. 

En octubre de 1914 en el Barco Antonio López parte del Puerto de Barcelona con destino a Centroamérica su amado, Rubén Darío, para impartir conferencias de paz en tiempos de guerra; nunca más volvería a ver a su amado poeta ya que moriría en Nicaragua.  

El 6 de febrero de 1916 Rubén Darío falleció en León, Nicaragua.

El  13 de febrero de 1916 Rubén Darío fue sepultado en la Catedral de León al pie de la estatua de San Pablo cerca del presbiterio debajo de un león de concreto, arena y cal hecho por el escultor granadino Jorge Navas Cordonero. 

Rubén Darío y Paca vivieron juntos 17 años entre Madrid, París y Barcelona.   

Paca se aferra entonces a un baúl azul que había comprado cuando ambos vivieron juntos en París y en el que guardó durante 40 años el legado literario, las cartas y objetos personales del poeta nicaragüense.  

En 1921 en Navalsauz (Ávila), se casa con José de Viillacastín, con quien tiene dos hijos (un varón y Carmen de Viillacastín Sánchez).  

Junto con su esposo José de Viillacastín, viajó hasta Managua, Nicaragua para visitar la tumba de Rubén Darío y también fundó una editorial para reeditar su extensa obra literaria.  

José de Villacastín gastó su fortuna en rememorar y recuperar la obra dispersa del poeta.  

En 1956 en Navalsauz (Ávila), recibió la visita del poeta Antonio Oliver Belmás y de su esposa, la escritora Carmen Conde; quienes la convencieron para que donara todo el tesoro literario y personal de Rubén Darío al Estado, ella pidió a cambio un piso en Madrid y que se le pagara la carrera a su nieta Rosi (como cariñosamente la llamaba a su nieta).   

Antonio Oliver y Carmen Conde ante la tumba de Rubén Darío
en la Catedral de León (Nicaragua) el 5 de febrero de 1963.

Fue enterrada en el Cementerio de Carabanchel en Madrid.  

Su nieta Rosa Villacastín y Manuel Francisco Reina publicaron su historia "La princesa Paca".