Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel nace en 1560 y muere en Valladolid, España en 1636; noble y militar español; marqués consorte de Gálvez; conde consorte de Priego; virrey de Aragón; 14º virrey de la Nueva España (12 de septiembre de 1621-1 de noviembre de 1624); comendador de Villanueva de la Fuente.
Segundo hijo del II Marqués de Távara, Pedro Pimentel y Osorio y de Leonor Enríquez de Guzmán y Toledo. Hermano del III marqués de Tavara, Enrique Bernardino Pimentel Enríquez. Descendiente de los reyes de Castilla, Borgoña, Francia, Alemania, Inglaterra y del emperador de Constantinopla.
A temprana edad, ingresa a la Armada española gracias a su inteligencia, valor y coraje. Recibió el titulo de capitán general, ocupando así un cargo adjunto a la Cámara del Rey.
Contrajo matrimonio con Leonor Francisca de Portugal Colón de Toledo y Vicentelo, IV condesa de Gelves (viuda de Fernando Ruiz de Castro, comendador de la Peña de Martos), princesa portuguesa descendiente de Cristobal Colón, con quien tiene a su hija Leonor Pimentel de Portugal.
En 1588 nació su hija Leonor Pimentel de Portugal.
El 20 de septiembre de 1608 falleció su esposa Leonor Francisca de Portugal Colón de Toledo y Vicentelo.
Se casa con la X condesa de Priego, Juana Carrillo de Mendoza.
El 20 de junio de 1621 zarpa de Sanlúcar de Barrameda, la Flota de Nueva España del general Fernando de Sosa, embarcaría en esta Flota el 14º Virrey de Nueva España, Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel, Marqués de Gelves y Conde de Priego, con un nutrido séquito. Viajaba sin su esposa, al parecer lo hizo por un pleito de tierras que tenían los Priego en España.
El 8 de septiembre de 1621 arriba al Puerto de Veracruz. Recorrió las 250 millas de distancia hacia la Ciudad de México en sólo dos semanas e insistió en pagar todos los gastos del viaje.
El 12 de septiembre de 1621 toma posesión como 14º virrey de la Nueva España. Reorganizó el gobierno opaco que dejó su predecesor.
Funda la primera catedra de cirugía en la Universidad de México la primera cátedra de cirugía.
El 13 de junio de 1622 la Ciudad de México vivió la peor inundación de agua que empeoró por la imprudencia del virrey Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel porque querían saber si era o no necesaria un sistema de drenaje.
El 7 de marzo de 1623 dio órdenes de cesar los trabajos del sistema de drenado de la Valle de México.
En 1623 recibió la noticia de la muerte de su segunda esposa Juana Carrillo de Mendoza, acaecida en 1622.
El 15 de enero de 1624 Rebelión en Ciudad de México, unos 30,000 rebeldes, la mayoría indios atacaron el palacio virreinal y las casas de algunos funcionarios con piedras y fuego. Recibió numerosas quejas contra el arzobispo de México, Juan Pérez de la Serna.
En 1624 el arzobispo de México, Juan Pérez de la Serna, argumentando que se habían violado los derechos de la iglesia al apresar a un delincuente que se había refugiado en un templo, excomulgó a algunos funcionarios. El arzobispo Juan Pérez de la Serna tomó partido con el acusado Melchor Pérez, y comenzó a excomulgar a sus guardias en Santo Domingo, al escribano de la causa y al juez. y a todos los que tuvieran que ver con la causa, luego subió de tono su postura al decretar el anatema contra aquellos que no hicieran su voluntad, y luego se presentó con una muchedumbre ante la Real Audiencia, quienes le ordenaron retirarse a su casa y pedir justicia desde ella.
Al negarse, se le decretó una multa de 4,000 ducados y el destierro de la Nueva España, por desobediente.
Al resistirse, tuvo que ser desalojado a la fuerza, y por el rumbo de San Juan Teotihuacan, decretó la excomunión contra la Audiencia, el virrey y los ministros que actuaban en su detrimento.
A la orden del virrey Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel de levantar la excomunión, Juan Pérez de la Serna respondió excomulgando a éste y dejando sin administración de sacramentos a la Ciudad de México.
El 15 de enero de 1624 se publicó la excomunión del virrey Diego Carrillo de Mendoza y se ordenó que no hubiera servicios religiosos (un cessatio a divinis ordenado por el Arzobispo) y por otro lado, el virrey ordenaba no hacer caso de tales medidas, por lo que cundió el rumor de que el virrey habría mandado asesinar al arzobispo.
El 15 de febrero de 1624 el virrey Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel aprehende al arzobispo Juan Pérez de la Serna, lo que provocó un motín popular en el que fue saqueado e incendiado el palacio virreinal. Los revoltosos liberaron a Juan Pérez de la Serna de Santo Domingo, y con el ánimo en alto por su éxito, arremetieron en varias ocasiones contra Palacio de Gobierno, al cual le incendiaron las puertas.
El virrey Diego Carrillo de Mendoza al notar por la tarde que de las azoteas cercanas disparaban hacia Palacio, vio todo perdido y se escabulló entre la multitud, que serían cerca de 12,000 personas armadas, disfrazado con ropas de uno de sus criados.
Por la tarde, el Arzobispo, Juan Pérez de la Serna hizo una entrada triunfal en Ciudad de México y fue conducido a las Casas Consistoriales, donde la Audiencia ahora le era totalmente favorable.
La Audiencia destituyó al virrey Diego Carrillo de Mendoza y lo hizo detener hasta que llegó su reemplazo, el marqués de Cerralvo.
La Audiencia, que gobernó durante su prisión en San Francisco, lo rehabilitó en su puesto con el fin de que fuera él quien entregase su puesto a su sucesor.
El rey Felipe IV de España ordenó el traslado del virrey Diego Carrillo de Mendoza y del arzobispo Juan Pérez de la Serna a España. Juan Pérez de la Serna fue nombrado Arzobispo de Zamora. Diego Carrillo de Mendoza se presentó ante el rey Felipe IV, para dar cuenta de sus actos, y jamás volvió a pisar suelo americano.
Cuenta la leyenda que la princesa secuestrada Mirrha se hallaba oculta en el fondo del navío en el Puerto de Conchinchin, del que partió rumbo a Manila, Filipinas, cuyo gobernador Juan de Silva, tenía el encargo de comprar algunas bellas princesas solicitadas por el virrey de la Nueva España, Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel, quien las necesitaba para adornar su palacio en la Ciudad de México. La princesa Mirrha fue llevada al Puerto de Acapulco.
El virrey Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel había solicitado a su muy amigo el capitán Miguel Sosa, residente en la ciudad de Puebla de los Ángeles, para que se trasladara a Acapulco donde hizo los arreglos necesarios para adquirir a la princesa Mirrha. El 14 de marzo de 1624 el capitán Miguel Sosa llega a la ciudad de Puebla llevando consigo a la princesa Mirrha, quien fue recibida con cierto recelo por su esposa Margarita Chávez de Sosa.
Para cumplir con la religión y las costumbres cristianas, Mirrha fue bautizada siendo sus padrinos sus padres adoptivos Miguel y Margarita, quienes le pusieron el nombre cristiano de Catharina de San Juan. Posteriormente, fue confirmada por el obispo de Puebla, Alonso de la Mota y Escobar. Para continuar con su educación cristiana, fue puesta al cuidado de sor María de Jesús Tomelín, maestra de novicias en un convento católico creándose una amorosa amistad entre las dos damas. Sería conocida como la "China Poblana".
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