Fernando de Portugal "el Príncipe Santo" nace en Santarém, Reino de Portugal el 29 de septiembre de 1402 y muere en Fez, Sultanato Benimerín (hoy Marruecos) el 5 de junio de 1443; Infante de Portugal; su nombre no consta en el Martirologio Romano actual.
Octavo hijo del rey Juan I el de Buena Memoria y de la princesa inglesa Felipa de Lancaster. Hermano de Eduardo o Duarte de Portugal (futuro rey Eduardo I), Pedro de Portugal (I duque de Coímbra, señor de Montemor-o-Velho), Enrique de Portugal "el Navegante" (I duque de Viseu y señor de Covilha), Isabel de Portugal (duquesa consorte de Borgoña) y Juan de Portugal (regidor y gobernador de la Orden de Santiago).
El 19 de julio de 1415 en el Monasterio de San Dionisio en Odivelas, Reino de Portugal, falleció a causa de la peste negra, su madre Felipa de Lancaster. Fue enterrada en la Capela do Fundador en el Monasterio de Batalha.
El 13 de agosto de 1433 en el Castillo de San Jorge en Lisboa, Reino de Portugal, falleció por la peste negra, su padre, el rey Juan I de Portugal, fundador de la Dinastía de Avís. Fue enterrado en la Capela do Fundador en el Monasterio de Batalha, donde también habían sido depositados los restos de la reina Felipa. Fue sucedido en el trono por su hijo Eduardo I de Portugal.
En 1437 durante el reinado de su hermano Eduardo I, Fernando y su otro hermano Enrique el Navegante, lo persuadieron para que lanzara un ataque en Marruecos para conseguir una base mejor con vistas a las futuras expediciones africanas. La expedición no contó con un apoyo unánime ya que algunos nobles se mostraron en contra. El ataque a Tánger fue un fracaso y Fernando y su comitiva fueron dejados como rehenes a cambio de una hipotética rendición de Ceuta que jamás se produjo, muriendo en la prisión de Fez.
Fue enterrado en el Monasterio de Batalha.
En 1470 se iniciaron los trámites de beatificación por la iglesia católica, siendo Papa Paulo II, a instancias de su hermana Isabel de Portugal, duquesa de Borgoña.
En 1471 fallecieron su hermana Isabel de Portugal y el Papa Paulo II ocasionaron que no continuara la causa de beatificación.
En 1629 el dramaturgo español Pedro Calderón de la Barca escribió la comedia "El príncipe constante y mártir de Portugal", en tres jornadas y en verso y editada por primera vez en 1636. En una edición suelta lleva el título de El príncipe constante y mártir de Portugal.
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