Amélia Augusta Eugênia Napoleona de Beauharnais conocido como Amelia de Beauharnais "Doña Amelia" nace en Milán, Reino de Italia el 31 de julio de 1812 y muere en Lisboa, Portugal el 26 de enero de 1876; duquesa de Leuchtenberg; emperatriz de Brasil por su matrimonio con Pedro I.
Hija del general Eugenio de Beauharnais (primer duque de Leuchtenberg) y de su segunda esposa, la princesa Augusta de Baviera. Nieta del vizconde Alexandre de Beauharnais y de Josefina (exemperatriz de Francia, por ser la segunda esposa de Napoleón Bonaparte). Madre de la princesa María Amelia de Braganza.
El 21 de febrero de 1824 en Múnich, Baviera (hoy Alemania) falleció su padre.
En la Navidad de 1828 y con 16 años, se presenta oficialmente en la corte de Baviera.
El domingo 2 de agosto 1829 en la Capilla del Palacio de Leuchtenberg, en Munich, Alemania, contrajo matrimonio con Pedro I de Braganza emperador de Brasil, siendo representado el novio por el Marqués de Batlle.
El 16 de octubre de 1829 llegó a Río de Janeiro, Brasil, en la fragata Emperatriz, procedente de Ostende, Bélgica.
Al día siguiente, los novios recibieron la bendición nupcial en la capilla imperial.
Pedro I creó en honor a ella y para conmemorar la ocasión, la Orden Imperial de la Rosa.
Debido a la abdicación al trono por parte de su esposo, el 7 de abril de 1831, realizaron un viaje por Europa.
En Francia, se estableció en París junto a su hijastra, la reina portuguesa sin trono, María da Gloria y María Isabel duquesa de Goiás, a quien adoptó tiempo después.
El 1 de diciembre de 1831 dio a luz a la princesa María Amelia Augusta Eugenia Josefina Luisa Teodolinda Eloísa Francisca Javier de Paula Gabriela Rafaela Gonzaga conocida como María Amelia de Braganza, infanta de Portugal. Mientras su esposo llevaba a cabo una dura lucha contra su hermano, el rey Miguel I, por el trono de Portugal, en nombre de su hija María da Gloria; logró ganar la disputa y su hija volvió a gobernar como la Reina María II.
Desde ese momento se trasladó su residencia a Lisboa, junto a su marido y su pequeña hija.
El 24 de septiembre de 1834 en el Palacio de Queluz, falleció su esposo Pedro I de Braganza. Fue enterrado en la Cripta Imperial del Monumento de Ipiranga.
En 1834 al enviudar, se traslada al Palacio de Alvor-Pombal y se dedica a supervisar la educación de su única hija y a obras de caridad.
El 13 de mayo de 1851 en Múnich, falleció su madre Augusta de Baviera.
A principios de 1852 el archiduque Maximiliano de Austria visitó a Amelia y a su hija María Amelia durante una escala en Portugal. A pesar de haberse enamorado apasionadamente, el noviazgo nunca fue oficializado.
En febrero de 1852 su hija María Amelia contrajo la escarlatina.
El 26 de agosto de 1852 la princesa María Amelia abandonó el Palacio de Alvor-Pombal, donde vivía, y se dirigió a la Isla de Madeira ya que su clima tenía la fama de sanar estas enfermedades, como la propia María Amelia llegó a mencionar: "Dicen que las fiebres desaparecen, como por arte de magia".
El 31 de agosto de 1852 desembarcaron en Funchal, capital de Madeira. Toda la ciudad las recibió con alegría y una multitud las acompañó hasta su nuevo hogar.
A principios de 1853 la princesa María Amelia estaba metida en cama y ya sabía que su muerte estaba próxima.
En la madrugada del 4 de febrero de 1853 un cura le administró la extremaunción a María Amelia.
El 7 de mayo de 1853 el ataúd de su hija María Amelia fue embargado al continente.
El 12 de mayo de 1853 el féretro desembarcó en Lisboa y, a continuación, se celebró un gran funeral. Sus restos mortales se enterraron al lado de los de su padre en el pPnteón de los Braganza en la Iglesia de San Vicente de Fora.
Después de la muerte de su hija, decidió residir en Lisboa, Portugal.
Amelia estuvo visitando la tumba de su hija María Amalia cada 4 de febrero hasta su propia muerte.
En Funchal funda el Hospicio Da Princeza Dona Maria Amelia que llevaba el nombre de Maria Amélia. El Archiduque Maximiliano de Austria financió, hasta su muerte, el mantenimiento de un doble cuarto de hospital ahí. También donó al hospital, en memoria de Maria Amélia, una estatua de Nuestra Señora de los lamentos.
Legó sus pertenencias en Baviera al archiduque Maximiliano, a quien le hubiera gustado tener como yerno.
Fue enterrada el Panteón de los Braganza (Monasterio de São Vicente de Fora) en Lisboa.
En 1982 sus restos mortales son trasladados a la Cripta Imperial del Monumento a la Independencia en São Paulo, Brasil.
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