domingo, 16 de septiembre de 2018

Tomás de Torquemada (1420-1498)

Tomás de Torquemada nace en Valladolid o Torquemada, Palencia el 14 de octubre de 1420 y muere en Ávila el 16 de septiembre de 1498;  religioso dominico y místico; confesor de la reina Isabel la Católica; Inquisidor General de Castilla y Aragón en el siglo XV; se dice que disfrutaba torturando y quemando a la gente.


Hijo de Pedro Fernández de Torquemada y de Mencía Ortega.  Sus abuelos fueron judíos convertidos a la Santa Fe Católica.  Sobrino del cardenal y prior de los dominicos de Valladolid,  Juan de Torquemada, quien fue confesor del rey Juan II de Castilla.  

Muy joven ingresó en la orden de su tío Juan de Torquemada.  

Se ordenó fraile dominico en el Convento de San Pablo.  

Sólo obtuvo el título de bachiller en Teología y nunca alcanzó el grado de maestro.  

Fue Prior del Convento de Santa Cruz de Segovia, donde impuso la estricta regla dominica y donde su "prudencia, rectitud y santidad" tuvieron una gran influencia sobre los reyes de Castilla y Aragón.

Hizo que su hermana ingresase en un convento de beatas dominicas en lugar de concederle una dote para que pudiera casarse.  

Se le designó como uno de los tres confesores personales de los Reyes Católicos por su prudencia, rectitud y santidad.  


El 11 de marzo de 1482 es nombrado Inquisidor de España.  

El 2 de agosto de 1483 el Papa Sixto IV lo nombra por bula como Iquisidor General de Castilla y León, cargo que haría extensivo a Aragón, Cataluña y Valencia por bula del 17 de octubre del mismo año.

Dictó las ordenanzas de 1484-85 y 1488, que crearon el procedimiento inquisitorial para perseguir a los herejes.  

El 11 de julio de 1486 el Papa Inocencio VIII lo nombró Inquisidor General para toda España.


Durante su mandato fueron quemadas más de 10,000 personas y otras 27,000 sufrieron penas infamantes; consideraba a cualquier niño mayor de 12 años susceptible de ser juzgado; utiliza esta práctica durante 11 años como medida de represión contra los no católicos.  


El 20 de marzo de 1492 presenta a los Reyes Católicos el proyecto de decreto de expulsión de los judíos.   Se le considera autor del Edicto de Granada que ordenó la proscripción de todos los judíos de España para el 2 de agosto de 1492.  

Se dice que el empresario judío Isaac Abravanel (estuvo al servicio de los reyes de Portugal, Castilla y Nápoles, así como de la República de Venecia; padre del filósofo León Hebreo), ofreció al Rey Fernando "el católico" una suma de dinero para retrasar la medida de convertirse cuando el edicto de Granada, al enterarse Tomás de Torquemada, se presentó ante el Rey y le arrojó a sus pies un crucifijo diciéndole:  "Judas vendió a Nuestro Señor por treinta monedas de plata; Su Majestad está a punto de venderlo de nuevo por treinta mil".  



En 1494 el Papa Alejandro VI nombró a cuatro inquisidores más con atribuciones similares a las de Tomás de Torquemada, con la excusa de la avanzada edad del fraile.

En 1496 se retiró al Convento de Santo Tomás de Ávila que él mismo había fundado, desde donde siguió dictando las órdenes de la institución religiosa.

Acumuló una gran fortuna, que procedía en parte de los bienes confiscados a los herejes, que donó a sus parientes y allegados, a los monasterios de Santa Cruz de Segovia y Santo Tomás de Ávila. 

Fue enterrado en el Santo Tomás de Ávila.  En 1572, sus restos fueron trasladados a otra capilla y se cuenta que cuando se abrió la tumba para el traslado de los restos, los que se hallaban presentes contaron que sintieron un especial olor dulce y grato.  Hoy se desconoce el lugar donde reposan sus huesos. 

Sebastián de Olmedo lo llamó "el martillo de los herejes, la luz de España, el salvador de su país, el honor de su orden".



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