Juana Ramírez de Arellano y Zúñiga conocida como Juana de Zúñiga nace en Yanguas, Soria, Castilla y León en ¿? y muere en Sevilla, España el 2 de diciembre de 1583; dama española; esposa de Hernán Cortes.
Hija del conde Aguilar de Inestrillas, Carlos Ramírez de Arellano Mendoza y de Juana Zúñiga Guzmán. Sobrina del duque de Béjar, Álvaro Zúñiga. Prima del licenciado Juan Gutiérrez Altamirano.
Cuando Hernán Cortés estaba en su exilio y con siete años de viudez, la marquesa Juana de Zúñiga, le pidió que se casara con ella, ya que ambicionaba las riquezas de la Nueva España, él se negó, ella insistente ofreciéndole para su defensa los servicios de su primo y compañero de conquista, Juan Gutiérrez Altamirano. Hernán Cortés sin esperanza aceptó el trato.
Su primo resolvió el caso, hasta con la aceptación del emperador Carlos V para que la marquesa se casara con él. El primo no consiguió que Hernán Cortés recobrara el gobierno, pero sí que la corona reconociera los beneficios logrados por la conquista y le otorgó la merced de 22 villas con 23,000 vasallos y los títulos de capitán general y marqués del Valle de Oaxaca.
En abril de 1528 contrajo matrimonio con Hernán Cortes. Él tenía 44 años y ella solo 19. Tuvieron seis hijos (Luis, Catalina, Martín, María, Catalina y Juana Cortes Ramírez de Arellano). Como era costumbre ella usó sólo el apellido Zúñiga por ser de más alto linaje y jerarquía. Otorgó una dote de 10,000 ducados. Hernán Cortés dio su esposa Juana como regalo de bodas cinco grandes y famosas esmeraldas labradas que se estimaban en 100 mil ducados que intentaron comprárselas para el poderoso sultán Solimán el Magnífico coleccionista de joyas.
En 1530 junto con su esposo, llegó a la Nueva España, con una comitiva de 400 personas entre ellas su suegra Catalina Pizarro. Se trasladaron a Oaxaca, pero Juana no encontró lo que su ambición esperaba y se negó a construir su palacio ahí.
Se asentaron en Cuernavaca, donde Hernán Cortés se hizo construir un palacio fortaleza (hoy Palacio de Cortés), inspirado en la villa renacentista Chigi delle Volte ubicada en la campiña de Siena, donde su esposo Hernán Cortés organizaba grandes festines tipo medieval.
En la Real Cédula donde se le otorgan a Hernán Cortés las tierras que conformarían su marquesado, se le "prohíbe a él y a sus descendientes hacer ni edificar fortalezas algunas en los dichos pueblos y sus tierras".
Después siguieron su camino a Ciudad de México, cuando pasaron por los llanos de Salazar en el camino a Toluca, Juana de Zúñiga quedó prendada por la exuberante vegetación. Hernán Cortés se percató que su esposa Juana estaba arrobada como si estuviese en el paraíso terrenal, y le preguntó que si desearía tener una finca rústica de veraneo en ese sitio, a lo que ella respondió afirmativamente.
Hernán Cortés mandó construir en los llanos de Salazar el cortijo ganadero de Las Cruces conocido por los oriundos como la Hacienda de la Marquesa, por ser ella quien más la visitaba durante sus viajes a Toluca o a la Hacienda de Atenco, propiedad de su primo el licenciado Juan Gutiérrez Altamirano, ya que por encargo de su prima también administraba dicho cortijo de los llanos de Salazar.
Radican temporalmente en Texcoco.
Su esposo Hernán Cortés junto con su hijo Martín el legítimo viajó a España, para enfrentar un juicio en su contra, por ello se le prohibió regresar a América, el juicio nunca concluyó.
El 2 de diciembre de 1547 camino a Cádiz en Castilleja de la Cuesta cerca de Sevilla, falleció su esposo Hernán Cortés.
Juana vivió 19 años en Cuernavaca.
Desde 1550 vivió en el Señorío de Aguilar y en Sevilla.
En Sevilla ingresó en el Convento Dominico de la Madre de Dios, donde vivió con su hija Catalina.
En 1565 falleció su hija Catalina.
En 1575 su yermo el II duque de Alcalá de los Gazules contrato al maestro escultor Diego Pesquera la realización de dos estatuas orantes para los nichos a ambos lados del altar que Juana de Zúñiga había comprado. Las estatuas en el caso de Juana, resultó un retrato, pues aun no había fallecido, portando el hábito de viuda y ha su difunta hija Catalina con el hábito de doncella con un libro abierto en las manos. Años más tarde las estatuas de llevaron a la Cartuja y fueron remplazadas por las yacentes en sus sepulcros.
Fue enterrada en el Convento de la Madre de Dios de Sevilla. Se colocó una estatua en mármol de Génova realizada por Juan de Oviedo y de la Bandera y Miguel de Adán, posiblemente contratado por Fernando Enríquez de Ribera.
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