jueves, 7 de septiembre de 2023

Juana de Austria (1535-1573)

Juana de Austria o Juana de Habsburgo nace en Madrid el 24 de junio de 1535 y muere de un cáncer de útero en el Monasterio de El Escorial el 7 de septiembre de 1573; infanta de España y archiduquesa de Austria; reina regente de Portugal; regente de las Españas ante la ausencia de su padre Carlos V y de su hermano Felipe; es la única mujer jesuita que ha habido en la historia.

Hija de Carlos I y de Isabel de Portugal.  Sobrina del príncipe Fernando de Habsburgo (futuro rey de Hungría y Bohemia; Rey de Romano).  Hermana menor del rey Felipe II de España.  Nieta paterna del archiduque Felipe "el hermoso" y Juana I de Castilla.  Nieta materna del rey Manuel I de Portugal y María de Aragón.

Fue llamada Juana por la onomástica del día de su nacimiento y en honor a su abuela paterna, Juana de Castilla conocida como Juana la loca.

El 1 de mayo de 1539 en el Palacio de Fuensalida en Toledo, Castilla, falleció su madre, la emperatriz Isabel de Portugal.  Fue enterrada en la Cripta Real del Monasterio de El Escorial.


El 25 de diciembre de 1542 en Alcalá de Henares, el rey Carlos I de España anuncia los casamientos de su hijos Felipe de Austria con María Manuela y de Juana de Austria con Juan Manuel de Portugal.  

El 11 de enero de 1552 y con 16 años, en Toro, contrajo matrimonio por poderes con su primo hermano, el príncipe heredero de Portugal, Juan Manuel de Portugal (infante de Portugal y príncipe de Brasil), con quién tiene a su hijo Sebastián (futuro rey Sebastián I de Portugal).  

Cuando su esposo cayó enfermo por primera vez, Juana se ocupó día y noche de su cuidado, y ante la recomendación de los médicos de alejar a los dos enamorados, él respondió con un pasional:  "Prefiero morir antes de estar lejos de Juana".  Se le oculto la débil salud de su esposo, quién falleció de diabetes juvenil, antes de su parto, ya que Juana estaba embarazada del que iba a ser el futuro Rey de Portugal y se temía que la noticia afectara al bebé.  

El 2 de enero de 1554 falleció su esposo Juan Manuel de Portugal.  

Hasta el día 20 de enero de 1554 no se le dio la nueva después de un largo y doloroso parto, pues se temía que la noticia afectara al bebé.  

Enloquecida por la muerte de su esposo, intentó cortarse su magnífica cabellera dorada que tanto le gustaba a Juan Manuel, pero su suegro el rey Juan III de Portugal evitó que cometiera tal sacrilegio; lo que si decidió fue desprenderse de todas sus joyas y lujosos vestidos, para usar vestir solo de luto el resto de su vida.  


Su hermano el príncipe Felipe (futuro rey Felipe II de España) la llamó para que ocupara la regencia de los reinos españoles, aunque su padre el emperador Carlos V habría preferido que fuera su hermana María de Hungría quien gobernara.  


Dejaría a su hijo al cuidado de su suegra y tía Catalina de Austria.  Juana no volvería a casarse, ni tampoco regresaría a Portugal para ver a su hijo Sebastián, con el que mantuvo una amplia correspondencia

Fue regente de su hermano el príncipe Felipe, durante su viaje a Inglaterra para casarse con María I de 1554 a 1556 y de 1556 a 1559.

El 12 de julio de 1554 asumió la regencia, tras una visita a su abuela la reina Juana I de Castilla en Tordesillas.

En marzo de 1557 su padre Carlos V se enojo cuando supo que una partida de plata y oro procedente de las Indias había sido desvalijada al atracar en Sevilla, exigió a la gobernadora Juana que rastreara el destino del dinero y castigara a los culpables de la Casa de Contratación en una carta abarrotada de velados reproches contra su hija, incluso pensó en abandonar el Monasterio de Yuste, donde se había recluido.  

Tras su gobierno, sopesó tomar votos como franciscana, pero finalmente bajo el influjo de  Francisco de Borja, creció en ella la idea de entrar en la nueva orden de la Compañía de Jesús.  Francisco de Borja le comunicó a Ignacio de Loyola la resolución de la princesa Juana.  Esto les causó un enorme problema debido a la imposibilidad propósitos.  


El 3 de enero de 1555 y con 19 años, la infanta Juana recibió la autorización oficial de Ignacio de Loyola, quien consintió que profesara los votos de la Compañía de Jesús ante los ruegos de San Francisco de Borja, siendo aceptada como jesuita desde su casa y bajo el nombre (en las correspondencias) de Mateo Sánchez (luego Montoya).  A pesar de ser una orden en la que no tenían cabida las mujeres, luchó por unirse a la Compañía de Jesús, convirtiéndose en la única mujer jesuita de la historia.  

Por las repetidas relaciones enviadas a Roma sobre sus progresos, los jesuitas tomaron en serio la pertenencia de la infanta Juana a su Orden, aun siendo única en su género y mantenida en secreto.

En 1557 su hijo con el nombre de Sebastián I de Portugal, hereda el trono al morir su abuelo y queda bajo la regencia de su abuela Catalina de Austria.



En 1557 por recomendación de su confesor Francisco de Borja, Juana de Austria fundó el convento de Nuestra Señora de la Consolación para clarisas descalzas (Convento de las Descalzas Reales), desde donde dirige el imperio.  

El 21 de septiembre de 1558 en el Monasterio de San Jerónimo de Yuste, falleció su padre, el emperador Carlos V.  


En 1559 a la vuelta de su hermano el rey Felipe II, se retiró de la vida política para dedicarse aún más a la vida religiosa.  Juana de Austria dividió su vida en mitad religiosa y mitad en la Corte.

En 1566 su tía y suegra Catalina de Austria le regaló al perrito Asícomovos. 



En sus últimos días se lamentaba de haber dejado a su hijo Sebastián en Portugal cuando solo era un bebé para atender las órdenes de su hermano.  

En 1578 su hijo Sebastián I de Portugal murió en una incursión por el norte de África, a pesar de que su tío Felipe II de España y los principales consejeros del reino trataron de evitar este viaje; su temprana muerte, hizo que Felipe II se hiciera con el trono luso.

Entre 1576 y 1578 Pompeo Leoni realiza en mármol de carrara el Cenotafio de doña Juana de Austria.












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