Marqués de Sade (1740-1814)

Donatien Alphonse François de Sade conocido como el marqués de Sade nace en París, Francia el 2 de junio de 1740 y muere en Charenton-Saint-Maurice, Val-de-Marne, Francia el 2 de diciembre de 1814; escritor francés; hombre disoluto; autor de Justine o los infortunios de la virtud, Historia de Aline y Valcour y otras numerosas novelas, cuentos y piezas de teatro; es uno de los espíritus más libres que ha existido; de su nombre se deriva el concepto sadismo, sadomasoquismo.

Hijo único del conde de Sade, Jean-Bastiste François Joseph y de Marie Eleonore de Maille de Carman.

En sus primeros años fue educado por el noble Luis José de Borbón-Condé.

Ingresó en el prestigioso colegio jesuita Louis-le-Grand.  

A la edad de 14 años, su padre lo sacó del Colegio Louis-le-Grand para destinarlo a una carrera militar. 

Su tío, el abate de Sade, un erudito libertino seguidor de Voltaire, ejerció sobre él una gran influencia. 

Ingreso en la Escuela de Caballería de la Guardia Real, donde se graduó como teniente.  

Participó en la Guerra de los Siete Años (1756-1763).  

Se distingue en una batalla cerca del Rin y recibe de manos de Luis XV una cruz al valor. 

En 1763 contra su voluntad, contrajo matrimonio con Renée-Pélagie de Montreuil.  La pareja se conoció hasta el día de su boda.  La novia llevaba una respetable dote de 300,000 libras, para compensar su evidente falta de encantos. 

Se instaló en el castillo de su la familia de su esposa en Échaffars.

El 29 de octubre de 1763 al cumplirse los cinco meses de su boda, fue detenido por primera vez por orden del rey y conducido a la que será su primera prisión en la ciudadela de Vincennes.  Su acusadora Jeanne Testard, una joven prostituta víctima, se declara embarazada, cristiana y asustadiza.  Solo estuvo preso 15 días. 

Se dice que tuvo un romance con su cuñada Anne Prospere, quien era abadesa en un convento.

En 1767 falleció su padre.  Heredó el título de conde de Sade, en su caso como marqués, pues era costumbre en su familia emplearlos alternativamente.

El 16 de abril de 1767 fue ascendido al grado de capitán comandante en el Regimiento del Maestre de Campo de Caballería.

En 1768 fue acusado de torturas por su criada y fue encerrado, aunque fue liberado al poco tiempo por orden real.  

En 1768 abandonó a su esposa Renée. 

En 1769 Rose Keller acudió a la comisaría francesa de Arcueil,  para denunciar que la habían fustigado, cortado con un cuchillo y vertido cera hirviendo sobre sus heridas, la mujer acusó al marqués de Sade.  Pasó en prisión siete meses 

Montó un teatro en el Castillo de Lacoste y formó una compañía con un repertorio superior a las veinte obras. 

En 1772 tras una orgía con varias prostitutas, fue acusado de haberlas envenenado con el afrodisíaco llamado la mosca española, el mismo que pudo estar detrás de la muerte de Fernando "el Católico".  Tras un larga jornada de orgía, dos de las muchachas sufrieron una indisposición que remitió pasados unos días. 

En 1772 fue juzgado y condenado a muerte por delitos sexuales  y envenenamiento, sin que la recuperación de las mujeres fuera prueba suficiente de su inocencia.  

Logró huir a Génova.  

En Chambéry (Saboya), Reino de Cerdeña, fue detenido por petición de su suegra, la señora de Montreuil.  Estuvo encerrado en el Castillo de Miolans (en Saint-Pierre-d'Albigny) durante cinco meses.  Consiguió evadirse con la ayuda de su esposa Renée y se refugió en Italia, probablemente también en España. 

En 1775 en el informe de su viaje a Roma, el marqués de Sade relata que el Papa Julio II tenía el deseo de ser enterrado en el antiguo mausoleo de Sant'Agnese fuori le mura o la Basílica de Santa Inés Extramuros:  "Probablemente sea un placer para el viejo papa, escribe De Sade, imaginar su cuerpo en el lugar donde descansaba una virgen".

El 13 de febrero de 1777 enterado de que su madre estaba agonizando, regresó a París junto con su esposa.  Esa misma noche, fue capturado en el hotel donde se hospedaban.  Fue encarcelado en la fortaleza de Vincennes por mediación de su suegra.

Estuvo 13 años en la prisión de Vincennes, a pesar de que su causa fue anulada por irregularidades solo un año después de su ingreso. 

En 1783 le escribió a su esposa: "Mátame o acéptame como soy, porque no voy a cambiar".  

En 1784 la prisión de Vincennes fue cerrada y Sade fue trasladado a la Bastilla.

En julio de 1789 desde la ventana enrejada de la torre, donde estaba encerrado, arengó a la multitud con un caño de desagüe.  

En 1789 estalló la Revolución Francesa y se liberó a los presos de la Bastilla, Sade salió libre gracias a un indulto concedido por la Asamblea Nacional.  

La noche Viernes Santo, 13 de marzo de 1790 y con 51 años, salió libre.

En 1792 fue nombrado secretario del Club Jacobino, coincidiendo con el comienzo del reinado del terror a manos de Robespierre. Escribió diversos discursos, como el pronunciado en el funeral de Marat.  Al poco tiempo abandonó su puesto.  

Sus suegros, los Montreuil solicitaron el amparo del marqués de Sade, cuando su domicilio fue precintado y ellos acusados de extranjeros.  Sade ofreció su ayuda a sus suegros (quienes lo habían mantenido trece años encarcelado en Vincennes y La Bastilla) y se encargó de que no fueran molestados durante el tiempo que permaneció en el cargo.

Su apoderada y más duradera amante, Madame Quesnet se esfuerza en probar la fidelidad de Sade a la causa revolucionaria. 

En 1795 publicó la novela "La filosofía en el tocador" sobre las perversiones de un grupo de libertinos.  

En 1801 circuló un panfleto anónimo que satirizaba al partido en el poder.  Sade fue acusado de ser el autor.  Sin juicio, fue encerrado en el asilo mental de Charenton, donde pasó el resto de sus días, privado incluso de la libertad de escribir.   Gracias a la asistencia de su familia, que se encargó de pagar su estancia y su manutención.

Sus últimos años los pasó en el Hospicio de Charenton, dirigiendo obras de teatro, donde actuaban los locos para un público de burgueses adinerados.  

Mantuvo una relación con la bella Constance Quesnet, una joven de 12 años.

En 1809 le escribe en tercera persona a Napoleón Bonaparte, quien ha reinstaurado en todo su esplendor el cetro y el incensario coronándose emperador de Franciam diciéndole "...desde hace nueve años, en tres prisiones consecutivas, la más desgraciada vida de este mundo.  Septuagenario, casi ciego, abrumado de gota y de reumatismos en el pecho y el estómago que le hacen sufrir horribles dolores..."  Napoleón no se dejó conmover por los acentos lastimeros de Sade y escribiendo, también en una tercera persona mayestática, el Memorial de Santa Helena, dice haber leído en su día una novela de Sade, "el libro más abominable que haya concebido la imaginación más depravada", que llevó a su autor preso, situación que al emperador le sigue pareciendo apropiada para semejante vulnerador de la moral pública.

El 7 de julio de 1810 su esposa Renée falleció.  

El nuevo rey de Francia, Luis XVIII fue más severo con Sade, y trató de recluirlo carcelariamente en su cuarto y suspender las funciones teatrales del hospital.

Fue sepultado luego de una ceremonia religiosa, en contra de su voluntad, en el Cementerio de San Mauricio en Charenton.

Pasó un total de 27 años de su vida encerrado:  fue encarcelado bajo el Antiguo Régimen, la Asamblea Revolucionaria, el Consulado, el Primer Imperio francés y la Restauración Borbónica. 

Usaba el seudónimo Louis-Aldonze  Mazan con el que firmó  algunos escritos.  

Fue llamado por sarcasmo "Divino Marqués".

Practicó todos los géneros literarios de su época:  novela, ensayo, poesía, teatro.  

Es el primer escritor en describir con rigurosidad científica todas las aberraciones sexuales.  

En sus obras son característicos los antihéroes, protagonistas de las más aberrantes violaciones y de disertaciones en las que, mediante sofismas, justifican cínicamente sus actos.  

Le son atribuidas las obras "Los 120 días de Sodoma", "La filosofía en el tocador", "La nueva Justine y Juliette".  

Sus libros fueron prohibidos poco después de su muerte.  Sus obras estuvieron incluidas en el Índice de libros prohibidos de la Iglesia Católica.

Uno de sus hijos quemó todos los manuscritos inéditos, incluida una obra en varios volúmenes "Les Journées de Florbelle", que había seguido escribiendo hasta que le fallaron los dedos. 

Cuando falleció, sus hijos prohibieron que se mencionara su nombre.  Siglos después, sus descendientes lo reivindicarían. 

El 1904 un psiquiatra berlinés publica una edición restringida de la copia de Las 120 jornadas de Sodoma que, había sobrevivido al asalto de la Bastilla.   Pronto empieza a hacerse realidad la profecía de Apollinaire de que el marqués de Sade dominaría el Siglo XX. 

En 1949 Octavio Paz le dedicó el hermoso poema:  El prisionero.  

Pierre Klossowski publicó "Sade mi prójimo".  

Pier Paolo Pasolini filmó la película "Salò o las 120 jornadas de Sodoma". 

En 1990 Rafael Conte publicó el relato en primera persona "Yo, Sade".  

En 1999 Gonzalo Suárez publicó la novela "Ciudadano Sade".  

En 2014 el periodista Gérard Badou publicó la novela "Renée Pélagie, marquesa de Sade".  

Yukio Mishima escribió la obra de teatro "Madame de Sade".

En 2015 el gestor de la Casa de Sade, Hugues de Sade revela la existencia de la biblioteca, emparedada entre dos muros, en el Castillo de Condé-en-Brie:  contenía todos los manuscritos del marqués de Sade.