viernes, 19 de abril de 2019

Cristina de Suecia (1626-1689)

Cristina de Suecia nace en Estocolmo, Suecia el 8 de diciembre de 1626 y muere en el Palazzo Riario en el Trastevere en Roma el 19 de abril de 1689; Reina de Suecia (1632-1654), duquesa de Bremen y princesa de Verden (1648-1654); fue conocida por llevar casi siempre ropas de hombre; protectora de las artes y mecenas, siendo llamada la "Minerva del Norte"; abdicó del trono de Suecia en 1654; al convertirse de protestante al catolicismo en 1655, toma el nombre de María Cristina Alexandra Vasa.

Hija del rey Gustavo II Adolfo de Suecia y de María Leonor de Brandeburgo.  El Rey había engendrado con anterioridad dos hijas, una nacida muerta y otra fallecida al año de vida, por lo que las expectativas en torno al tercer embarazo de la Reina habían sido muy grandes dentro de la Corte, que esperaba con ansías un heredero varón para el trono sueco.  
Cristina de Suecia por Jacok Heinrich Elbfas.

A la medianoche del 8 de diciembre de 1626 en el palacio real de Estocolmo, la reina María Leonor entró en labor de parto, dio a luz a una niña, una criatura tan "grande, fea y velluda" que las comadronas creyeron que era un varón.   Por eso inicialmente anunciaron que era varón.  Al día siguiente de su alumbramiento cuando la tía de Cristina se atrevió a contarle a su hermano, el rey Gustavo II Adolfo, que era niña.  "Confío que esta niña me valdrá como un varón”, dijo su padre, encantado de la niña, a la que bautizó Cristina y que sería su sucesora como Reina de Suecia.

La mayoría de quienes conocieron a Cristina de Suecia coinciden en que la reina era físicamente un rey, un hombre en todos los aspectos.  Algunas crónicas relatan que la joven princesa acompañaba a su padre en sus viajes siendo aún apenas un bebé y que la pequeña disfrutaba especialmente con el sonido de los cañones.  

Fue criada más como un príncipe que como una princesa.  La historiadora del arte Therese Sjovoll cuenta que no solo se comportaba como un hombre sino que era tratada como un hombre.

El Consejo del Reino acuerda aceptar a una mujer como sucesora en el trono, si se daba el caso, en 1627 su padre, decide confirmarla como su heredera con todos los derechos a la corona, si no nacían otros hijos varones.  

En 1632 con solo cinco años, se convierte en reina de Suecia, si bien se nombró como regente hasta su mayoría de edad a Carl Gyllenhielm (hijo ilegítimo del rey Carlos IX) y como mano derecha de la pequeña a su tía, Catalina Vasa; siendo separada de su madre, que había enloquecido tras la muerte del rey.  

Recibió  una educación propia de un príncipe heredero, supervisada por el teólogo Johannes Matthiae Gothus; recibió instrucción militar (era una espadachín de primer orden) y fue iniciada en las más diversas escuelas filosóficas y artísticas.  
Cristina de Suecia por David Beck.

Logró dominar varios idiomas, como el alemán, el francés, el español, el italiano y el latín.  

El 17 de julio de 1640 su madre se fugo, descolgándose por una ventana del castillo, acompañada por una de sus criadas y disfrazada de campesina, burló la vigilancia a la que estaba sometida, escapó  y llegó a la costa donde la esperaban dos navíos daneses que la condujeron hasta Dinamarca; Cristina, entonces de catorce años, recibió la noticia de lo que su madre había hecho "quedó abatida y se puso a llorar de manera incontrolable, cayendo enferma de tristeza por el insulto y la humillación de saber que su madre era huésped del rey de Dinamarca.  Madre e hija no volverían a encontrarse hasta diez años después.  

En 1644 llegó a su mayoría de edad por lo que es coronada, aunque la ceremonia tardaría en celebrarse cuatro años a causa de la guerra que enfrentó a Suecia con Dinamarca.  
Cristina de Suecia por David Beck.


Pierre Michon Bourdelot un hombre de ideas muy peculiares  al que le gustaba beber, perseguir criadas y que amaba la vida  sensual, se convertiría en poco tiempo en uno de los hombres de confianza de la joven Cristina.  

Pierre Michon Bourdelot la aconsejó que bajara su ritmo de actividad, la puso una dieta ligera basada en fruta y líquidos  y procuró que se divirtiera más organizando en la austera corte sueca bailes y representaciones de ópera y teatro que distrajeran a la reina.  

Durante su reinado, invitó a innumerables intelectuales de toda Europa a visitar la corte sueca y contribuir al desarrollo cultural del país escandinavo.  

En 1650 invitó al filósofo René Descartes a Estocolmo y se reúne con él todos los días para discutir las más variopintas cuestiones metafísicas.  

Como actriz, fue protagonista de varios dramas escritos por Georg Stiernhielm, que se representaban con todo lujo en los salones del palacio real.  

En 1647 el Consejo del Reino le sugiere un futuro matrimonio, el 26 de febrero de 1649 les da su respuesta "no contraería matrimonio alguno", excusándose de dar motivos.  

Se cree que era lesbiana, por la relación tan íntima con su prima Ebba Sparre.  
Ebba Sparre por Cora Wandel.

El 20 de octubre de 1650 en Estocolmo fue coronada reina de Suecia, nombrando como su sucesor a su primo Carlos Gustavo (futuro rey Carlos X Gustavo).  


Poco después sufre una grave crisis nerviosa.  

En 1653 funda la Orden del Amaranto.  

Dona al rey Felipe IV de España los dos principales tesoros de su pinacoteca, las obras de Alberto Durero "Adán y Eva" (que se exhiben en el Museo del Prado). 

En agradecimiento a Felipe IV por el envío de 30 caballos, le mandó un cuadro suyo montando uno.  
Cristina de Suecia por Sebastian Bourdon 1653-1654
Cuadro regalado al rey Felipe IV de España.

En 1653 cuando ya tenía planes de abdicar y marcharse de Suecia, ordenó hacer una lista de unos 6,000 libros y manuscritos y los envió a Amberes junto a algunas de las valiosas pinturas, esculturas y tapices, que a la caída de Praga formaron parte del botín de los suecos. 

En febrero de 1654 comunica al Consejo del Reino, su decisión de abdicar a la corona.  

El 6 de junio de 1654 en el castillo de Upsala, abdica en favor de su primo Carlos X Gustavo; para su manutención se hizo un acuerdo económico.  

Una vez que su primo Carlos Gustavo fue investido como Soberano, emprende su viaje, pasando por Nyköping, despidiéndose de su madre; continuó hasta el puerto de Halmstad, donde licenció a su comitiva, embarcándose hacia Hamburgo.  

Se instaló en Amberes, donde disfruta de la vida cultural de la urbe flamenca, para de allí seguir hasta Bruselas en Flandes, donde estuvo bajo la protección del rey español Felipe IV.  

Cuando Cristina dejó Suecia continuó escribiendo apasionadas cartas de amor a Ebba Sparre, en la que le contaba que siempre sería su amante.  

En 1654 hizo oficial su cambio de su religión protestante de nacimiento al catolicismo.  

El Papa Inocencio X, poco antes de morir, acepta su conversión; en abril de 1655 es elegido el Papa Alejandro VII, quien acepta su intención para radicar en Roma, haciendo su cambio de fe en forma pública antes de su llegada a Roma.  
Alegoría de la sumisión de Cristina a la iglesia católica
y al Papa Alejandro VII por Angelo Trevisani.

El 23 de diciembre de 1655 hace su entrada oficial en Roma, montando en un caballo blanco y seguida de un gran cortejo; en la Porta del Popolo se graba, para recordar esta ocasión, la leyenda "Por una feliz y auspiciosa entrada en el año del Señor 1655".  

En la víspera de la Navidad de 1655 el duque Carlos II de Gonzaga ofrece un banquete a la reina Cristina, preparado por el cocinero Bartolomeo Stefani, donde se incluyeron cuchillo, tenedor, cuchara, vaso, un plato y una servilleta, en lugar de los cuencos usados en esa época.

El 28 de febrero de 1656 se celebraron festividades en honor a la reina Cristina de Suecia en el patio del Palazzo Barberini.


El 7 de julio de 1656 Cristina de Suecia, visita los Museos Capitolinos en Roma.  Se colocaría un monumento conmemorativo de su visita.


En Roma empezó a coleccionar a gran escala, sobre todo escultura.  
 Las artes alrededor del busto de Cristina de Suecia
por David Klöker Ehrenstrahl.

Mandó hacer las copias helenísticas de las 8 musas de la Villa del emperador Adriano en Tívoli y a la Musa Talía se le añadió su rostro.  



El día de Navidad, recibe la confirmación y la comunión del Papa Alejandro VII en la Basílica de San Pedro, eligiendo el nombre de Alexandra para su confirmación y el de María por solicitud del Papa:  María Cristina Alexandra Vasa.  

En 1657 pretende convertirse en Reina de Nápoles en contra del mandato de España e incluso convertirse en Reina de Polonia; fracasa en ambas empresas y regresa a Roma, donde continúa con su vida dedicada a la cultura y al ocio.  
Cristina de Suecia como Diana por Domeni Cermi 1660.

En 1659 establecía su residencia en el Palacio Riario diseñado por Bramante y muy próximo al Vaticano.  Será entonces cuando empezará a coleccionar a gran escala, sobre todo a partir de 1661, cuando recibe una importante cantidad de dinero del Gobierno de Suecia. 

La mayoría de esculturas que adquirió, son copias romanas de obras griegas restauradas por alumnos de Bernini.   

Su primo, el nuevo rey de Suecia, le cortó los fondos y Cristina se fue quedando sin dinero, teniendo que limitar su patrocinio de las artes.

A pesar de todo,, pudo abrir el primer teatro de ópera público de Roma, llamado el Teatro Tordinona, que por primera vez le dio al público general acceso a obras que hasta ese momento solo podían verse en las casas de los ricos.

Participó en la fundación de una academia literaria que sobrevive hasta el día de hoy:  La Academia de la Arcadia.

Se dice que Cristina de Suecia tuvo una relación sentimental con el cardenal Decio Azzolino, que duro hasta su muerte.
Azzolino por Jacob-Ferdinand Voet

En 1679 Gian Lorenzo Bernini quiso darle su última obra "Cristo Salvatore" como regalo a Cristina de Suecia pero ella lo rechazo al no poder darle objeto de igual valor, pero en su testamento, el maestro, legó la obra a la exreina sueca.   

En 1686 emite un manifiesto defendiendo a los judíos de Roma.  

Escribe una autobiografía que dejo inconclusa.

En febrero de 1689 mientras visita los templos de Campania, cae gravemente enferma.  

Su cuerpo embalsamado y exhibido al público durante cuatro días y miles de personas se acercaron para rendirle tributo.

Fue enterrada en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.  
Monumento funerario en Basílica de San Pedro por Carlo Fontana.

Las reinas Carlota de Chipre y Cristina de Suecia, la noble Matilde de Canossa y la princesa María Clementina Sobieska son las únicas cuatro mujeres que, sin pertenecer a una orden religiosa, sus restos descansan en la Basílica de San Pedro del Vaticano.  

En su testamento nombro al cardenal Decio Azzolino como su heredero universal, quien fallecía poco después y quien dejó su herencia a su sobrino Pompeyo Azzolino, un noble arruinado que pronto ofreció la colección a la venta.  La mayor parte será adquirida por el duque de Bracciano, Livio Odescalchi (sobrino del Papa Inocencio IX), a cuya muerte en 1713 se dispersará definitivamente.  Su heredero Baltasare Odescalchi, dividirá la colección en diversos lotes para su mejor venta:  pinturas, libros, esculturas, etc., siendo la parte correspondiente a "esculturas, urnas, relieves y otras piezas de arqueología en piedra", adquirida por el rey Felipe V de España en 1724, por 50,000 escudos, para decorar el Palacio de la Granja de San Ildefonso.

Sabemos por un inventario del Archivo Nacional de París que a su muerte poseía unas 120 esculturas de mármol, expuestas en su Palacio Riario de forma temática en las diez salas del parterre.  Éstas se disponían entre columnas de mármoles de colores y sobre pedestales con decoraciones de alabastro y de relieves antiguos.  Casi 70 eran de época romana, algunas pertenecientes a la desmembrada colección de escultura clásica del emperador Rodolfo II y otras adquiridas en Roma, como la serie de 8 Musas que se conservan en el Museo del Prado, y el resto eran bustos contemporáneos.

Pedro Calderón de la Barca escribió su auto sacramental "La protestación de la fe", basándose en la vida de la reina Cristina.   


"Los hombres siempre desaprueban lo que no son capaces de hacer" 
Cristina de Suecia.


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