Felix Constantin Alexander Johann Nepomuk ao Salm do Salm nace en el Castelo Anholt, Principado de Salm, Prusia (hoy Alemania) el 25 de diciembre de 1828 y muere en Gravelote, Francia el 18 de agosto de 1870; principe y aventurero, que sirvió como oficial a las fuerzas armadas de Prusia, Austria, paticipando en diversas guerras en América y Europa; acompañó al emperador Maximiliano I de México (1864-1867).
Hijo de Wilhelm Florentin fürst zu Salm-Salm y de Flaminia Zu Salm di Rossi. Hermano de Alfred Konstantin, Fürst zu Salm-Salm, Emil Maximilian Joseph Zu Salm prince Salm-Salm y Ottlile Haas.
Miembro de una familia con orígenes medievales.
Desde los 18 años sirvió en el ejército prusiano, donde por indisciplina tuvo muchos problemas con sus superiores, esto lo hizo buscar mejor suerte en las fuerzas austriacas, donde se desempeñó como teniente.
En 1859 participó en la Guerra franco-austriaca.
La vida fuera del código militar que llevaba provocó su expulsión del ejército austriaco.
En 1861 huyó de Europa rumbo a EEUU, por las deudas acumuladas y por enemistades con algunos caballeros. Recién había estallado la Guerra de Secesión, se integró a las fuerzas de la Unión.
Formó parte de la División Alemana del general Louis Blenker como jefe de su Estado Mayor.
Fue comandante de una brigada, con el título de general.
Fue gobernador de la Georgia del norte por breve tiempo.
En 1862 en EEUU contrajo matrimonio con Agnes Elizabeth Winona Le Clerc Joy, una mujer aventurera, atractiva y excéntrica.
A falta de hijos, tuvieron un perrito llamado Jimmy, que los acompañó en sus peripecias americanas.
En 1865 se trasladó a México para ofrecer sus servicios al emperador Maximiliano.
En julio de 1866 fue nombrado coronel de Estado Mayor y agregado a la plana mayor del general francés Neigre.
El emperador Maximiliano le concedió licencia para traer a su esposa, quien estaba en La Habana.
Los principes de Salm Sal volvieron a México.
Se trasladó por Pachuca a Tulancingo, para relevar a un destacamento del Cuerpo Austriaco.
En 1867 luego de que comenzaran a salir los franceses de México, Maximiliano se hizo acompañar únicamente de mexicanos. Se unió a las tropas de Santiago Vidaurri y así fue como logró llegar también a Querétaro.
Maximiliano lo nombró general de brigada y primer ayudante de campo.
El 17 de abril de 1867 durante el Sitio de Querétaro, en la madrugada de ese día, el emperador Maximiliano lo comisiona para que intente salir de Querétaro sitiado por los republicanos del presidente Benito Juárez; le pide que trate de llegar a Ciudad de México con y por noticias; que busque diplomáticos con influencias ante los republicanos, desde el punto de vista humanitario, para que no se fusile a los imperialistas caídos y por caer prisioneros, asimismo le pide solicite la intervención del delegado estadounidense para que le brinde protección en caso de que cayera prisionero como ya se vislumbraba; también le indica conseguir dinero, amen de que atienda otros pequeños encargos personales; el intento del príncipe por salir de Querétaro, fracasa.
El 15 de mayo de 1867 en Querétaro, fue hecho prisionero junto con el emperador Maximiliano, Miguel Miramón y Tomás Mejía por las tropas republicanas del general Mariano Escobedo.
Desde la aprehensión de ambos, Inés empezó a planear cómo salvar a su marido y al emperador.
Su esposa Inés logró entrevistas con el general Porfirio Díaz en Ciudad de México y con el general Mariano Escobedo en Querétaro, a fin de obtener el permiso de visitar a Felix y al emperador Maximiliano.
Félix inició los preparativos para la fuga, con la finalidad de evitar la comparecencia ante el tribunal de guerra y la muy probable sentencia de muerte.
Los diplomáticos se echaron para atrás, especialmente el barón Lago, embajador austriaco.
Las noticias que su esposa Inés recibía, a través de sus contactos, no eran buenas, por ello se dio a la tarea de preparar el segundo plan de fuga.
Este último plan de fuga le fue comunicado al general Mariano Escobedo, quien reforzó la vigilancia, alejó al príncipe de Salm Salm de la prisión del emperador Maximiliano y expulsó de Querétaro a la princesa Inés y a los representantes diplomáticos.
ines se presentó en San Luis Potosí. Se presentó de nuevo con José María Iglesias, a quien le pidió una nueva cita con Benito Juárez. Aunque el presidente Benito Juárez sabía muy bien que ella, era la autora de los planes de fuga de Maximiliano, la recibió. Cuando Inés se encontró ante Benito Juárez, pidió el indulto para Felix y el emperador Maximiliano. El presidente Benito Juárez manifestó que tenía algunos temores de no poder hacer nada por el emperador pero que en cuanto a su marido empeñaba su palabra de honor que no sería fusilado.
Hasta principios de julio de 1867, las autoridades mexicanas permitieron a Ines regresar a Querétaro a reunirse con Félix y su querido Jimmy.
Las autoridades mexicanas no le aplicaron un castigo por intentar sobornar a los guardianes de Maximiliano, porque, siendo ella estadunidense, lo que menos necesitaban los republicanos era un incidente con Washington.
El matrimonio regresó a Europa, donde se supo de todos sus intentos por salvar la vida de Maximiliano.
En 1870 se incorporó al ejército del Rin, que se enfrentaría a las tropas francesas.
El 18 de agosto de 1870 en la Batalla de Gravelotte fue herido por una bala atravesó su pecho y murió tres horas después. Ines no pudo llegar a tiempo para decirle adiós. Le entregaron a Inés el cuerpo de su esposo, una carta escrita por él antes de la terrible Batalla de Gravelotte.
El 27 de abril de 2010 se publica "My Diary in Mexico in 1867, including the last days of the Emperor Maximilian; with leaves from the diary of the Princess Salm-Salm, etc."
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