Saturnino Herrán (1887-1918)

Saturnino Efrén de Jesús Herrán Guinchard conocido como Saturnino Herrán en Aguascalientes, Ags., el 9 de julio de 1887 y muere en Ciudad de México el 8 de octubre de 1918, a la edad de 31 años; pintor; considerado como uno de los renovadores del arte nacionalista en México; autor de "Herlinda",  "La criolla con rebozo", "Mujer con calabaza", "El trabajo", "Molino de vidrio", "Vendedoras de ollas"; su colección de "Criollas"; las obras monumentales "Nuestros dioses" y "La leyenda de los volcanes".

Autorretrato.

Hijo del escritor y dramaturgo José Herrán y Bolado y de Josefa Guinchard.  Padre del químico José Francisco Herrán.  Abuelo del documentalista y cineasta Saturnino Herrán Gudiño.  

En su casa estaba la única biblioteca que entonces había en Aguascalientes, misma que era visitada por literatos y artistas.  

Desde muy niño, se distinguió por su afición a las bellas artes.   

En 1901 ingresó al Instituto de Ciencias de Aguascalientes, para realizar sus estudios de preparatoria, tuvo como maestros a José Inés Tovilla y Severo Amador; aqui se reencontró con sus amigos de infancia, Ramón López Velarde y Enrique Fernández Ledesma.  

A la muerte de su padre y debido a la mala situación económica de su familia, se establece en Ciudad de México.  

Consiguió un empleo en las oficinas de Telégrafos Nacionales.  

En 1903 se inscribe en los cursos nocturnos de la Escuela de Bellas Artes.  

Autorretrato.

Inició sus estudios de dibujo y pintura con José Inés Tovilla y Severo Amador.  

En 1904 ingresa a la Academia de San Carlos, para tomar clases de dibujo de desnudo y modelo vestido, que impartía el maestro catalán Antonio Fabrés.  También fueron sus maestros Julio Ruelas, Leandro Izaguirre y Germán Gedovious.  Entre sus compañeros estaban Diego Rivera y Roberto Montenegro.  

En 1905 fue nombrado meritorio en la Inspección de Bellas Artes y Artes Industriales.  

En 1906 pasó a ser meritorio de la Inspección de la Enseñanza Musical.  

En 1907 realiza diversos trabajos como dibujante del Museo Nacional.  

En 1907 fue nombrado profesor de dibujo, siendo todavía alumno en la Academia de San Carlos.  

En 1908 comenzaría lo que los especialistas han denominado la etapa de "consolidación profesional de Saturnino Herrán", la cual comprende hasta 1911.  

Saturnino Herrán - Alegoria del trabajo 1908-1910

A los 21 años pinta la "Labor" en la que retrata episodios asociados al trabajo artesanal e industrial, considerada su primer obra cumbre. 

Saturnino Herran - La Labor.

En 1909 fue nombrado profesor interino de dibujo en la Academia de Bellas Artes.  

Saturnino Herran - La cosecha 1909

Para los festejos del primer Centenario del inicio de la de Independencia, se construyó un pabellón para albergar obras de artistas españoles como Joaquín Sorolla, Ignacio Zuloaga, José Benlliure, Ramón Zubiaurre y Diego García Rodríguez y cuando los artistas mexicanos, maestros y alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes se enteraron, exigieron tener también un espacio para presentar su trabajo.  

Entre julio y septiembre de 1910 realizaron sus pinturas, se presentaron unas 40 estatuas, 300 telas, dibujos y grabados de Saturnino Herrán, Germán Gedovius, Jorge Enciso, Romano Guillermín, José Clemente Orozco, Gonzalo Argüelles Bringas, Joaquín Clausell, Adolfo Best Maugard, Roberto Montenegro, el Dr. Atl y el escultor Fidencio Nava, "por aclamación y rechifla" se eligieron las piezas que exhibirían.   

Saturnino Herran - La Ofrenda 1913

Su obra "La Ofrenda" fue la portada del Libro de Texto Gratuito para Quinto Año.

En 1914 contrajo matrimonio con Rosario Arellano, con quien tiene a su hijo José Francisco Herrán.  

Saturnino Herran - Los ciegos 1914

En 1915 la Escuela Nacional de Bellas Artes lo nombró profesor titular de la cátedra de dibujo al desnudo, al tiempo que imparte clases de dibujo como maestro titular de la Escuela Nacional de Maestros.  

Adoptó como tema de sus obras las costumbres cotidianas, tradiciones y formas de vida del pueblo mexicano.  

Saturnino Herran - El quetzal 1916

En sus obras pintó con dignidad y orgullo a los indígenas mexicanos, en lienzos calificados como majestuosos.  

Saturnino Herran - Joven con calabaza 1917

Saturnino Herrán diseñó el logo del guerrero águila que adorna las portadas de la Editorial Porrúa.  Esta imagen acompaña las portadas de la colección “Sepan cuantos”, nombre dado por el escritor Alfonso Reyes. 

En su lecho de su muerte dijó "Doctor, no me deje morir porque México necesita de mi pintura".   

Saturnino Herran - Autorretrato con calavera

El 9 de octubre de 1918 más de 300 le rindieron homenaje en su funeral en el hospital donde pasó sus últimas horas.  

El poeta Ramón López Velarde lo describió como “El más mexicano de los pintores y el más pintor de los mexicanos”. 

En 1919 se montó su primera exposición individual póstuma.  

La ciudad de Aguascalientes creo un museo con su nombre "Refugio de Saturnino Herrán".  

El 30 de noviembre 1988 en el DOF se publicó el decreto del entonces presidente Miguel de la Madrid, declarando a su obra, como monumento artístico.  

En 2010 en el Museo del Palacio de Bellas Artes se presenta la exposición "Saturnino Herrán:  instante subjetivo".