martes, 20 de noviembre de 2018

La Güera Rodríguez (1778-1850)

María Ignacia Javiera Rafaela Agustina Feliciana Rodríguez de Velasco y Osorio Barba Jiménez Bello de Pereyra Hernández de Córdoba Solano Salas Garfias conocida como como la Güera Rodríguez nace en Ciudad de México el 20 de noviembre de 1778 y muere en Ciudad de México el 1 de noviembre de 1850; criolla de la sociedad colonial de la Nueva España, apoyó a la Independencia de México; fue una de las primeras mujeres que se divorció en México.

Hija de Antonio Rodríguez de Velasco Osorio Barba y Jiménez y de María Ignacia Osorio y Bello de Pereyra Fernández de Córdoba Salas Solano y Garfias.  Hermana María Josefa Rodríguez.  

A causa de su belleza que sólo inducía a los malos pensamientos, el Virrey obligó a que se casaran para que no anduvieran "levantando miradas de deseos libidinosos que producían pensamientos de pecados sexuales entre los jóvenes y algunos maduros señores de la capital".   

En 1794 y con 16 años, contrajo matrimonio con el capitán José Jerónimo López de Peralta de Villar y Villamanil y Primo conocido como José Jerónimo Villamil, con quien tiene cuatro hijos (Jerónimo, María Josefa, María de la Paz y María Antonia).   

Su marido la dejaba sola demasiado tiempo y ella gustaba de platicar con extranjeros para escuchar cómo era el mundo, esto originó habladurías sobre sus romances.  Lo que propició el enojo de su marido, quien harto de los chismes, se valió de la violencia y hasta disparó contra ella, pero con mala puntería.  José Jerónimo la acusó posteriormente de cometer adulterio con su compadre, el canónigo y doctor José Mariano Beristáin y Souza y solicitó la intervención de los tribunales de la Nueva España y la anulación del matrimonio,​ aunque murió en 1805 antes de obtener el divorcio.   

Se dice que fue amante de Simón Bolívar, Alexander von Humboldt, Agustín de Iturbide, tres curas y muchos otros hombres.  

En 1799  y con 16 años Simón Bolívar, llega a México y se aloja en la casa de María Josefa, hermana de la Güera Rodríguez.  Al conocer a María Ignacia queda prendado de su belleza.  Las hermanas Rodríguez llamaron “El Caraqueñito” a Simón Bolívar.

Durante una tertulia con el virrey Miguel José de Azanza, el joven Simón Bolívar habla de la explotación y saqueo de los españoles en tierras americanas, palabras que no le gustaron al virrey, por lo que el oidor, Guillermo Aguirre y Viana, tutor de Bolívar, le dice que se tiene que ir a Veracruz porque saldría su barco a España, a donde viajó a prepararse, dejando a la Güera Rodríguez.

En 1801 su esposo José Jerónimo Villamil, la acusó de adulterio con un francés, y a los diez días retiró la acusación.

El 4 de julio de 1802 acusa a su esposo Jerónimo López de Peralta de Villar Villamil de haberla golpeado y de intento de asesinado al dispararle, afortunadamente el impacto de bala que no le  atinó.

La Güera Rodríguez huyó de su casa en Tacuba a la de sus padres en la capital, donde demandó a su marido por intento de asesinato.  José Jerónimo Villamil fue puesto en arresto domiciliario y liberado bajo fianza el 29 de agosto. De inmediato y aparentemente como venganza, presentó una demanda de divorcio eclesiástico (una separación, pues todavía no existía el divorcio absoluto) en la que acusaba a su esposa María Ignacia de adulterio sacrílego con tres curas distinguidos, entre ellos su propio compadre, el canónigo José Mariano Beristáin.  Después de cuatro meses José Jerónimo Villamil desistió en su demanda. El 12 de junio de 1805 nació su última hija. 

En abril de 1803 Alejandro Humboldt llego a Ciudad de México y fue atendido por María Ignacia.  El barón cayó cautivado por la hermosa mujer.   Fanny Calderón de la Barca, esposa del ministro español, en 1840 y 1841, quien se hizo su buena amiga de la Güera Rodríguez cuenta que Alejandro Humboldt dijo que era la mujer más bella que jamás había visto.

En 1805 y con 27 años, viuda y con cinco hijos para criar sola, la Güera Rodríguez volvió a la ciudad de México, donde vivía su familia.  Su esposo José Jerónimo Villamil había dejado deudas, su dote se había consumido durante el matrimonio, y las propiedades que serían de su hijo (y que ella administraba como su tutora y curadora durante su minoría de edad) no se podían vender por estar vinculadas.  

El 10 de febrero de 1807 se casa con el rico octogenario, el doctor Juan Ignacio Briones, un señor acaudalado que falleció víctima de un enfriamiento por destape de cobijas, a los seis meses de la boda dejándola con su séptimo embarazo y una buena herencia.  

Cuando salió embarazada, nadie creyó aquella hazaña del anciano, para corroborarla, la Güera Rodríguez dio a luz junto a una ventana abierta, a la vista de los incrédulos.  

En 1808 falleció la hija póstuma de Juan Ignacio Briones.  

Se dice que Manuel Tolsá se inspiró en ella para los rostros de la Purísima Concepción y de la Virgen de los Dolores que se encuentran en el Templo de La Profesa.  
Se dice que la Güera Rodríguez es la Virgen de los Dolores en la Profesa.



En 1808 el virrey José de Iturrigaray participó en una conspiración, la Güera Rodríguez intentó convertirlo en José I, rey de México.  

Asistió a las reuniones encabezadas por el licenciado Francisco Primo de Verdad.  

El 13 de septiembre de 1810 el tambor mayor Juan Garrido denunció el plan de Miguel Hidalgo y afirmó que  Ignacia Rodríguez "daba el dinero para la revolución".

El 22 de marzo de 1811 es acusada por herejía por mantener trato con el Cura Miguel Hidalgo ante el Tribunal de la Santa Inquisición.  Fue llevada a juicio ante el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.  Como no hubo pruebas realmente sólidas que la culparan de apoyar a Miguel Hidalgo, aprovechó para sacar a cada uno sus trapitos al sol, pues tenía conocimiento de todo lo que ocurría en la sociedad, les achacó cuestiones de corrupción, aventuras amorosas e incluso a uno de los inquisidores lo acusó de pedofilia.  Es una de las pocas personas que ha salido totalmente libre de cargos y evitar las torturas que el Santo Oficio ponía como castigo:  la hoguera, el potro de los tormentos o la reclusión en las mazmorras por tiempo indefinido.  

En 1816 y con 15 años, falleció su hija Guadalupe, la niña había estado enferma durante más de once años.

En 1819 parece haber sufrido alguna grave enfermedad, que la hizo dictar testamento.

Tenía amistad con el dueño de la conocida "Casa de los Perros", donde la Güera Rodríguez y Agustín de Iturbide tenían sus apasionados encuentros.  

Logró que Agustín de Iturbide ascendiera de coronel a general en jefe del ejército realista y se le encomendara el mando de las tropas que fueron a combatir a Vicente Guerrero.  

Se cuenta que el 27 de septiembre de 1821 Agustín de Iturbide hizo su entrada triunfal a Ciudad de México, para consumar la Independencia; iba montado a caballo, vestía uniforme de gala y un sombrero con plumas verdes, blancas y rojas, desvió el curso del desfile para pasar frente a la casa de La Güera Rodríguez, ahí se bajó del caballo y le entregó una pluma de su sombrero, que ella se la colocó en el nacimiento del pecho.  

Fue consejera de Agustín de Iturbide.  

Su romance termino, cuando Agustín de Iturbide fue depuesto como emperador y partió al exilio.  

En 1825 se casa con Manuel de Elizalde, 12 años menor que ella, con quien permaneció hasta su muerte.  

Una enfermedad degenerativa en los huesos y una caída la dejaron paralítica.

Fue enterrada en la Iglesia de San Francisco en la Ciudad de México, en la misma calle donde pasó la mayor parte de sus 71 años. 

Al enviudar Manuel de Elizalde abrazó la vida sacerdotal.  





1 comentario:

  1. La verdadera madre de la patria es la güera Rodríguez, y estuvo en el movimiento independentista desde el comienzo hasta el final, y a pesar de que empeño dinero y haciendas para la causa, jamas reclamo un solo peso, como si lo hizo leona Vicario. Ademas no es posible que hubiera habido ninguna relación carnal con el Barón Alexander Von Humboldt, ya que era homosexual, y tal ves la única atracción que hubo fue de carácter intelectual, ya que la Guera era muy culta e inteligente, y el la comparaba con Madame de Montespan.

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