martes, 18 de junio de 2019

Juan Martínez Montañés "el Dios de la madera" (1568-1649)

Juan Martínez González conocido como Juan Martínez Montañés "el Dios de la madera" o "Lisipo Andaluz" nace en Alcalá la Real, Jaén, España el 16 de marzo de 1568 y muere víctima de la epidemia de peste en Sevilla, España el 18 de junio de 1649; escultor e imaginero español del Renacimiento y del barroco; su obra es de tema religioso, menos dos estatuas orantes y el retrato del rey Felipe IV; es el máximo exponente de la escuela sevillana de imaginería.
Juan Martínez Montañés
"el Dios de la madera"

Hijo del bordador Juan Martínez "Montañés" y de Marta González.  

En 1579 se traslada junto con su familia a Granada.  

Contrajo matrimonio con Ana de Villegas, con quién tiene cinco hijos (la monja dominica Mariana, el monje franciscano Bernardino, el prebístero José, Rodrigo y Catalina Martínez de Villegas).  

En 1582 se va a Sevilla y donde se inscribió en la "Hermandad del Dulce Nombre".  
Juan Martinez Montañes - San Cristobal y el Niño

El 1 de diciembre de 1588 comparece ante un tribunal examinador, compuesto por Gaspar del Águila y Miguel de Adán, para acreditar su suficiencia en la escultura y el diseño de retablos, siendo declarado "hábil y suficiente para ejercer dichos oficios y abrir tienda pública".  
Juan Martinez Montañes - Cristo de la Clemencia.

En agosto de 1591 es encarcelado por sospecharse su implicación en el asesinato de Luis Sánchez, permaneciendo en la cárcel dos años, hasta que la viuda le perdonó previa entrega de cien ducados.  

En 1598 colabora con Miguel de Cervantes, cuando se realiza el túmulo de Felipe II, con motivo de la defunción del rey, se le encargaron diecinueve esculturas de gran medida y a Miguel Cervantes escribió un soneto titulado "Al túmulo del rey Felipe II".  

El 28 de abril de 1614 se casa con Catalina de Salcedo y Sandoval (hija del pintor Diego de Salcedo y nieta del escultor Miguel de Adán), con quién tiene siete hijos (Fernando, Mariana, Francisco, Ana Micaela, José Ignacio, Teresa y Hermenegildo Martínez de Salcedo).  
 Juan Martinez Montañes - Cristo del Auxilio 1603.

En 1620 realiza un Santo Niño Dios llamado el Santo Niño Cautivo que se encuentra en la Catedral Metropolitana.  

En diciembre de 1620 solicitó que se hiciera información para acreditar su limpieza de sangre.  

Realiza varios encargos para diversas ciudades del continente americano.  
Juan Martinez Montañes - Niño del Corpus
_Parroquia de Santiago Tejutla_

Durante su estancia en Madrid, es retratado por Diego Velázquez.   
Juan Martinez Montañes por Diego Velazquez.

En 1616 es retratado por Francisco Varela Martínez, en el que se le representa esculpiendo el San Jerónimo de Santiponce.  
Juan Martinez Montañes por Francisco Varela Martínez 1616.

En 1628 fue retratado por Francisco Pacheco para su obra Libro de descripción de verdaderos retratos.  

Es conocido como el "Lisipo andaluz", alias que le dio el poeta Gabriel de Bocángel y Unzueta al nombrarlo así en un soneto dedicado al escultor.  

Fue enterrado en la antigua parroquia de la Magdalena.





El Santo Niño Cautivo es una pequeña escultura tallada en madera policromada y encarnada atribuida al escultor sevillano Juan Martínez Montañés.  Fue adquirida por Francisco Sandoval de Zapata, quien se desempeñaba como funcionario de la Iglesia Católica.  

Francisco Sandoval fue requerido para administrar la riqueza de la Catedral de la Ciudad de México, era un cargo conocido como racionero.  En 1622 Francisco Sandoval de Zapata partió en su viaje a la Nueva España, cuando el navío atravesaba el Mar Mediterráneo fue atacado por un grupo de piratas berberiscos, quienes secuestraron a la tripulación y se los llevaron hasta Argel.  

Para liberar con vida a Francisco Sandoval de Zapata, los corsarios le pidieron un rescate de 2,000 pesos a la Iglesia Católica, lamentablemente la distancia intercontinental, las deficientes formas de comunicación de la época y la burocracia del clero, provocaron que el dinero se tardara siete años en llegar hasta sus plagiario.  Aunque para entonces el funcionario católico ya había muerto, los piratas cumplieron su palabra y enviaron a la Nueva España los huesos de Sandoval de Zapata y un baúl que en su interior traía a al niño de madera.  

Cuando llegaron a la Nueva España, los restos de Francisco Sandoval de Zapata fueron llevados al convento de San Agustin, perteneciente a la orden de los Agustinos Recoletos; la Iglesia de este recinto sufrió un incendio que la destruyó en diciembre de 1676, por lo que tuvo que ser reconstruida.  La pequeña escultura paso por muchos templos.  

Entre 1653 y 1660 los músicos de la Catedral Metropolitana de Ciudad de México lograron que se les construyera una capilla dentro de la catedral y en ella colocaron la imagen de Nuestra Señora de la Antigua y debajo de ella colocaron la escultura del niño al que bautizaron como el Santo Niño Cautivo y le colocaron unas esposas de plata en las manos.  

La imagen original de la Virgen de Nuestra Señora de la Antigua se encuentra en la Catedral de Sevilla, España; según la leyenda, cuando los Moros tomaron esa ciudad arrasaron con todos los objetos religiosos de la catedral, menos con la pintura estilo bizantina de la Señora de la Antigua, a la que no pudieron borrar por más que rasparon.   

El Santo Niño Cautivo es el patrón de aquellos que quieren reformarse por estar cautivos por el alcohol y los vicios.  A principios de 2000 se le comenzó a venerar como intercesor de la salud de los secuestrados, a efectos de que regresaran con bien a sus hogares.  Se celebra el 2 de febrero.


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