viernes, 16 de agosto de 2019

Diego López Pacheco Cabrera y Bobadilla (1599-1653)

Diego López Pacheco Cabrera y Bobadilla nace en Belmonte, Cuenca, España el 16 de agosto de 1599 y muere en Pamplona, Navarra, España 27 de febrero de 1653; marqués de Villena; VII duque de Escalona; conde de Xiquena; Grande de España de 1ª clase; 17º Virrey de la Nueva España (26 de agosto de 1640-10 de junio de 1642).

Hijo del V duque de Escalona Juan Gaspar Fernández Pacheco (Virrey de Sicilia) y de Serafina de Bragança.  Hermano del VI duque de Escalona, Felipe Baltasar Fernández Pacheco.  Padre de Juan Manuel Fernández Pacheco, creador y primer director de la Real Academia Española.  

Estudió en la Universidad de Salamanca.  Sirvió en los Tercios españoles en donde llegó al grado de coronel de infantería.   

En 1620 contrajo matrimonio con la marquesa de Moya, Luisa Bernarda de Cabrera y Bobadilla; en 1638 enviudó.  

El 29 de septiembre de 1633 en Madrid, falleció su hermano, el VI duque de Escalona, Felipe Baltasar Fernández Pacheco, de quien hereda el ducado.  

Se casa con Juana Maria Francisca de Zuñiga y Mendoza, con quien tiene dos hijjos (Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga VIII duque de Escalona y Maria Serafina Lopez Pacheco y Portugal).  

En enero de 1640 recibió las órdenes para ser virrey de la Nueva España.  

El 24 de junio de 1640 llego al Puerto de Veracruz, en donde se entretuvo por los festejos con que fue recibido.  En su recorrido que se hizo por Veracruz pasando por Venta del Río, y Xalapa, Tlaxcala, Puebla y Cholula, hasta llegar al Castillo de Chapultepec, fue recibido con luminarias, arcos triunfales, loas, castillos de chichimecos, mitotes, castillos de fuego y toros.

En Veracruz se dio cuenta de la imperiosa necesidad de reforzar la Armada de Barlovento, ante la presencia constante de barcos corsarios.  

El 28 de agosto de 1640 Día de San Agustín, asume el poder de la Nueva España como el 17º Virrey, pasó por debajo de varios arcos triunfales, para ingresar a la Santa Iglesia Metropolitana, donde se celebró un Te Deum.  En seguida vinieron los festejos públicos, que comenzaron con "un carro triunfal, con un trono con una ninfa que representaba México, en cuya compostura litigaba el aseo con lo precioso".  

Intensificó la construcción de naves de guerra, fundición de cañones y hechura de municiones, aparejos y pólvora y obtuvo que buques de línea de las bases de La Habana y Cartagena pasaran a formar parte de dicha armada.  

En 1641 apoyó a Luis Certin de Canas, gobernador de Sinaloa, para intentar la colonización de las Californias con misioneros jesuitas.  

Su primo-hermano el duque Juan de Braganza, encabezó la revuelta contra España mediante la que Portugal obtuvo su independencia.  El rey de España preocupado por el apoyo que el virrey de la Nueva España pudiera brindar a sus enemigos, estableció una estrecha vigilancia sobre él a través del obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, quien armó una acusación formal en su contra.  
Duque Juan de Braganza.

Para hacer desaparecer las murmuraciones, hizo que los portugueses residentes en Nueva España se presentasen ante las autoridades para ser vigilados estrechamente, pero ni esta medida dio resultado; las intrigas y sospechas siguieron y aumentaron. 

El rey Felipe IV de España ordenó su arresto.  El 9 de junio de 1642 a la medianoche, el arzobispo Juan de Palafox hizo rodear el palacio con guardias, notificando al marqués de Villena que había cesado en el cargo, que el propio arzobispo asumía para seguridad del reino con el embuste de que tenía las órdenes en la mano, las que nunca mostró.  

El 19 de junio de 1642 fue encarcelado por desconfianza a su lealtad a la corona española ya que su primo hermano, el duque Juan de Braganza, se había proclamado como Juan IV rey de Portugal.  Fue enjuiciado.  Al final fue declarado inocente.  

Se retiró al Convento de Churubusco, de donde partió a San Martín Texmelucan, Pue., en donde estuvo algunos meses tratando de arreglar asuntos personales puesto que el arzobispo-virrey Juan de Palafox, arbitrariamente, hizo que le fueran confiscados sus bienes y vendidos en pública subasta.  

Aprovechó la salida de una flota hacia España y se embarcó en el Puerto de Veracruz rumbo a Europa.

Ya en España, se presentó en la Corte, donde fue recibido por el rey quien le dio la razón en sus quejas.  El rey se ofreció reinstalarlo al frente del virreinato, propuesta que el marqués de Villena no aceptó.  Se le dio en parte el dinero que había perdido con la confiscación de sus bienes.  

Fue nombrado gobernador en la Isla de Sicilia.  

Fue gobernador del reino de Navarra  

El 17 de febrero de 1652 su esposa Juana Maria Francisca de Zuñiga y Mendoza falleció.




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