miércoles, 10 de abril de 2019

Gabriela de Estrées (1570-1599)

Gabriela de Estrées nace en Montlouis-sur-Loire, Castillo de la Boudaisière en Indre y Loira o en el castillo de Coeuvres, Picardía, Francia entre 1570 y 1573 y muere en París, Francia entre la noche del 9 al 10 de abril de 1599; dama francesa; amante del rey Enrique IV de Francia; sus hijos darían origen a la Casa de Borbón-Vendôme.
Gabrielle d'Strees por Lavinia Fontana.

Hija de Antoine d'Estrées Ver y de Françoise Babou de La Bourdaisière.  Hermana de Julienne-Hypolite-Joséphine d'Estrées.  Prima de Claude de Beauvilliers (futura abadesa de Montmartre).

Se acusaba a su madre de haber iniciado a sus siete hijas en la lujuria y comercializar con ellas, quienes empezaron a ser conocidas como "los siete pecados capitales".  

Se decía que en el No. 67 Rue de Mont Cenis en Montmartre, se encontraba el redil de Gabrielle d 'Estrées.


A los 16 años, se enamoró perdidamente del conde de Bellegarde, Roger de Saint-Lary, Gran Escudero de Francia.  Su enamorado presentó a su bella prometida con Enrique de Borbón.   
Gabrielle d'Strees por William Powell Frith.


En 1589 después de que Yves d'Allègre obtuviese el puesto de gobernador de Issoire, Françoise abandonó a su marido y huyó con su amante a Auvernia; encomendando el cuidado de sus hijos a su hermana Isabel Babou (esposa de François d'Escoubleau de Sourdis y amiga íntima del canciller Philippe Hurault de Cheverny).   

En 1590 Enrique de Borbón (futuro rey Enrique IV de Francia) se enamoró de ella pero hasta su coronación, ella no le mostró gran amor aunque, se convirtió en su amante oficial, actuando como una verdadera reina en la corte.  

Enrique de Borbón la amaba y veneraba "por su belleza, su actitud discreta, su dulzura y su espíritu inteligente", tanto la adoraba, que la cubría de regalos, cartas románticas y poemas; la consentía en todo, al punto de prometerle la corona.  
Gabrielle d'Strees y Enrique de Borbón
por Vincent François André

Gabrielle aceptó ser la concubina, para estar más cerca de su verdadero amor, Roger de Saint-Lary.  

Enrique de Borbón nombró al padre de su amada, Antoine d’Estrées, como miembro de su consejo privado y así se aseguró de que la joven pasara a formar parte de la corte, agasajándola con fiestas y bailes en su honor.  

Enrique de Borbón sabía que cada vez que sus compromisos le alejaban de la corte, Gabrielle de Estrées corría a los brazos del joven y bello Bellegarde.  Un día abandonó a Bellegarde.  
Roger de Bellegarde.

Para mantenerla cerca suyo pero a la vez guardar las apariencias, en 1592 Enrique IV organizó el matrimonio de Gabrielle con el viejo noble Nicolas d’Amerval de Liancourt barón de Benais, quien aceptó con gusto el papel de "cornudo oficial" de la corte francesa pero bajo la condición de no tocar jamás a su esposa y, a cambio, recibiría una dote de 50,000 escudos y un importante puesto cortesano.  

El 9 de junio de 1592 el amante de su madre, Yves d'Allègre fue asesinado en su cama a manos de una turbamulta compuesta por ciudadanos enfurecidos.  Françoise había tratado inútilmente de protegerse en un hueco que había entre una cama y la pared, fue llevada a rastras a la habitación en la que había sido ultimado el gobernador y asesinada de una puñalada en el corazón.  Inmediatamente después, sus cadáveres fueron arrojados por una ventana y exhibidos desnudos en la plaza pública, tras lo cual fueron introducidos en barriles de vino y enterrados anónimamente en una bodega en el Castillo de Meilhaud.  Sus asesinos fueron capturados y ahorcados seis meses después.

Se convirtió en la Maîtresse en titre.  
Gabrielle d'Strees y Enrique IV
por Francois Richard.

Enrique IV fue famoso porque nunca no se bañaba y sus amantes caían ante sus pies a causa de su olor; la más famosa de esas mujeres fue Gabrielle d’Estrées, quien afirmaba que tenía suerte de ser rey, porque sin eso ella no lo hubiera podido aguantar a causa de que él "olía como la carroña". 
 
En 1593 antes de su conversión, Enrique IV evitó mostrarse con su amante y esta es la razón por la que la exilió fuera de París, en un Butte rural (N° 2 Rue Cortot) de Montmartre que podía ver desde las ventanas del Louvre.  Durante más de un año, Gabrielle permaneció en Montmartre antes de regresar a este París donde su amante Enrique IV la extrañaba.

Cuando llegó a París la noticia de que los españoles atacaban Amiens, Gabrielle puso a disposición de Enrique de Borbón todo su dinero y vendió todas sus joyas para poder contribuir a la campaña, ya que las arcas reales estaban en esos momentos vacías.  Recurrió a los nobles franceses para recaudar más fondos.  

Fue hasta el campo de batalla para cuidar a Enrique que había caído gravemente enfermo.  

En 1594 junto a su hermana fueron retratadas desnudas por un pintor anónimo; Gabriela estaba embarazada; al fondo, se ve a una mujer cosiendo probablemente el ajuar del bebé; las tres mujeres utilizan la mano izquierda para pellizcar, sujetar el anillo y coser.  

Con Enrique de Borbón tiene tres hijos (César de Borbón duque de Vendôme, Catalina Enriqueta de Borbón y Alejandro chevalier de Vendôme).  


El 7 de junio de 1594 en el Castillo de Coucy, Enrique IV y Gabriela de Estrées tuvieron a su primer hijo, César de Vendôme.  Enrique IV decidió a legitimar a su hijo para lo cual tuvo que anular el matrimonio de Gabriela de Estrées en un proceso en el que su pobre esposo tuvo que confesar una supuesta impotencia.  

Los franceses la bautizaron "la duquesa de la basura" porque Gabrielle vivía con grandes lujos a costa del dinero público mientras Francia apenas sobrevivía después de varias décadas de guerras.  

Intrigó para conseguir el matrimonio con el rey y por tanto el derecho al trono para sus hijos.  Enrique IV puso a su disposición los aposentos de la reina en el Palacio del Louvre y Gabrielle tuvo derecho a la ceremonia diaria por la cual, al levantarse, las más grandes damas de la nobleza francesa le alcanzaba sus ropas y la ayudaban a arreglarse.  


En 1596 Enrique IV y Gabriela de Estrées tuvieron a su hija, Catalina Enriqueta de Borbón conocida como Mademoiselle de Vendôme.

La reina Margot de Medici, alejada del rey desde hacía más de 10 años, estaba demasiado entretenida con sus propias aventuras sexuales como para no dejarse repudiar por el rey y le comunicó a su marido, sin embargo, que estaría dispuesta a aceptar la nulidad del matrimonio con la condición de que Enrique IV se casara con una mujer digna de ser reina:  una princesa europea, católica piadosa, de comprobada sangre real, una virgen sin pasado sentimental y una vida sin mancha alguna.  



El 19 de abril de 1598 Enrique IV y Gabriela de Estrées tuvieron a su hijo legitimo Alejandro de Borbón-Vendôme conocido como el Caballero de Vendôme.  Desde su nacimiento hasta su muerte, ocuparía el cargo de gobernador de Caen.

En febrero de 1599 el rey dio grandes muestras de alegría al anunciar públicamente, ante la corte, la decisión de casarse con ella, ante el estupor de la reina Margot, de los nobles y hasta del Papa.  
Gabrielle d'Strees caracterizada de Diana
por Ambroise Dubois.

En 1599 el rey le regaló un bellísimo anillo de compromiso y la joven compró de inmediato su vestido de bodas y se dijo que ¡Sería reina!  Pero ella no tenía muchos amigos, y se puede decir que, en la corte francesa, solo el rey la quería.  

Toda Francia se oponía al matrimonio; tanto los círculos allegados a la realeza como la gente simple del pueblo, así como la iglesia.  


El pueblo la llamaba "Cleopatra" y la acusaba de tener hechizado y dominado a su "César".  

Las bodas se programaron para el 18 de abril de 1599, Domingo de Pascuas, en la Iglesia de Saint-Quasimodo.  

En la Semana Santa el rey Enrique IV invitó a Gabrielle, que estaba embarazada, a ausentarse por unos días de la corte mientras aumentaban los preparativos para una gran ceremonia nupcial.  
El adios e Enrique IV a Gabrielle d'Strees por Eugène Latil.

El 7 de abril de 1599 después de leer las últimas dos cartas de amor que el rey le había enviado, Gabrielle comenzó a sentirse mal y se sospechó que había sido envenenada.  Los dolores fueron en aumento y se convirtieron en una agonía durante la cual Gabrielle abortó al hijo que esperaba.  
Gabrielle d'Strees agoniza en presencia Enrique IV en Sully
por Vincent François André 1783-1787


Un adivino le había anticipado que nunca se casaría por segunda vez, que moriría sola y que jamás sería reina de Francia.  

En el Hotel de Sourdis fueron velados sus restos, ataviados con el vestido de novia, de color púrpura, que nunca pudo utilizar en vida, y un velo blanco.  Tuvo funerales de reina y Enrique IV asistió a ellos vestido de negro, a la usanza española, pero no se atrevió a sepultarla en el panteón real; los nobles, embajadores y cortesanos rindieron sus respetos como si la fallecida fuera la reina de Francia y expresaron sus profundas condolencias al rey.  

Su ataúd fue transportado en medio de una procesión de príncipes, princesas y nobles a la Basílica de Saint-Denis para una Misa de Réquiem, conocida en la historia francesa con la canción "La Belle Gabrielle".

Fue sepultada en la Abadía de Monceaux.




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