José Manzo y Jaramillo nace en Puebla el 29 de abril de 1789 y muere en Puebla el 2 de julio de 1860; arquitecto, pintor y cincelador; introdujó a México el arte de la litografía.
Hijo de José Francisco Manzo y de Bárbara Jaramillo.
El padre Conde (amigo de su padre) lo llevó a un taller de platería para que aprendiese el dibujo al mismo tiempo que la orfebrería.
Conoció al famoso orfebre Antonio Villafaña, con él aprendió a cincelar. Pasó al taller de otro afamado pintor poblano Salvador del Huerto con quien se aprendió el arte de la pintura.
Hizo un viaje de estudios a Francia. Fue el primer poblano becado por el gobierno pararealizar estudios en Europa.
En 1813 formó parte del grupo de fundadores de la que seria la Academia de Bellas Artes de Puebla.
Desde 1814 trabajó como profesor.
Remodelador de la catedral y de otros templos en la ciudad de Puebla.
En 1820 participó en la construcción del ciprés de la Catedral de Puebla, proyectado por Manuel Tolsá, y después fue encargado por el obispo Antonio Joaquín Martínez de hacer el arreglo artístico del templo, según el estilo neoclásico de la época.
En 1825 el gobierno lo comisionó para hacer estudios en Europa formando parte como agregado artístico de la legación en Roma que encabezaba el canónigo Francisco Pablo Vázquez en su calidad de Ministro Plenipotenciario con la misión de solicitar el reconocimiento de la independencia de México ante la Santa Sede.
El 2 de mayo de 1825 salió de México rumbo a Europa, donde aprendería el arte de la litografía.
Estuvo en Nueva York en Londres, Bruselas, París, Florencia y Roma, visitando palacios y museos.
En París estudió la talla dulce y se perfeccionó en el grabado con el célebre Jules Richehomme, y en la pintura con Josephe Paelynk (pintor de la reina de Holanda).
En Bruselas aprendió la litografía y el secreto de dorar sobre metales con Delaumuy y la fabricación de piezas de porcelana con Dammam.
En 1827 regresó a México.
Fundó un pequeño Museo de Antigüedades de Puebla y Conservatorio de Artes y Oficios a imitación de los europeos.
El obispo de Puebla, Antonio Joaquín Pérez Martínez le encomendó realizar el arreglo artístico de la Catedral de Puebla sustituyendo los antiguos retablos barrocos, como el del altar de los Reyes diseñado por Martínez Montañez, por otros neoclásicos.
En 1828 se imprime la primera estampa en México, en una prensa litográfica de Agustín Valderrama y con el apoyo técnico de José Manzo y Jaramillo.
Diseñó la antigua penitenciaria de Puebla, inspirándose en modelos franceses; el famoso patio poligonal permitía la observación de todas las celdas; durante la invasión francesa se convirtió en el Fuerte Iturbide.
Introductor de las primeras máquinas modernas para litografía en México.
Por decreto de 1849 el Museo de Antigüedades de Puebla y Conservatorio de Artes y Oficios, fundado el 16 de septiembre de 1827 en el Colegio del Estado, por iniciativa de José Manzo, se incorporó a la academia, cuyo plan de estudios, por el mismo decreto, se amplió considerablemente, y a partir de entonces se denominó Academia de Educación y Bellas Artes.
Dio un impulso importante a la arquitectura neoclásica de Puebla.
Fue miembro del Ateneo de México, de la Academia Filarmónica y la Sociedad Lancasteriana.
Sus restos fueron depositados en la Capilla de Nuestra Señora de la Soledad en la Catedral de Puebla.
Desde 1889 una calle llevaba su nombre en la ciudad de Puebla (hoy 6 Norte 400).
El 18 de abril de 2018 Monserrat Galí presenta su libro "José Manzo y Jaramillo, Artífice de una época" como parte de las actividades de Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México.
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