viernes, 21 de diciembre de 2018

Santo Tomás de Canterbury (1118-1170)

Tomás Becket conocido como Santo Tomás de Canterbury nace en Londres, Reino Unido el 21 de diciembre de 1118 y muere asesinado a cuchilladas en Canterbury, Reino Unido el 29 de diciembre de 1170; Lord Canciller de Inglaterra; Arzobispo de Canterbury; mártir por la Iglesia católica y la Iglesia anglicana; el 12 de julio de 1174 es canonizado por el Papa Alejandro III.

Nació en una familia burguesa originaria de Ruan, Francia.  

Fue educado por los monjes del Convento de Merton.  

Estudia teología en París y Bolonia.  

El noble Richer de l'Aigle introdujo en la Corte.  

A los 24 años consiguió un puesto como ayudante del Teobaldo, arzobispo de Canterburry, éste lo ordenó de diácono y lo encargó de la administración de los bienes del arzobispado.  

Fue tutor y amigo íntimo y compañero de juergas y cacerías del joven príncipe Enrique (futuro rey Enrique II).  

Fue enviado varias veces a Roma a tratar asuntos de mucha importancia.  

En 1154 Enrique fue coronado rey y no tardó en enfrentarse a Teobaldo por el control de la Iglesia de Inglaterra.  

En 1161 el arzobispo Teobaldo falleció y el rey Enrique II de inmediato pensó en Tomás como el mejor candidato para ocupar dicho cargo, pero éste se negó muy cortésmente alegando que él no era digno para tan honorable puesto.  Un Cardenal de mucha confianza del Papa Alejandro III lo convenció de que debía aceptar, y al fin aceptó.  

Tomás le hizo una profecía "Si acepto ser Arzobispo me sucederá que el rey que hasta ahora es mi gran amigo, se convertirá en mi gran enemigo".  Enrique II no creyó que fuera a suceder así, pero sucedería.  

Fue ordenado de sacerdote y luego consagrado como Arzobispo en 1162, pidiendo a sus ayudantes que en adelante le corrigieran con toda valentía cualquier falta que notaran en él.  

Consiguió que el Papa Eugenio III se hiciera muy amigo del rey Enrique II de Inglaterra, éste en acción de gracias por tan gran favor, lo nombró Canciller o Ministro de Relaciones Exteriores en 1164.  

El conflicto estalló con la desaprobación papal a las Constituciones de Clarendon (1164), por las que el rey pretendía someter al clero inglés a la jurisdicción ordinaria.  

Los obispos y Tomas tuvieron que doblegarse ante la corona.  Tuvo que devolver las tierras y castillos que se le habían entregado como canciller.  

En enero de 1164 en Clarendon tuvo que jurar obediencia en público a las leyes inglesas.   

Por defender la justicia y la Iglesia es obligado a desterrarse de la sede Canterbury y de Inglaterra.  

Vivió exiliado en Francia.  

En noviembre de 1170 al cabo de seis años regresó a Inglaterra, tras haber recibido garantías de Enrique II de que no sería perseguido.  

Padeció mucho, e inició una furiosa campaña con amenazas de excomunión incluidas.  

Se dice que un día Enriqiue II excalmó "¿Cómo es posible que, entre todos los vagos y traidores a los que he cargado de riquezas, ninguno sea capaz de evitar que un clérigo de baja cuna se burle de mí?", los caballeros que lo escucharon, se reunieron en el Castillo de Saltburn en Kent para planear el asesinato; después cabalgaron hasta Canterbury con sus armaduras y espadas.   

Los cuatro caballeros ingleses (Reginald Fitzurse, Hugh de Morville, William de Tracy y Richard Brito) entraron en la Catedral de Canterbury y mataron a sangre fría a Tomás delante de sus fieles.  

Murió diciendo:  "Muero gustoso por el nombre de Jesús y en defensa de la Iglesia Católica".  

El Papa Alejandro III lanzó excomunión contra el rey Enrique, el cual profundamente arrepentido duró dos años haciendo penitencia y en 1172 se reconcilió otra vez con su religión y desde entonces se entendió muy bien con las autoridades eclesiásticas.  

La Catedral de Canterbury se convirtió en su santuario, atrayendo a peregrinos de toda Inglaterra y Europa.  



En 1387 la popular devoción a Tomás Becket inspiró los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, compuesta de relatos entre un grupo de peregrinos que viajan desde Londres para visitar el santuario en Canterbury.  

Enrique VII de Inglaterra envió la túnica ensangrentada de Tomás como regalo al Papa.  

En 1538 el Enrique VIII de Inglaterra destruyó su santuario en Canterbury.  

En 1992 se abrió en Santa Maria Maggiore, se abrió un relicario o cofre que contenía un objeto sagrado y que se dijo era la túnica de Toomás Becket manchada de su sangre.  

En 1995 John Butler publicó el libro "The Quest for Becket’s Bones:  the Mystery of the Relics of St Thomas Becket" (La búsqueda de los huesos de Becket:  el misterio de las reliquias de santo Tomás Becket).  

En 2020 con ocasión del 850 aniversario del asesinato de Tomás Becket, el Vaticano prestará la túnica manchada de sangre del mártir a su original Catedral de Canterbury.


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