Álvaro de Luna nace en Cañete, Cuenca en 1390 y muere en el cadalso situado en la plaza pública de Valladolid el 2 de junio de 1453; noble castellano; condestable de Castilla; maestre de la Orden de Santiago; valido del rey Juan II de Castilla; autor del libro "Virtuosas e claras mujeres".
Hijo natural de Álvaro Martínez de Luna y de María Fernández Jaraba "La Cañeta" o Juana de Uranzadi. Medio hermano del arzobispo de Toledo Juan de Cerezuela. Miembro de la casa de Luna.
En 1397 cuando Álvaro de Luna tenía solo siete años, su padre Álvaro Martínez de Luna falleció, mostrando serias dudas acerca de su paternidad sobre este.
Durante su infancia fue cuidado por su tío Juan Martínez de Luna y por su tío abuelo el antipapa Benedicto XIII de Aviñón "el Papa Luna".
Fue paje y compañero de juegos de Juan II.
En 1418 con motivo de la celebración de la mayoría de edad de Juan II tuvo lugar una serie de festejos y torneos, durante uno de los cuales Álvaro fue gravemente herido en una justa, al dañarse la cabeza por el impacto de la lanza de su contrincante.
En 1420 contrajo matrimonio con Elvira de Portocarrero (hija de Martín Fernández Portocarrero, señor de Moguer y III señor de Villanueva del Fresno y de Leonor Cabeza de Vaca), de quien enviuda, sin tener descendencia.
El 14 de julio de 1420 el infante Enrique de Aragón, perpetró el Golpe de Tordesillas que le permitió apoderarse del joven rey Juan II.
El 29 de noviembre de 1420 el rey Juan II ayudado por Álvaro de Luna logró escapar de su cautiverio en Talavera de la Reina, refugiándose en el Castillo de Montalbán de la Puebla de Montalbán.
El infante Enrique de Aragón dirigió sus huestes hacia el Castillo de Montalbán de la Puebla de Montalbán. El 10 de diciembre de 1420 levantó el cerco al no poder tomar al asalto el castillo y ante la amenaza de la llegada de las fuerzas comandadas por el otro infante de Aragón, su hermano Juan, quien desde Olmedo había cruzado la Sierra de Guadarrama y establecido su campamento en Móstoles para acudir en ayuda del rey Juan II.
El 12 de junio de 1423 el infante Enrique de Aragón se presentó ante el rey Juan II después de haber recibido garantías personales, pero dos días después el monarca incumplió su palabra y ordenó su detención siendo conducido al Castillo de Mora.
En 1423 fue nombrado Condestable de Castilla en sustitución del defenestrado Ruy López Dávalos, antecesor suyo en el cargo acusado de aragonesista. Para conseguir este título y el patrimonio que incluía Álvaro logró que el rey Juan II abriera un proceso amañado al condestable Ruy López Dávalos aprovechándose de su huida a Aragón por su apoyo al infante Enrique de Aragón.
Con Catalina tiene a su hija María de Luna, señora de Cornago. El 6 de agosto de 1436 el rey Juan II de Castilla despachó una cédula de legitimación a favor de María de Luna, hija del Condestable y Catalina.
Con Margarita Manuel (viuda de Diego García de Toledo Barroso), tiene a su hijo Pedro de Luna y Manuel señor de Fuentidueña.
En 1430 en Calabazanos, se casa con Juana Pimentel "La Triste Condesa", con quien tiene dos hijos (Juan y María de Luna y Pimentel).
Se ha especulado con el hecho de que la segunda mujer de Juan II, la princesa Isabel de Portugal (madre de Isabel la Católica) fuese la instigadora de la prisión del condestable.
El 4 de abril de 1453 en Burgos, Álvaro de Estúñiga detuvo al condestable Álvaro de Luna por orden del rey Juan II, y fue trasladado al Castillo de Portillo. Su esposa, Juana Pimentel, y su hijo Juan de Luna se refugiaron en Escalona, desde donde pidieron ayuda al Papa Nicolás V, por ser la Orden de Santiago (de la que es Gran maestre) protegida papal.
El 28 de abril de 1453 Juan II parte desde Portillo hasta Fuensalida para sofocar la rebelión de los partidarios del condestable Álvaro de Luna.
El 1 de junio de 1453 se le trasladó a Valladolid, donde fue juzgado y condenado en un manido juicio carente de toda garantía judicial, fue llevado al cadalso situado en la plaza pública de Valladolid, poniendo fin a uno de los mayores poderes nobiliarios de la Edad Media castellana.
Fue enterrado en la Capilla de Santiago, en la girola de la Catedral de Toledo.
Juana Pimentel, al conocer la ejecución de su esposo Álvaro de Luna, abandonó la resistencia y rindió el Castillo de Escalona a las tropas reales. A partir de este momento, y hasta su muerte, Juana firmaría todos sus documentos como "La Triste Condesa".
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