sábado, 19 de diciembre de 2020

Urbano V (1310-1370)

Guillaume de Grimoard nace en Gricad, Reino de Francia en 1310 y muere en Aviñón el 19 de diciembre de 1370; monje; Papa Nº 200 de la Iglesia católica (28 de septiembre de 1362-19 de diciembre de 1370) con el nombre de Urbano V y sexto papa del pontificado de Aviñón; se preocupó en retornar la Sede Apostólica a la Urbe y de restituir la unidad a la Iglesia; el 10 de marzo de 1870 es beatificado por el Papa Pio IX; su festividad se celebra el 19 de diciembre. 
Urbano V por Henri Serrur.

Hijo mayor de Guillaume II de Grimoard señor de Grizac y de Amphélise de Sabran señora de Montferrand.  Hermano de Hugues Roger "le Cardinal de Tulle".  Sobrino de Pierre Roger, abad de Saint-Pons-de-Thomières.  Tío de Pierre Roger de Beaufort  (futuro Papa Gregorio XI). 

En 1322 viaja a Montpellier para realizar estudios de Derecho canónico.  Continuaría sus estudios en Derecho civil en Toulouse.  

En 1335 ingresó en la orden benedictina realizando el noviciado en el Monasterio de Chirac.  

Tras una estancia en Marsella, fue ordenado sacerdote.  

Fue profesor en Derecho de la Universidad de Montpellier, recibiendo el doctorado en 1342.  

En 1348 nombra  cardenal diácono de Santa Maria Nuova a su sobrino Pierre Roger de Beaufort de 19 años.

En 1349 el obispo de Clermont, lo nombra vicario general. 

Los Sumos Pontífices que vivieron en Avignon lo emplearon como Nuncio o embajador.

En 1352 el Papa Clemente VI le encarga solucionar el conflicto abierto con Giovanni Visconti arzobispo de Milán, quien quiso poner a Bolonia bajo el poder de su familia y que supuso una derrota de los ejércitos pontificios.  

En 1352 el Papa Clemente VI lo envía al frente de la Abadía de San German de Auxerre.  

En 1361 el Papa Inocencio VI lo nombra abad de San Víctor.  

El 22 de septiembre de 1362 en Avignon se inicia el cónclave para elegir a un nuevo pontífice, siendo elegido el cardenal Hugues Roger (hermano del Papa Clemente VI), quien rechaza el nombramiento.  

El 28 de septiembre de 1362 fue elegido Papa Nº 200 de la Iglesia Católica y sexto papa del pontificado de Aviñón, en un solo día había sido consagrado Obispo, fue elegido Pontífice.  


Se encontraba en misión diplomática en Nápoles, cuando llegó la noticia de que había muerto el Papa Inocencio VI y que él había sido nombrado nuevo Sumo Pontífice diplomática, tras una travesía por mar que le deja en Marsella. 

Urbano V por Simone dei Crocifissi.

Como no era ni obispo ni cardenal, en sólo un día fue consagrado obispo y coronado como pontífice el 6 de noviembre de 1362.   




El 21 de octubre de 1363 en la Abadía de Saint-Jean-Baptiste de Mallast en Montolieu, falleció su hermano, el cardenal Hugues Roger.  De acuerdo con sus deseos, fue enterrado en la Iglesia de Saint-Germain-les-Belles en Limousin , que él había dotado generosamente.  Allí mandó construir un sepulcro de cobre con tapa dorada, adornado con esmalte limusina, placas de metales preciosos y esculturas.

El 6 de diciembre de 1363 el Papa Urbano V media entre Venecia y 60 señores feudales venecianos que se rebelaron en Creta, porque estaban económicamente exprimidos por la República.  

Los cretenses habían quitado el estandarte de San Marcos para sustituirlo por el de San Tito, protector de la isla.
San Tito.


Vivió una de las épocas más difíciles conocida como "el destierro de Avignon, o destierro de Babilonia".  

El objetivo principal de su pontificado fue volver a fijar la sede pontificia en Roma.  

Con la ayuda de los franciscanos y de los dominicos emprendió la evangelización de Bulgaria, Ucrania, Bosnia, Albania, Lituania, y hasta logró enviar misioneros a la lejana Mongolia.  

En 1365 el emperador Carlos IV viajó en persona a Aviñón para pedirle al papa su regreso a Roma.  

En 1365 el Papa Urbano V convocó una cruzada contra Castilla con la excusa de atacar al reino Nazarí de Granada.  Las Compañías Blancas, con Enrique de Trastamará al frente, no escatimaron en desvalijar a uno de sus aliados:  Pedro IV de Aragón.

En 1366 Petrarca había enviado una carta de petición con el nombre de la viuda Roma en señal de que su esposo, el papa, se había marchado y la había dejado sola y santa Brígida de Suecia quien continuamente se lamentaba de la situación inaceptable en la que se encontraba la curia romana.  

Santa Brígida le anunció que moriría si abandonaba Roma.  

El 16 de octubre 1366 en Avignon, falleció su padre Guillaume II.  Fue enterrado en el Collégiale-Notre-Dame-de-l'Assomption en Bédouès.

El 16 de octubre de 1367 entraba en Roma acompañado por el cardenal Gil Álvarez de Albornoz quien desde 1353, actuando como legado papal en Italia, había conseguido restablecer la soberanía papal sobre los Estados Pontificios.  Fue recibido solemnemente por los dos emperadores Carlos IV de occidente y Juan V Paleólogo de oriente.  

Se estableció en el Vaticano, pobremente adecentado, que será en adelante la residencia habitual de los papas.  

Volvió a Roma después de que ningún Papa lo había hecho desde hacía más de 50 años; la ciudad se hallaba en estado de abandono y deterioro; mandó a reconstruir los monumentos y edificios religiosos de Roma, y estableció su residencia en el Vaticano.  

En 1368 el pontífice romano reconcilió la Santa Sede con el Sacro Imperio, coronando al emperador Carlos IV.  

En 1369 dicta  una bula en la que constataba que los antiguos habitantes de las Islas Canarias practicaban la adoración del Sol y la Luna, lo que ratificaron a mitad del siglo XV el navegante veneciano Alvise da Ca' da Mosto y el portugués Diogo Gomes de Cintra.  

En mayo de 1370 hizo pública en Montefiascone su resolución de regresar a Aviñón.  

El 5 de septiembre de 1370 abandonaba Roma y volvía a fijar la sede pontificia en Aviñón.  Urbano V está considerado como el primer Papa humanista de la historia de la Iglesia.  

Durante su pontificado fundó las universidades de Cracovia y Viena.  

Fue enterrado en la Catedral de Aviñón.  

Sus restos fueron trasladados a la abadía de San Víctor según su deseo.   

El Papa Gregorio XI durante su estancia en la Abadía de San Víctor, ordenó una investigación sobre la "fama de santidad" de su predecesor Urbano V.  Durante meses, los notarios papales redactaron miles de certificados que recogen los milagros atribuidos a Urbano V.  

En 1379 el trabajo de investigación se interrumpe.  

En 1390 durante el tiempo del gran cisma, el antipapa de Aviñón, Clemente VII, reabre el proceso de beatificación del Papa Urbano V.

La tumba del Papa Urbano V en la Abadía de San Víctor de Marsella fue destruida en la época de la Revolución Francesa, no se sabe si sus restos fueron esparcidos o escondidos, hoy solo se pueden apreciar en la pared del coro los restos de las columnas y un pináculo roto, con una serie de arcos en piedra.

El proceso de su beatificación tuvo que esperar casi cuatro siglos. 

El 10 de marzo de 1870 el Papa Pío IX reconoció su culto.

Su muerte era conmemorada el 27 de abril, hasta 1922, cuando fue trasladada a su fecha correcta.  











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