Pedro Moya de Contreras nace en Pedroche, Córdoba, España en 1527 y muere en Madrid, España el 21 de diciembre de 1591; sacerdote español; primer Inquisidor del Tribunal del Santo Oficio (1571); Arzobispo español de México y Patriarca de las Indias Occidentales; sexto Virrey de la Nueva España (25 de septiembre de 1584-16 de octubre 1585); se dice que murió tan pobre, que el rey de España, Felipe II tuvo que mandar pagar sus funerales y sus deudas.
Hijo de Rodrigo Moya y de Catalina de Contreras. Sobrino del obispo de Valencia, Acisclo de Moya y Contreras.
Estudió derecho canónico y civil en la Universidad de Salamanca.
Se designa como primeros inquisidores de la Nueva España a Pedro Moya de Contreras y Alonso de Cervantes; este último fallecerá durante el viaje a su nuevo destino. Se nombran, como secretario del Secreto y fiscal, a Pedro de los Ríos y Alonso de Bonilla respectivamente.
El 13 de noviembre de 1570 en el puerto sanluqueño de Bonanza, Pedro Moya de Contreras, Arzobispo de México y Presidente del Consejo de Indias, se embarca rumbo a la Nueva España.
El 12 de septiembre de 1571 llega a la Nueva España como primer inquisidor del Tribunal del Santo Oficio de España; le fueron entregadas las instrucciones para cumplir con su cometido el 18 de agosto de 1570 por el inquisidor Diego de Espinosa.
El arzobispo Pedro Moya de Contreras al llegar a la Nueva España, trajo consigo a una niña de poco más de dos años a la que daba el título de sobrina. El nombre religioso de la niña era Micaela de los Ángeles, hija ilegítima del rey de España, Felipe II. La pequeña fue enclaustrada en el Convento de Jesús María, acompañada por su aya, la madre abadesa Isabel Bautista. El Convento de Jesús María se convirtió en uno de los claustros más suntuosos y elegantes de la Nueva España. El rey Felipe II había accedido a convertirse en su especial patrón, al que concedió sesenta mil ducados, a cambio de que Micaela fuera enclaustrada para siempre. Se dice que Felipe II quería ocultar el fruto de unos amores prohibidos que, creen algunos, sostuvo con la hermana del inquisidor Moya de Contreras. A los 13 años, Micaela perdió la razón y poco después falleció.
Fue ordenado sacerdote en México. En 1571 ofició su primera misa.
El 4 de noviembre de 1571 en la Ciudad de México se dio la ceremonia de inauguración de funciones del Tribunal del Santo Oficio encabezado por Pedro Moya de Contreras. Se trató de una solemne procesión con gran pompa y riqueza que se dirigió a la Catedral donde sé llevo una misa.
A la muerte del arzobispo Alonso de Montúfar, fue nombrado arzobispo por el Papa Gregorio XIII el 15 de septiembre de 1572.
El 28 de Febrero de 1574 realizó el primer auto de fe en la Nueva España, entre los blasfemos y herejes, destacaron las figuras de los piratas de la flota del pirata inglés John Hawkins.
En 1578 el rey Felipe II cuestiona y reprende al arzobispo de México Pedro Moya de Contreras, por su errada práctica de ordenar curas que no sepan lenguas indígenas, pues para la corona era imprescindible que los sacerdotes fueran bilingües.
El 22 de mayo de 1583 presenta una nueva constitución para la Real y Pontificia Universidad.
En 1583 su predecesor como virrey, Lorenzo Suárez de Mendoza, cuarto conde de La Coruña, pidió al rey Felipe II nombrar a un visitador especial (el inspector real) para ayudar a resolver un conflicto entre el virrey y la Audiencia. Felipe II nombró al arzobispo de México, Pedro Moya, como visitador.
El 25 de septiembre de 1584 toma posesión como 6º virrey de la Nueva España, prolongó su gobierno hasta el 17 de octubre del siguiente año. Convoco al Tercer Concilio Provincial Mexicano, el cual inició sus actividades en 1585 y en él se decretó la abolición de la esclavitud de los indios.
En 1585 presidió el Concilio III Provincial Mexicano. Sus disposiciones estuvieron vigentes por más de trescientos años.
Pasó 3 días en oración en la Ermita de Guadalupe antes de volver a España.
En 1589 regresa a España, donde fue nombrado presidente del Real y Supremo Consejo de Indias.
Tras la muerte de Pedro Moya de Contreras, antiguo arzobispo de México, Juan de Aranda encuentra, en un libro que queda en su poder, la relación de Hernán Gallegos que trata sobre la expedición realizada a inicios de la década de 1580, dirigida por el padre fray Agustín Rodríguez y el capitán Francisco Sánchez Chamuscado, hacia Nuevo México.
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