miércoles, 28 de octubre de 2020

Francisco de Borja y Aragón (1510-1572)

Francisco de Borja y Aragón nace en Valencia, España el 28 de octubre de 1510 y muere en Roma, Italia el 30 de septiembre de 1572; religioso jesuita; IV duque de Gandía, I marqués de Lombay, Grande de España y Virrey de Cataluña; III General de la Compañía de Jesús; el 23 de noviembre de 1624 es beatificado por el Papa Urbano VIII; el 12 de abril de 1671 es canonizado por el Papa Clemente X; su onomástica (santoral) se celebraba el 10 de octubre, hasta que el Papa Pablo VI reformó el calendario y su fiesta se cambió al 3 de octubre.
San Francisco de Borja por Alfonso Lopez de Herrera

Hijo de Juan de Borja y Enríquez de Luna (III duque de Gandía) y de Juana de Aragón y Gurrea (nieta de Fernando el Católico).  Hermano mayor de Enrique de Borja y Aragón, Obispo de los Santos Nereo y Aquileo, y cardenal español de Esquilache.  Nieto de Juan de Borja.  Bisnieto del Papa Alejandro VI (Alejandro Borja).  Bisabuelo del rey portugués Alfonso VI. 

En 1521 una sedición entre el populacho puso en peligro la vida del niño Francisco y la posición de la nobleza.  Cuando el disturbio fue suprimido, fue enviado a Zaragoza, para que continuara con su educación.

En 1522 y con 12 años fue enviado como a Tordesillas; ayudó a la reina Juana la Loca, quien, después de la muerte de su marido Felipe "el hermoso", se había retirado allí junto con su hija, la infanta Catalina, convirtiéndose en su paje.  

En 1525 la infanta Catalina se casó con el rey Juan III de Portugal, Francisco regresó a Zaragoza a completar su educación.

En su camino a Valladolid, mientras pasaba por Alcalá de Henares, Francisco encontró a un pobre hombre a quien los asociados de la Inquisición llevaban a prisión.  Era Ignacio de Loyola.  Francisco intercambió una mirada de emoción con el prisionero, sin pensar que algún día estarían unidos por lazos estrechos.

Desde 1528 estuvo en Valladolid con el emperador Carlos V.  Entró al servicio de la emperatriz Isabel, quien lo nombró marqués de Lombay y lo comprometió con Leonor de Castro.

Contrajo matrimonio con Leonor de Castro (amiga íntima, caballeriza mayor y dama de la emperatriz Isabel (esposa de Carlos V), con quién tiene ocho hijos (Carlos, Isabel, Juan, Alvaro, Juana, Fernando, Dorotea y Alfonso de Borja y Castro).  

El 1 de mayo de 1539 falleció la emperatriz Isabel.  Francisco fue comisionado para llevar sus restos a Granada, donde fueron enterrados el 17 de mayo.  Se vio profundamente afectado por la oración de San Juan de Avila durante su funeral. La vista del cadáver de la emperatriz Isabel, le impulsó a despreciar las vanidades de la corte.  


El 26 de junio de 1539 fue nombrado Virrey de Cataluña.

En 1543 a la muerte de su padre, Juan de Borja se convirtió en duque de Gandía.  El emperador Carlos V lo nombró Director de la Casa del príncipe Felipe de España, quien se había casado con la princesa de Portugal.  Este nombramiento parecía indicar que Francisco sería el primer ministro del futuro reinado, pero los reyes de Portugal se opusieron al nombramiento. Francisco, entonces, se retiró a su ducado de Gandía.


Se dedicó a reorganizar su ducado, y a encontrar una universidad para obtener el grado de Doctor en Teología y a buscar un grado aún más alto de virtud. 


Invitó a los jesuitas a Gandía y se convirtió en su protector y discípulo e incluso en ciertos casos, en su modelo. 

Sufrió mucho cuando su esposa Leonor de Castro, cayó en una larga y penosa enfermedad.  A Francisco de Borja le dolía verla enferma y por ello ofrecía misas, oraciones y limosnas para que recuperará la salud.  Un día estando postrado en oración ante un Cristo crucificado, le pidió que la sanara.  De pronto, escuchó la voz del Señor que le decía:  "Si tú quieres que te deje a la duquesa más tiempo en esta vida, yo lo dejo en tus manos, pero te aviso que a ti no te conviene". 

Al morir su esposa, Leonor de Castro el 27 de marzo de 1546 decidió en junio de ese mismo año, ingresar en la Compañía de Jesús, siendo recibido por san Ignacio de Loyola.  Cedió todos sus títulos a su primogénito Carlos de Borja.
Francisco de Borja se despide de su familia 
por Francisco de Goya

El 1 de febrero de 1548 hizo sus votos solemnes y entró en la Compañía de Jesús, pero obtuvo una dispensa especial para cumplir con sus deberes como padre.

El 31 de agosto de 1550 abandonó sus estados para no verlos nunca más. 

El 23 de octubre de 1550 llegó a Roma, donde fue ordenado sacerdote y se convirtió en uno de los principales colaboradores de San Ignacio de Loyola 
Misa de San Francisco de Borja por Jose Segrelles Albert

Cuando ya era sacerdote, su esposa se le apareció en estado de gloria. 

Contribuyó con una gran suma de dinero a la creación del Colegio Romano (hoy Universidad Gregoriana) y se encargó de controlar la difusión de la Orden en la Península Ibérica.

Se le ofrece el capelo cardenalicio, pero lo rechaza prefiriendo vivir como predicador.

El 4 de febrero de 1551 dejó Roma, sin dar a conocer la intención de su partida. 

El 4 de abril de 1551 llegó a Azpeitia en Guipúzcoa y eligió como residencia la ermita de Santa Magdalena cerca de Oñate.  Habiéndole permitido Carlos V renunciar a sus posesiones, abdicó a favor de su hijo mayor. 


En 1553 fue invitado a visitar Portugal.  La corte le recibió como mensajero de Dios y le rindió, por lo tanto, una veneración que se ha preservado.  A su regreso, Francisco supo que, a petición del emperador Carlos V, el Papa Julio III lo nombraba al cardenalato. 

El 10 de junio de 1554 san Ignacio de Loyola lo nombró "Comisario General" en España.  

El 22 de abril de 1555 la reina Juana la Loca falleció en Tordesillas, asistida por Francisco de Borja.  A la presencia del santo se le atribuye la serenidad de la reina en sus últimos momentos. 

El 19 de diciembre de 1556 el emperador Carlos V recibió la visita de fray Francisco, antiguo duque de Gandía (san Francisco de Borja).  
Entrevista de Carlos V y San Francisco de Borja 
en el Castillo de Jarandilla de la Vera (Cáceres)

En agosto de 1557 Carlos V lo envió a Lisboa con varios asuntos relacionados con la sucesión de Juan III. 

El 21 de septiembre de 1558 en Cuacos de Yuste, falleció Carlos V.   No pudo estar presente a su lado, pero fue uno de los ejecutores testamentarios nombrados por el monarca y fue quien, en los solemnes servicios en Valladolid, pronunció la elegía del soberano muerto. 

En 1561 fue llamado por el Papa Pío IV.  

En 1561 regresó a Roma, donde se hizo amigo de los cardenales Michele Ghislieri y Carlo Borromeo.  

El 16 de febrero de 1564 fue nombrado asistente general en España y Portugal.

El 20 de enero de 1565 fue nombrado Vicario General de la Compañía. 

El 2 de julio de 1565 fue elegido "General Provost" de la Compañía de Jesús, sucediendo a Diego Laínez. 

En 1567 en Roma, completó la casa e iglesia de San Andre en el Quirinal.

En 1567 construyó la iglesia del colegio, le aseguró un ingreso de seis mil ducados y al mismo tiempo trazó la regla de estudios, la cual, en 1583, inspiró a los compiladores del Ratio Studiorum de la Compañía. 

El 7 de junio de 1571 el Papa Pío V le pidió que acompañara a su sobrino Michele Bonelli "Cardenal Nepote" en una embajada a España y Portugal,  en sus misiones diplomáticas, esos viajes serían fatales por su mala salud.

El 15 de junio de 1571 funda la Provincia de Jesuitas de la Nueva España, llegando a México los primeros catorce jesuitas el 28 de septiembre de 1572.  

En Madrid Felipe II lo recibió con los brazos abiertos, la Inquisición aprobó y reconoció sus genuinos trabajos.  Las multitudes en las calles gritaban: “¿Dónde está el santo?” 

En Portugal logró del rey, Don Sebastián, pedir en matrimonio la mano de Margarita de Valois, la hermana de Carlos IX.  Este era el deseo del Papa Pío V, pero, habiendo sido formulado demasiado tarde, fue frustrado por la reina de Navarra, quien mientras tanto había asegurado la mano de Margarita para su hijo.  

Una orden del Papa Pío V, expresó su deseo de que la embajada también llegara a la corte francesa.  En Blois, Carlos IX y Catalina de Médicis le dieron a Francisco de Borja la recepción debida a un Grande de España, pero al cardenal legado, así como a él le dieron solo palabras amables con poca sinceridad. Dejó Blois.  

Para cuando llegaron a Lyon, los pulmones de Francisco de Borja ya estaban afectados. 

Alfonso de Este, duque de Ferrar, mandó por Francisco a Alejandría y lo llevó a su ciudad ducal donde permaneció del 19 de abril al 3 de septiembre de 1572.  Desesperaron de su recuperación y se dijo que no sobreviviría al otoño.  

El 3 de septiembre de 1572 deseando morir en Loreto o en Roma, partió en una litera, pasó ocho días en Loreto y luego, a pesar de los sufrimientos causados por el más mínimo brinco, ordenó a los porteadores que se dirigieran con mayor velocidad a Roma.  Se esperaba que en cualquier instante vería el final de su agonía.  

El 28 de septiembre de 1572 cruzó la “Porta del Popolo”.  El moribundo Francisco detuvo su litera y agradeció a Dios que había sido capaz de completar este acto de obediencia.  Fue trasladado a su celda, la cual pronto fue invadida por cardenales y prelados.  Durante dos días Francisco de Borja, completamente consciente, esperó la muerte, recibiendo a todos los visitantes y bendiciendo, mediante su hermano menor, Tomás de Borja, a todos sus hijos y nietos.  Poco después de la media noche del 30 de septiembre, su hermosa vida llegó a un hermoso e indoloro final.   

Falleció a la medianoche, diciendo:  "Solo quiero a mi Señor Jesucristo".  


Es ancestro de casi todas las casas reales de Europa por ser el antepasado de Luisa de Guzmán, reina consorte y regente de Portugal, esposa del rey Juan IV de Portugal.  

Es autor de "Visitatio sepulchri" (1551), un drama litúrgico que representa los episodios del Entierro y la Resurrección de Cristo.

En la Iglesia Católica él ha sido uno de los más notables ejemplos de la conversión de las almas luego del Renacimiento y para la Compañía de Jesús había sido el protector escogido por la Providencia a quien, luego de San Ignacio, le debe más.

En 1607 el duque de Lerma, Francisco de Sandoval y Rojas, ministro de Felipe III y nieto de Francisco de Borja, habiendo visto a su nieta milagrosamente curada por intercesión de Francisco, causó que iniciara el proceso de canonización.  El proceso ordinario comenzó de inmediato en varias ciudades y fue seguido, en 1637, por el proceso Apostólico.  

En 1617 Madrid recibió los restos de Francisco de Borja.  

En 1624 la Congregación de los Ritos anunció que se procedería a su beatificación y canonización. 

El 23 de noviembre 1624 en Roma, el Papa Urbano VIII beatifica al eclesiástico Francisco de Borja y Aragón.  La beatificación fue celebrada en Madrid con esplendor incomparable. 

El 24 de noviembre inicia la Novena a San Francisco de Borja y Aragón, también conocido como San Francisco de Borja.

Puesto que Urbano VIII había decretado, en 1631, que un Santo no podría ser canonizado sin un nuevo procedimiento, se inició otro proceso.  

El 20 de junio de 1670 el Papa Clemente X firma la Bula de canonización de San Francisco de Borja.  

En 1809 librado del decreto de José Bonaparte quien, ordenó confiscar todos los santuarios y objetos preciosos, el relicario de plata que contiene los restos del santo, luego de varias vicisitudes, fue llevado, en 1901, a la Iglesia de la Compañía de Jesús en Madrid, donde es honrado actualmente.







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