Cosme III de Médici nace en Florencia el 14 de agosto de 1642 y muere en Florencia el 31 de octubre de 1723; sexto Gran Duque de Toscana (1670-1723).
El 19 de abril de 1661 se caso por poderes con Marguerite Louise d'Orléans. Margarita llegó a Toscana acompañada por Matías de Médici (hermano del duque de Toscana, Cosme II), y una flota de nueve galeras: tres toscanas, tres genovesas y tres de los Estados Pontificios.
El 12 de junio de 1661 desembarcó el Livorno.
El 20 de junio de 1661 hizo su entrada solemne en Florencia. Su boda, fue el mayor espectáculo que se había visto hasta entonces en Florencia, contó con un séquito de más de 300 carruajes.
Su padre Cosme II como regalo de esponsales, le obsequió una perla del tamaño de un huevo de paloma.
Se dice que Cosme y Margarite Louise solo dormían juntos una vez a la semana.
Carlos Lorena antiguo amante de Marguerite Louise d'Orléans, la visitó en Florencia, alojándose con la familia gran ducal en el Palacio Pitti. El gran duque Cosme II y Cosme la espiaban.
El 9 de agosto de 1663 en el Palazzo Pitti en Florencia, nació su hijo Fernando de Médici, Gran Príncipe de Toscana.
El 22 de mayo de 1664 el príncipe de Toscana, Cosimo III visita Venecia. Filippo Pizzichi describió su viaje en el libro "Viaggio per l'Alta Italia del Ser. Principe di Toscana Poi Granduca Cosimo III", donde cuenta que la fiesta de la Ascensión en San Giorgio Maggiore: "a las 2 de la tarde, se dio la señal con el disparo de dos galeras de que el Dux con el Senado había entrado en el rico Bucintoro de 68 remos".
En septiembre de 1664 Marguerite Louise d'Orléans abandonó sus aposentos del Palacio Pitti y se negó a regresar. Cosme la instaló en la Villa de Lappeggi, donde la vigilaban 40 soldados y 6 cortesanos nombrados, que la seguían a todas partes para evitar que huyera.
En 1665 Marguerite Louise d'Orléans se reconcilió con la familia gran ducal.
El 11 de julio de 1667 en Florencia, nació su hija Ana María Luisa de Médici.
Tras el nacimiento de Ana María Luisa, su esposa Marguerite Louise d'Orléans contrajo viruela.
Entre 1668 y 1669 Cosme de Médici realizó un viaje por España y Portugal acompañado de su séquito. Junto a él viajó arquitecto y pintor barroco Pier María Baldi, quién representó en forma de acuarelas la vista panorámica de algunas de las ciudades que visitaron.
El 3 de marzo de 1669 Cosme de Médici llegó a Compostela. La importancia del viaje radica en los diarios y las acuarelas que realizaron los miembros de su séquito, que hoy constituyen un importante testimonio histórico y artístico.
Lorenzo Magalotti escribe el libro "Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal (1668-1669)".
El 23 de mayo de 1670 falleció su padre, el gran duque Cosme II.
Se convirtió en gran duque de Toscana.
Se interesó personalmente por la administración y las finanzas de estado, animando a sus súbditos a dirigirse a el directamente para cualquier petición. Este sistema no duró mucho y prefirió volver a sus ocupaciones religiosas, mientras estallaba un fuerte rivalidad entre la gran duquesa consorte y la gran duquesa madre por el poder.
Cosme III reinstauró la tradición de admitir a la madre del gran duque en la Consulta o consejo de estado.
Cosme III le asignó a su madre Vittoria la administración diaria de la Toscana, siendo admitida en el Consejo Privado. Esto hizo que frecuentemente se peleara con su esposa Marguerite Louise. La duquesa Victoria, que detestaba a Margarita Luisa por cómo había tratado a Cosme y a ella misma, consiguió que fuera excluida de la política, dejándola solo a cargo de supervisar la educación de su hijo el gran príncipe Fernando.
El 24 de mayo de 1671 en Florencia, nacio su hijo Juan Gastón de Médici, gran duque de Toscana.
A principios de 1672 su esposa Marguerite Louise d'Orléans creía tener cáncer de mama. Su cuñado Luis XIV de Francia le envió al médico personal de Ana de Austria, Alliot le Vieux, para que la atendiera. Alliot de Vieux no entró en el juego de Margarita Luisa, que quería volver a Francia con la excusa de su enfermedad, y diagnosticó que el tumor no era maligno, aunque recomendó una cura de aguas termales. Frustrada por el fracaso de sus planes, Margarita Luisa comenzó a coquetear con un cocinero de su casa.
Cosme III hizo venir a Madame du Deffand, la institutriz que cuidó de Margarita Luisa en su infancia, que ya había intentado, sin éxito, ayudar al gran duque con anterioridad. Cuando llegó Madame du Deffand, Margarita estaba muy deprimida y pidió que le permitieran visitar la villa medicea de Poggio a Caiano, aparentemente para rezar en un santuario próximo. Una vez allí, se negó a volver, lo que dio lugar a un pulso entre ella y el gran duque que duró dos años, puesto que él se negó a permitirle volver a Francia, algo que Margarita pedía en su carta de despedida a Cosme.
Viendo que la misión de Madame du Deffand había fracasado, Luis XIV intentó por última vez una reconciliación de la pareja gran ducal, sin conseguirlo.
Su hijo Gastón creció descuidado por sus padres, ya que su madre volvió a Francia cuando el niño apenas tenía cuatro años y su padre estaba ocupado, sobre todo, en cuidar la educación y la carrera del primogénito, Fernando de Médici, heredero al trono.
Entre 1672 y 1675 el pintor Carlo Dolci realiza un retrato de la emperatriz consorte Claudia Felicidad del Tirol (esposa de Leopoldo I de Austria) como "Santa Gala Placidia", encargado por su primo Cosme III de Medici.
El 26 de diciembre de 1674 Margarita Luisa firmó un contrato con Cosme III en el que se le concedía una pensión de 80,000 libras. Posteriormente se le permitió volver a Francia, a condición de que fijase su residencia en la Abadía de Saint-Pierre de Montmartre cerca de París.
Vittoria se encargo de cuidar a sus nietos: Ferdinando, princesa Anna Maria Luisa y Gian Gastone.
Margarita Luisa volvió cargada con los muebles y enseres de villa Poggio a Caiano. Al ser hija de Gastón de Orleáns, Margarita Luisa se vio obligada en ese contrato a renunciar a sus derechos como princesa de Francia. También le prohibía salir de la Abadía de Saint-Pierre de Montmartre cerca de París.
Margarita visitaba con frecuencia la corte de su primo Luis XIV en Versalles. Luis XIV que no conocía el artículo del contrato que le prohibía abandonar el convento, la recibía a menudo en la corte.
Al principio, Margarita Luisa patrocinó proyectos de caridad en Montmartre y se mostró piadosa. Se vio envuelta en numerosos escándalos, entre ellos un intento de incendiar la Abadía de Saint-Pierre de Montmartre.
Tuvo varios amantes. Tuvo un romance con el conde de Lovigny y después con dos militares.
Cosme III le informó a Margarita de la enfermedad de su hijo mayor, Fernando, que se había posicionado a favor de su madre y mantenía correspondencia con ella.
Su hijo Fernando amaba los placeres mundanos, la artes y la música como Margarita Luisa, mientras que con su padre Cosme, hombre profundamente religioso y beato, las relaciones fueron siempre tensas.
En 1688 abrumada por las deudas, Margarita Luisa escribió a Cosme III para pedirle 20,000 coronas. Cosme de Medici no se mostró muy colaborador. Entonces recurrió a su hijo, esperando que pudiera ayudarla, pero él se negó por temor a molestar a su padre. Finalmente, Cosme III pagó las deudas.
En 1688 el rey Pedro II de Portugal le envió el fragante "Jazmín del Gran Duque", llegó a Boboli desde la costa de Goa como regalo al Gran Duque Cosimo III de Medici que lo utilizó para comer con chocolate, con las flores gelsomino y los granos de cacao procesados en frío para hacer pralinés con un aroma sublime.
En 1690 su hija Ana María Luisa de Médici se casa con Juan Guillermo del Palatinado, príncipe elector del Palatinado. Para tristeza de Cosme III, no tuvieron hijos.
En 1696 heredó una gran suma de dinero de un familiar.
La nueva abadesa comenzó a quejarse a menudo ante el gran duque Cosme III y el rey Luis XIV de Francia. Margarita amenazó con matarla y formó una camarilla en su contra.
Cosme III consintió que Margarita Luisa se trasladara al Convento de Saint-Mandé, con la condición de que solo partiera con el permiso explícito del rey Luis XIV. Como ella no aceptó estos requisitos, se suspendió el pago de su pensión, que reanudó cuando Luis XIV la obligó a ceder.
En el Convento de Saint-Mandé, Margarita Luisa sufrió una transformación: dejó de cometer excesos y dedicó todo su esfuerzo a reformar el convento, que ella llamaba burdel espiritual.
En 1712 su salud comenzó a declinar, tras una apoplejía que le dejó el brazo izquierdo paralizado.
El 31 de octubre de 1713 en Florencia falleció su hijo Fernando de Médici, Gran Príncipe de Toscana.
En 1713 después de la muerte del único de sus hijos por el que había mostrado interés, el príncipe heredero Fernando, contribuyó a un segundo ataque. El regente de Francia, Felipe de Orleáns, permitió a Margarita Luisa comprar una casa en París, donde pasó sus últimos años, manteniendo correspondencia con la madre del regente, Isabel Carlota del Palatinado, y dedicando su tiempo a obras benéficas.
Margarita Luisa fue enterrada en el Cementerio de Picpus en París. Su esposo le sobreviviría dos años más.
En 1716 su hija Ana María Luisa de Médici enviudó y volvió a Florencia.
Se dice que el tiramisú fue como una ofrenda de los pasteleros de Siena al Gran Duque de Toscana, Cosme III de Médici.
En 1857 por voluntad del gran duque Pietro Leopoldo, se dispuso la colocación de los restos de los 49 miembros de la familia Médici. Los primeros análisis confirman que Cósimo I murió a los 65 años de arteriosclerosis. Eleonora medía un metro y medio y que según los historiadores falleció por tuberculosis, quizas sufriera de sifílis, mientras que sus dos hijos, el cardenal Giovanni, muerto a los 19 años, y su hermano García murieron de malaria. Piero de Médici "el Gotoso", no padecía de gota sino de artritis. Cósimo el Viejo tenía altísimo el colesterol. En octubre de 2013 el cuerpo de Ana María Luisa de Médici fue exhumado para una investigación conjunta de la Universidad de Florencia y el Museo Reiss Engelhorn de Mannheim (Alemania).
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