Rolando Bandinelli nace en Siena entre 1100 y 1105 y muere en Civita Castellana el 30 de agosto de 1181; con el nombre de Alejandro III fue consagrado Papa Nº 170 (1159-30 de agosto de 1181); su elección fue compleja, ya que durante su pontificado se enfrentó a cuatro antipapas Víctor IV, Pascual III, Caluixto III e Inocencio III; autor de la "Stroma" o "Summa Magistri Rolandi" (uno de los primeros comentarios sobre el Decreto de Graciano), "Sentencias" (basadas en la "Introductio ad theologiam" de Pedro Abelardo).
Estudió Derecho Canónico en la Universidad de Bolonia, con el erudito Graciano (fundador del Derecho canónico).
Fue profesor en la Universidad de Bolonia y después en Pisa. Sus escritos jurídicos y teológicos le proporcionaron fama de sabio.
En octubre de 1150 el Papa Eugenio III le nombró cardenal-diácono de San Cosme y Damián.
Fue nombrado cardenal-legado de San Marcos.
En 1153 fue nombrado canciller papal, erigiéndose como dirigente de los cardenales que se oponían al emperador Federico Barbarroja que pretendía extender su imperio por toda Italia; con lo que comenzó la pugna por el dominium mundi. Fue enviado como representante pontificio para negociar el Tratado de Constanza con el emperador Federico I Barbarroja.
El 7 de septiembre de 1159 fue elegido Papa Nº 170, fue aceptado sin reservas por los reyes de Francia, Inglaterra, España, Sicilia y Portugal.
Coronación de Alejandro III por Spinello Aretino en el Palazzo Pubblico en Siena 1407-1408 |
Una minoría de cardenales pro-germánicos eligieron al cardenal Ottaviano de Monticelli que fue conocido como el antipapa Víctor IV.
El emperador Federico I Barbarroja convocó a ambos, pero al no presentarse Alejandro, fue confirmado Víctor, que se instaló en Roma.
Para Alejandro III fue el principio de un largo período de sufrimientos y traslados que le llevarían por varias ciudades de Italia y de Francia.
Alejandro III excomulgó al emperador Barbarroja y al antipapa Víctor IV y liberó a los súbditos del emperador del juramento de fidelidad.
En 1160 en el Sínodo de Pavía, Víctor IV fue reconocido como Papa, por lo cual Alejandro III se vio obligado a exiliarse y huyó a Francia.
En 1160 en el Sínodo de Tolosa, Alejandro III fue reconocido como el Papa legítimo y los obispos de ambos países se posicionaron en su favor, siguiendo ese ejemplo España, Irlanda y Noruega. Recibió el apoyo Luis VII de Francia y Enrique II de Inglaterra, lo que promovió a su vez las simpatías de buena parte de los estados europeos.
Por su parte, Víctor III tenía de su parte al emperador Barbarroja y a los estados controlados por éste, excepto al arzobispo de Salzburgo y algunos obispos alemanes.
En 1161 el rey Geza II de Hungría firmó un tratado con el Papa Alejandro III y reconoció no solamente su mandato sino que ratificó su renuncia al derecho de investidura sobre los clérigos, quedando reservado exclusivamente para el Santo Padre y sus subalternos.
A finales de 1161 se vio obligado a dejar Roma.
En marzo de 1162 cruzó los Alpes para refugiarse en Francia.
El 24 de marzo de 1163 inició la construcción de Notre Dame de Paris, cuando el Papa Alejandro III, refugiado en París para protegerse de su enemigo el emperador Federico Barbarroja de Alemania, puso la primera piedra mientras reinaba desde Francia, exiliado de Roma.
En abril de 1164 en Lucca, falleció en antipapa Víctor IV. y como su sucesor fue elegido Guido de Cremona como el antipapa Pascual III, no solucionó el problema.
Reginaldo arzobispo de Colonia, representante imperial en Italia, sin esperar siquiera la sanción del emperador o el respeto a las formas canónicas estableció otro antipapa, Guido obispo de Cremona, bajo el nombre de Pascual III.
Tuvo que permanecer en Sens.
En Pentecostés de 1165 en la Dieta celebrada en Würzburgo, Reginaldo arzobispo de Colonia, poseído por el concepto de una Iglesia nacional alemana independiente de todos menos del emperador, pidió a Federico y a los dignatarios que dieran el paso irrevocable de jurar no reconocer nunca a Alejandro III ni a ningún papa escogido de su facción y apoyar a Pascual III con todo su poder.
En el otoño de 1165 dejó Francia.
El 23 de noviembre de 1165 regresó a Roma.
En 1166 Federico Barbarroja cruzó los Alpes para derrocarlo.
En 1167 tuvo que volver a huir presionado por el emperador Barbarroja.
Alejandro III se refugió, sucesivamente, en Gaeta, Benevento, Anagni y Venecia.
Una epidemia afectó a los partidarios y ejército imperiales, falleciendo muchos nobles y diez obispos, entre ellos Reinaldo Dassel de Colonia, lo que debilitó la posición del emperador. Además, la Liga Veronesa acrecentó su fuerza al transformarse en Liga Lombarda, lo que obligó al emperador a iniciar un tímido acercamiento a su rival.
En el verano de 1167 Barbarroja toma posesión de San Pedro e instalo a Pascual III. Barbarroja sería coronado por Pascual III.
En 1168 Federico I Barbarroja reconoció al antipapa Calixto III e inició una nueva expedición contra Italia.
Apoyado por la Liga Veronesa y, aprovechando las dificultades a que tenía que hacer frente el emperador Barbarroja, organizó la Liga Lombarda que acrecentó su poder al unirse a la Liga Veronesa y combatir al emperador que se hallaba enzarzado en una serie de campañas por el norte de Italia.
Las principales ciudades lombardas formaron la Liga Lombarda contra la opresiva dominación del imperio, encontrando un protector en Alejandro, en cuyo honor nombraron la nueva ciudad de Alejandría.
En Inglaterra se produjo el enfrentamiento de Tomás Beckett con el rey Enrique II de Inglaterra por la pretensión de éste de controlar la iglesia inglesa. Alejandro III apoyó al arzobispo de Canterbury. Desterrado Tomás Beckett, su asesinato en 1170 le granjeó las simpatías del pueblo inglés y provocó su canonización y la excomunión del rey inglés, sólo levantada tras la promesa de éste de respeto al papel de la Iglesia en Inglaterra y la peregrinación a la tumba de Tomás Beckett.
El 23 de mayo el día de la Ascensión, el Dux de Venecia personificaba una ceremonia de matrimonio entre la ciudad y el mar. Para ello utilizaba el Bucintoro, una gran galera profusamente decorada que se usaba para ocasiones especiales. Su oficialización formal, estuvo a cargo del dux Sebastiano Ziani. Sería confirmada por el Papa Alejandro III.
El 29 de mayo de 1176 se dio la Batalla de Legnano, el emperador Federico Barbarroja fue derrotado y obligado a firmar la Paz de Venecia en 1177, tuvo que reconocer a Alejandro III como Papa legítimo y devolver a la Santa Sede los territorios ocupados.
El 23 de marzo de 1177 "ricevuto con isplendidezza" (recibido con esplendor) en Venecia, el Papa Alejandro III llega a San Nicolò di Lido. Él está aquí en un viaje diplomático para negociar la paz con el emperador Federico Barbarroja.
Salvo un encuentro en Ferrara, permanecerá en la laguna hasta octubre.
El 10 de mayo de 1177 el dux de Venecia Sebastiano Ziani, el patriarca de Grado Giovanni Signolo y el clero veneciano dan la bienvenida al Papa Alejandro III, quien primero va a la Basílica de San Marco y luego al Palacio Ducal. Se hablará de negociaciones, especialmente del emperador Federico Barbarroja.
El domingo 24 de julio de 1177 en Venecia, delante de una comisión cardenalicia, tiene lugar la readmisión de Federico en la Iglesia. Federico I Barbarroja promete solemnemente obediencia al Papa Alejandro III y a sus sucesores, poniendo de este modo fin al cisma eclesiástico.
Federico barbarroja se somete a Alejandro IV por Spinello Aretino en el Palazzo Pubblico en Siena |
El 1 de agosto de 1177 firma de la paz entre el emperador Federico Barbarroja y la Liga Lombarda representada por el Papa Alejandro III.
El Papa Alejandro III entrega la espada sagrada al Dux Sebastiano Ziani, quien parte con su flota para luchar contra el ejército imperial".
El 11 de agosto de 1177 se firmó la Paz de Venecia reconociendo el emperador Federico Barbarroja a Alejandro y abandonando a Calixto, quien recibió en compensación una abadía; ambas partes acordaron devolver las posesiones que se hubieran tomado la una a la otra. El Papa Alejandro III levantó la excomunión que pesaba sobre el emperador Barbarroja desde 1160.
El 15 de agosto de 1177 en la Basílica de San Marcos en Venecia, será solemnemente confirmada la firma de Paz entre el emperador Federico Barbarroja y la Liga Lombarda. Se otorga a la ciudadanía libre de los municipios el derecho a ingresar a la vida pública.
El 18 de agosto de 1177 en la Basílica de San Marcos en Venecia, siguiendo la tregua estipulada entre el Papa Alejandro III y el emperador Federico Barbarroja, gracias a la intermediación del dux de Venecia, Sebastiano Ziani, Federico I y Alejandro III "Confermano sollennemente la pace" (Confirman solemnemente la paz).
El 29 de agosto de 1177 el Papa Alejandro III consagra la Chiesa di San Salvatore (Iglesia de San Salvador) en Venecia.
El 12 de marzo de 1178 logró regresar de nuevo a Roma.
El antipapa Calixto III renunció a su cargo.
El 5 de marzo de 1179 comienza el III Concilio de Letrán convocado por el Papa Alejandro III, en el que se legisló acerca de la elección papal, la prohibición de la simonía, la prohibición del nicolaísmo y exhortación a la cruzada contra los albigenses y excomunión a los cátaros; se estableció que la elección del Papa fuera votada por la mayoría de los dos tercios de los cardenales, además de aprobar la cruzada contra los cátaros del sur de Francia, que había sido comenzada por Raimundo de Tolosa con el apoyo de Luis VII de Francia.
En 1179 a través de la Bula "Regis aeterni" concedió y confirmó el privilegio del Año Jubilar de Santiago de Compostela de forma que, si el 25 de julio (fiesta del Apóstol Santiago) cae en domingo se podrán ganar en la Iglesia de Compostela las mismas indulgencias que se ganan en Roma los años jubilares, que allí suelen celebrarse cada 25 años, confirmando un privilegio anterior concedido por el Papa Calixto II.
El 23 de mayo de 1179 el Papa Alejandro III emite la "Bula Manifestis Probatum Est" que reconoce a Portugal o Condado Portucalense como reino independiente, a Alfonso I de Portugal como su soberano y, por ende, deja de ser legalmente vasallo y tributario del reino leonés.
Alejandro III aun hubo de enfrentarse a la nobleza romana, siendo obligado a exilarse hasta su muerte en 1181.
En 1179 convocó y celebró el III Concilio de Letrán, aprobando 27 capítulos, el más importante de los cuales es "Licet de vitanda", que establecía que el Papa fuera elegido exclusivamente por los cardenales y con la mayoría de los dos tercios de los votos.
El 29 de septiembre de 1179 algunos nobles intentaron subir al solio al antipapa Inocencio III como sucesor de Alejandro III.
En 1181 excomulgó a Guillermo I de Escocia y levantó la interdicción que pesaba sobre el reino de Escocia. Se enfrentó a la nobleza romana, siendo obligado a exilarse hasta su muerte.
Cuando falleció los partidarios romanos de Federico Barbarroja, sin esperar instrucciones, establecieron un nuevo antipapa en la persona de Juan, cardenal de Albano, bajo el nombre de Calixto III.
Su cadáver fue llevado a Letrán, mientras el pueblo manifestaba su indignación e implacable hostilidad.
El monje benedictino Arnoldo Wion en sus Profecías de San Malaquías, lo llamaría Orlando Paparoni dónde Paparoni significaría Pato.
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