domingo, 6 de junio de 2021

Fernande Oliver (1881-1966)

Amélie Lang conocida como Fernande Oliver nace en París, Francia el 6 de junio de 1881 y muere en Neuilly-sur-Seine, Francia el 29 de enero de 1966; modelo, pintora dependiente, astróloga y escritora; primer amor y primera musa de Pablo Picasso.
Fernande Oliver por Pablo Picasso.


Tuvo una infancia inestable.  Creció bajo la custodia de una hermana de su madre, que poseía un negocio de flores artificiales, y de plumas para sombreros.   
Su tía quiso casarla por la fuerza.  

Ella huyó para casarse con Paul Percherón.  Soportó violaciones, y abusos del esposo.  Perdió, el hijo que esperaban, en el quinto mes de embarazo.   

En 1900 abandonó a su esposo porque la maltrataba.  Fue entonces cuando, para pasar desapercibida, adoptó el nombre de Fernande Olivier.  Comenzó a trabajar como modelo en Montmartre.

Fue amante del pintor barcelonés, Joaquim Sunyer.  

Una tarde de tormenta del 7 de agosto de 1904 y cuando tenía 23 años, Pablo volvía a su estudio con un gatito acurrucado entre los pliegues de su abrigo, que recogió de la tempestad, cundo atrajo su atención Fernande Olivier, una sirvienta pobre que vivía cerca, con su brillante y sencilla belleza aristocrática.  Pablo se paró frente a ella obstruyéndole el paso y le entregó al gatito como una ofrenda a una diosa.  Invitó a esa niña a posar.  

Muy pronto, Fernande y Pablo se vuelven amantes y comienzan a vivir juntos, en su pequeño taller.  Fernande fue una hermosa y romántica historia de amor que sacó a Pablo de la depresión y sentó las bases para un cálido período "rosa" que sustituyó al periodo azul de "tristeza estéril".  Fernande fue la primera mujer oficial de Pablo Picasso, desde su llegada a París.  Se convirtió en su musa, administradora, cocinera, en su casa en Montmartre, a la que el poeta Max Jacobs había bautizado como Bateau-Lavoir, porque se parecía a una barcaza del Sena en que trabajaban las lavanderas.  Pablo Picasso dejó de saciar la sed propia de la adolescencia en los prostíbulos.   Su relación duraría 7 años.  

Los celos de Pablo Picasso eran ilimitados.  Le prohibía a Fernande salir sola a la calle, ni siquiera para ir de compras, ya que en sus delirantes fantasías veía como los hombres en la calle de Montmartre le hacían proposiciones sucias y ella sucumbía a sus insinuaciones.  Incluso en ocasiones escondía sus zapatos y la dejaba encerrada para que no pudiera salir en su ausencia.  
Fernande Olivier por Pablo Picasso 1905.

Fernande Oliver posaba como modelo para diferentes artistas de la Escuela de Bellas Artes (un grupo liderado por Othón Friesz), y entre sus amistades se encontraban Guillaume Apollinaire, Paul Lèautaud o Edmond-Marie Poullain.

Entre 1905 y 1906 Pablo Picasso hizo el retrato de Fernande Olivier con mantilla negra.  


Fernande no podía ser madre, y un día se acercó al orfanato, se encaprichó de una niña de 8 años y la adoptó.  Pero pronto se cansaría admitiendo su nula predisposición maternal, por lo cual la chiquilla acabó finamente en casa de una vecina que era portera.   

Posó para unos esplendidos retratos de Kees van Dongen.  
Retrato de Fernande Olivier por 
Kees van Dongen 1905

Bailarina (Fernande Olivier) por Kees van Dongen 1906-1910



Dos ángeles (Fernande Olivier) por Kees van Dongen 1910


En 1907 Picasso pinta "Les demoiselles d’Avignon" (Las señoritas de Avignon); una de las mujeres del cuadro está inspirada también en Fernande Olivier.    El poeta Guillaume Apollinaire, amigo de Picasso que frecuentaba el Bateau-Lavoir, se refería a la gran tela como "El burdel filosófico".  El poeta André Salmon fue el primero que escribió sobre la obra en La jeune peinture francaise, sin darle título.   André Salmon acuñó la denominación Les demoiselles d’Avignon cuando organizó el Salón d’Antin en 1916, ocasión en que la obra fue expuesta públicamente por primera vez.  En realidad Las señoritas de Avignon son Las señoritas de la calle de Avinyó, una calle de Barcelona donde abundaban los burdeles.  



En septiembre de 1907 Picasso piensa en terminar su relación con Fernande, mientras tanto ella, siendo consciente de este hecho, está desesperada pues piensa que la situación no tiene arreglo.  Entonces, desorientada busca donde residir y encuentra un modesto alojamiento, a la vez que retoma la relación con su tía.  Mientras da clase de francés a Gertrude Stein.  

En noviembre de 1907 Picasso y Fernande se reconcilian.  

En el otoño 1909 Pablo Picasso se instala con Fernande Oliver en un estudio-apartamento en el 11 del Boulevard de Clichy en Montmartre.  
Repose (Fernande Oliver) por Pablo Picasso 1908.


En 1909 en Horta de Sant Joan, Picasso además de paisajes y bodegones pintó muchos retratos de mujer, se dice que no todos son de Fernande Olivier, su compañera.  Fernande Olivier escribió algunas cartas cuyas copias se conservan en el Centro de Horta, y que ayudan a hacernos una idea de su experiencia.   
Fernande Oliver por Pablo Picasso 1909.


Entre junio y julio de 1909 Fernande cayó enferma de una enfermedad renal, o tal vez venérea, algo no tan infrecuente, aquellos años, aún sin penicilina.  Tienen que regresar a París.  

Durante el verano de 1911 Picasso se marcha a Céret y en otoño conoce a Eva Gouel.  

En 1911 Pablo Picasso conoció a Marcel Umber conocida como Eva Gouel.  Aunque  ambos no estaban libres:  él aun tenía una relación con Fernande, y ella era la amante del pintor polaco Louis Marcoussis.  

Fernande Olivier vuelve a ejercer entonces varios oficios para ganarse la vida:  desde cajera en una carnicería hasta vendedora de antigüedades.  Esporádicamente también escribe y da clases de dibujo.  

En 1911 y después de 7 años de relación, Picasso comenzó a alejarse  de Fernande Olivier.  

En 1911 Fernande Olivier empezó un romance con un futurista italiano, y pidió a su amiga Marcelle Humbert que vigilara a Pablo Picasso, pero ella traicionó a Fernande y emprendió su propia aventura con Picasso.  Dulce y cariñosa era una antítesis de Fernande y cuidó bien del pintor.  Era emocionalmente complicado para Picasso dejar a Fernande, así que esperó a que ella diera el primer paso.  

El 18 de mayo de 1912 Picasso le dijo a Fernande que había descubierto su romance con Ubaldo Oppi y que la dejaba por Eva.  Se mudó de su apartamento, despidió a la sirvienta y le quitó su apoyo financiero; Eva se mudó de su piso con Lou
Fernande Oliver por Ubaldo Oppi 1912.

is Marcoussis, y la nueva pareja se fue de París a Céret en el sur de Francia. 
  

En cuanto se fugó con el italiano, Picasso se fue con Marcelle a Céret  donde residían unos amigos suyos.  Picasso empezó a llamarla Eva para demostrarle a la joven muchacha lo importante que era para él.  

Cuando Fernande agotada de aventuras volvió a casa, se encontró con que Pablo se marchó y decidida a recuperarlo, se fue tras él a Céret.  Su llegada provocó en Pablo alternativos ataques de furia y ansiedad.  A pesar de las amenazas y recriminaciones y la seducción y súplicas, Fernande se rindió y admitió que su relación había acabado hace mucho tiempo atrás.  

En 1930 en el periódico belga Le Soir, Fernande Olivier publica seis capítulos de unas memorias de su relación reunidos después en el libro "Picasso et ses amis" (1933).  La intervención de los abogados de Pablo Picasso evita que Fernande Olivier publique el resto de su historia, que hasta 1988 serían publicados como "Recuerdos íntimos (escritos para Picasso)".  Se dice que Picasso pagó un millón de francos, para que mientras ambos vivieran, no publicara nunca, nada más, sobre ellos.  

En los años cincuenta intentó publicar otras memorias, basadas también en sus diarios, y de nuevo se encontró con la oposición de Pablo Picasso.   Este le pagó una pequeña pensión y un millón de francos por no publicar su nuevo texto, que vería la luz, hasta la muerte de ambos.  Después de su muerte, un vecino entró y se robó los bonos al portador que había comprado con el dinero que obtuvo de Picasso.

Hasta 1988 se publica "Souvenirs intimes ecrits pour Picasso" (Recuerdos íntimos escritos para Picasso).


En 2015 Isabel Clara-Simó publicó el libro "La amante de Picasso" donde  reivindica el espíritu feminista de Fernande Olivier a la vez que defiende la catalanidad de Pablo Picasso y del movimiento cubista a raíz de la estancia de la pareja en Horta de Sant Joan.





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