Isabel María Luisa Antonieta Fernanda Josefa Saveria Doménica Juana de Borbón-Parma conocida como Isabel de Borbón-Parma nace en el Palacio del Buen Retiro en Madrid, España el 31 de diciembre de 1741 y muere en Viena, el 27 de noviembre de 1763; infanta de España; princesa de Parma, archiduquesa consorte de Austria; princesa heredera de Bohemia y Hungría.
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| Isabel de Borbon-Parma por Jean-Marc Nalttier 1758. |
Hija de Felipe de Borbón infante de España (futuro duque de Parma) y de la princesa Luisa Isabel de Francia. Nieta del rey Luis XV de Francia.
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| Isabel de Borbon-Parma y su madre Luisa Isabel de Francia |
En 1748 y con 7 años, se trasladó con su familia a Parma, tras el nombramiento de su padre como duque de Parma. No tenía una buena relación con su madre.
En 1758 y con 17 años, fue prometida a José de Habsburgo (futuro emperador José II de Austria).
Desde muy joven tenía tendencia a la melancolía y a pensar en la muerte y su estado psíquico empeoró con el fallecimiento de su madre, que la hizo comenzar a obsesionarse con la idea de la muerte.
El 6 de diciembre de 1759 en el Palacio de Versalles, falleció su madre Luisa Isabel de Francia.
El 7 de septiembre de 1760 en la Catedral de Padua, se realizó el casamiento per procurationem.
Se traslado a Austria, escoltada por José Venceslao de Liechtenstein.
El 6 de octubre de 1760 en Viena, se celebró la ceremonia de su boda. Tuvieron dos hijos (María Teresa y María Cristina de Habsburgo).
Se dice que tuvo una extraña relación con su cuñada María Cristina de Habsburgo-Lorena llamada familiarmente Mimi. Siempre estaban juntas compartiendo su pasión por la música, la literatura, paseando animadamente por los jardines de Palacio. Ambas dejaron muchas cartas de amor.
Escribió un "Tratado sobre los hombres" en el que, con asombrosa modernidad, se adelantaba al mucho más tardío movimiento feminista.
En 1761 quedó embarazada. Durante los nueve meses de embarazo fue presa de unos horribles dolores de cabeza que la mantenían casi siempre postrada. Al poco tiempo comenzó a sufrir igualmente graves sangrados. A pesar de esto, se entregó desde el lecho de parturienta a escribir de forma casi convulsiva sobre diversos temas.
El 20 de marzo de 1760 nace su hija Teresa. Tuvo que guardar seis semanas de cama tras el alumbramiento. El nacimiento de su hija Teresa agravó su melancolía, llegando a anunciar a varias damas de la corte que su final estaba cerca y afirmando en una de sus cartas que “la muerte es buena” y que “todo me despierta el deseo de morir pronto”.
En 1762 sufrió dos abortos que agravaron sus sufrimientos psíquicos y se sumió en una depresión que le hizo abandonar toda voluntad de vivir.
Su suegra, la emperatriz María Teresa insistía en que tuviera un hijo barón que garantizara la sucesión.
En 1763 la Archiduquesa quedó de nuevo embarazada. A los seis meses la Archiduquesa contrajo viruela. El 22 de noviembre de 1763 nace su hija Cristina de Habsburgo, que apenas sobrevivió unas pocas horas. Tras cinco días de agonía, falleció. Fue enterrada en la cripta Imperial de los Capuchinos en Viena. Su pequeña hija, María Cristina, fue enterrada en un ataúd debajo del suyo en la Cripta Imperial de Viena.
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