lunes, 5 de diciembre de 2022

Ramón Berenguer II (1053-1082)

Ramón Berenguer II "Cabeza de Estopa" nace en 1053 y muere asesinado en el bosque de Perxa de l'Astor de Gualba, en el Montseny, Barcelona el 5 de diciembre de 1082; conde de Barcelona (1053-1082); conde de Gerona, de Osona, de Carcasona y de Rasez; enemigo de "El Cid".

Hijo de Ramón Berenguer I "el viejo" y de su tercera esposa Almodis de la Marca.  Hermano gemelo de Berenguer Ramón II "el Fratricida".  Hermano de Inés y de Sancha de Barcelona.  Padre de  Ramón Berenguer III el Grande.  Su madre Almodis de la Marca descendía de Carlomagno.

Su padre el conde de Barcelona Ramón Berenguer I secuestró a su madre Almodis de la Marca, estando ella casada con el conde Ponce III de Tolosa.  En 1052 se casó con ella, por lo que repudió a la condesa Blanca, su segunda esposa.   Esta última apeló al Papa León IX y consiguió el apoyo de la abuela de Ramón Berenguer, la condesa Ermesenda, obteniéndose de Víctor II la excomunión para ambos, hecho que provocó una guerra que no se resolvió hasta finales de 1057.

Llamado "Cap d'Estopes" (cabeza de estopa) en alusión a su espesa cabellera de color rubio pajizo (Cap d'Estopes).  


Su madre Almodis de la Marca por cuestiones de sucesión se ganó la enemistad de su hijastro Pedro Ramón de Barcelona.

El 16 de octubre de 1071 en Barcelona, su hermanastro Pedro Ramón de Barcelona asesinó a su madre Almodis de la Marca.  Fue sepultada en la Catedral de Santa Eulalia de Barcelona. 

El 26 de mayo de 1076 en Barcelona, falleció su padre.  Fue sepultado en la Catedral de Santa Eulalia de Barcelona.  Ramon Berenguer I dejó los condados de Barcelona, Osona y Gerona a sus dos hijos gemelos, Ramon Berenguer y Berenguer Ramon.  

En 1078 contrajo matrimonio con la princesa normanda Matilde o Mafalda de Apulia, con quien tiene a su hijo Ramón Berenguer III.  

En 1078 su hermano Berenguer Ramon le obligó a jurar la partición de la herencia en una asamblea que presidieron los obispos de Barcelona y Gerona y ante la presencia de los nobles.  

Ramón Berenguer II fue progresivamente gobernando en solitario los condados, a pesar de las promesas que le había hecho a su hermano.  

Berenguer Ramón pidió al Papa Gregorio VII que intercediera para resolver esta cuestión.  

En el 1079 el Papa Gregorio VII escribió al obispo de Gerona solicitando que mediara entre los dos hermanos para poner fin a las disputas condales, conjuntamente con los abades de Ripoll, Sant Cugat del Vallés y Sant Ponç de Tomeres, para buscar una salida a la problemática entre hermanos.  

Ramón Berenguer II le concedió a su hermano Berenguer Ramón la mitad de la ciudad de Barcelona, Castellvell, Plérdola, Vilafranca del Penedés, Eramprunyá, Benviure, Gavá, Vallmoll, Pallejá, Franqueses del Llobregat y Garrosa, entre otros territorios.  

Después le otorgó su parte correspondiente de los condados de Carcassona y Rasés, así como el Castillo de Barberá.  

Ramón Berenguer II ayudó a Al Mutamid, rey de la taifa de Sevilla, a conquistar la taifa murciana a cambio de 10 mil dinares; el retraso en el pago, obligó al conde a retirarse, llevándose como rehén a uno de los hijos de Al Mutamid.  

En 1081 durante la organización de la campaña, Rodrigo Díaz de Vivar "el Cid" se prestó a ayudar al conde Ramón Berenguer II, aunque este rechazó el ofrecimiento.   

Acompañado de su mesnada, Rodrigo Díaz de Vivar "el Cid Campeador" ofreció sus servicios a los condes Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II de Barcelona, pero, al ser rechazado, decidió ayudar a al-Muqtadir, rey de Zaragoza, en la lucha que mantenía con su hermano al-Mundir, rey de Lérida, Tortosa y Denia.


En la Batalla de Almenar, Rodrigo Díaz de Vivar "el Cid" hizo prisionero a Ramón Berenguer II.  

Rodrigo Díaz de Vivar "el Cid" lo llevó preso a Tamarite de Litera, donde fue entregado al rey Al-Mutamin.  

Se dice que estando Ramón Berenguer II cazando en el Gorg d´en Perxistor donde había una pequeña laguna, recibió una puñalada mortal de su hermano Berenguer Ramón, hiriendo también al halcón que llevaba en el hombro.   El ave salió volando y con sus graznidos avisó al resto de los soldados y les condujo hasta donde yacía el cuerpo inerte del conde.   

El halcón siguió el cuerpo del conde hasta la Catedral de Gerona y mientras se celebraba el funeral y se posó en la cabeza de su hermano Berenguer Ramón despojándole de la corona que llevaba y tirándola al suelo para que todos los asistentes supieran quien había sido el asesino.  Finalmente, el halcón cayó muerto a los pies del ataúd de su amo.  

Fue enterrado en la Catedral de Gerona.  




Su hermano, Berenguer Ramón II fue acusado de su asesinato, pero no se le pudo probar; posteriormente recibió el apodo de el Fratricida.  

Berenguer Ramón actuó como regente de su sobrino Berenguer (futuro Ramón Berenguer III "el Grande"), el cual, una vez alcanzada la mayoría de edad centró sus esfuerzos en enjuiciar a su tío, siendo este condenado por el asesinato de su propio hermano.  

La Catedral de Gerona dedico un monumento a su halcón, en la puerta de San Miguel.








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