Jelena Petrović-Njegoš conocida como Elena de Montenegro nace en Cetinje, Montenegro el 8 de enero de 1873 y muere en Montpellier, Francia el 28 de noviembre de 1952; princesa; reina consorte de Italia (1900-1946); fue la segunda de las tres reinas de Italia.
Quinta hija del rey Nicolás I de Montenegro y de Milena Vukotić. Al igual que sus hermanos, recibió una educación exquisita, una vez que sus padres aspiraban a que sus hijos, alcanzada la edad de merecer, casaran con otras casas reales europeas.
Había sido bautizada y educada en la fe ortodoxa. Recibió una educación exquisita.
El primer encuentro con el principe de Nápoles, Victor Manuel de Italia fue en San Petersburgo, en una fiesta organizada por Nicolás II de Rusia, quien en aquellos momentos se encontraba en busca de esposa, siendo elegida la alemana Alix de Hesse, durante un tiempo en las cortes europeas se escuchó el nombre de Elena como posible Zarina. También se dice que fue un baile celebrado en Venecia, donde los dos jóvenes se habrían conocido.
La madre de Victor Manuel, Margarita Teresa de Saboya lo animó casar con Elena, para así, renovar la línea sanguínea de la dinastía italiana, repleta de matrimonios entre primos.
Víctor Manuel viajó después a Cetinje capital de Montenegro, para pedir la mano de la princesa Elena al rey Nikola Petrovic, encantado, el propio monarca preparó una comida de bienvenida para su nuevo yerno.
Víctor Manuel quedó fascinado con la sencillez de la corte de Nikola y desde entonces jamás comería otra comida que no fuera la preparada por su futura esposa.
Cuando se discutieron los términos del matrimonio surgió el problema de la religión de los contrayentes, pues Elena había sido bautizada y educada en la fe ortodoxa, entonces la Casa Real italiana presionó hasta la extenuación para que la joven renunciara a su credo y se convirtiera al catolicismo, como así ocurrió finalmente.
En su viaje a Italia, realizado en barco, se produciría la ceremonia de conversión al catolicismo. Su madre indignada por lo que consideraba una exigencia intolerable, se negaría a asistir a la boda de su hija.
La familia real de Montenegro no solo era muy modesta sino que también carecía de fortuna: la familia no tenía joyas ni coleccionaba arte, por lo que Elena llegó a Roma con una dote compuesta por un cargamento de higos secos.
El 24 de octubre de 1896 la ceremonia civil se celebró en el palacio del Quirinal y la religiosa en la Basílica de Santa María de los Ángeles en Roma, contrajo matrimonio con el principe de Nápoles, Victor Manuel de Saboya (futuro rey Victor Manuel III de Italia), con quién tiene cinco hijos (Yolanda, Mafalda, Humberto, Juana y María de Saboya). Desde entonces recibiría rosas a su esposo todos los días de su vida y se apoyarían mutuamente en todos los asuntos, algo que despertaría la admiración de sus súbditos.
Para el evento se ideó un sello conmemorativo, conocido como la Nozze di Vittorio Emanuele III (Boda de Víctor Manuel III), pero nunca fue emitido, y solo se distribuyeron escasos ejemplares en forma de un ensayo.
Un miembro de la familia, la duquesa de Aosta, se burlaba de ella llamándola "la pastorcita".
Salía a hacer las compras y administraba las cuentas del palacio, cambiaba los pañales de sus hijos, y le preparaba la comida a su esposo como una ama de casa común y corriente.
En 1900 fue asesinado suegro, el rey Umberto de Italia.
Elena renunció a la ostentación cortesana, prefiriendo educar a sus hijos con total libertad en su propia casa.
El 1 de junio de 1901 en Roma, nace su hija, la princesa Yolanda de Saboya. Gran deportista, particularmente interesada en la natación y la equitación.
El 19 de noviembre de 1902 en Roma, nace su hija, la princesa Mafalda, quien moriría trágicamente en un campo de concentración nazi durante la II Guerra Mundial.
El 15 de septiembre de 1904 en el Castillo de Racconigi en Cuneo, Reino de Italia, nace su hijo, Nicola Tommaso Gennaro Maria di Savoia, príncipe di Piemonte, (futuro rey Humberto II de Italia), fue el último rey de Italia tras la abdicación de su padre Víctor Manuel III, por un período de 33 días, lo que le llevó a ser conocido como el Re di Maggio (Rey de mayo).
El 13 de noviembre de 1907 en Roma, Reino de Italia, nace su hija, la princesa Juana (futura y última reina o zarina consorte de Bulgaria).
En 1908 cuando la ciudad siciliana de Messina fue víctima de un severísimo terremoto, Elena no dudó un instante en trasladarse al lugar de la tragedia, ayudando a los heridos en el terreno, como una enfermera más. La dedicación con la que ayudó a las víctimas del terremoto, llegando a lavar cuerpos de cadáveres durante horas, remendar ropa usada y repartir alimentos para los pobres le hizo ganar apodos más adecuados que los que la hostil familia Saboya le había reservado.
El 26 de diciembre de 1914 en Roma, Reino de Italia, nace su hija, la princesa María Francisca.
Durante la I Guerra Mundial, se involucró en el auxilio de las víctimas del conflicto bélico, llegando a convertir el Palacio del Quirinal, el Palacio Real de facto, en un hospital, aportando el dinero para su funcionamiento de su propio patrimonio.
Después de la I Guerra Mundial, las relaciones entre Elena y su suegra Margarita quedaron irremediablemente rotas.
Se desvivió para que los veteranos de guerra y sus familias tuvieran una vida digna.
No simpatizaría con los fascistas italianos y se mantendría voluntariamente ajena a la política italiana desde la llegada de Benito Mussolini al poder. Elena se negó a referirse al dictador como "Duce", mientras que su suegra Margarita se mostraba fascinada con la personalidad y las ideas de Mussolini, a quien adulaba en público.
El 9 de abril de 1923 en el Palacio del Quirinal, en Roma, su hija la princesa Yolanda de Saboya se casó con Giorgio Calvi, conde de Bergolo.
El 19 de noviembre de 1923 su hijo el príncipe Humberto fue nombrado caballero de Insigne Orden del Toisón de Oro por el rey Alfonso XIII de España.1
El 23 de septiembre de 1925 en el Castillo de Racconigi en Turín, su hija la princesa Mafalda de Saboya, se casa con Felipe de Hesse-Kassel. Se dice que era bisexual.
En 1937 el Papa Pío XII le concedió la Rosa de Oro, condecoración máxima de la iglesia católica.
Elena se entregó para dar consuelo y ayuda a los hospitales; las esperanzas de la reina de que finalizara la contienda la llevaron a escribir una carta a todas las reinas de Europa en las que les ofrece ser intermediarias para detener las matanzas; Mussolini le prohibió avanzar en lo que pasaría a la historia como "la paz de las reinas".
El l 22 de septiembre de 1943 su hija Mafalda fue hecha prisionera y trasladada en avión a Alemania, donde le habían dicho que se encontraría con su marido Felipe de Hesse-Kassel. En Alemania, Mafalda fue acusada de traición y llevada al campo de concentración de Buchenwald, en Turingia, confinada en la barraca Nº 15, el "barracón de aislamiento", fuera del campo y oculto en medio del bosque.
El 24 de agosto de 1944 el campo de concentración de Buchenwald fue bombardeado por aviones aliados. Mafalda se refugió en una trinchera, resultó con heridas de gravedad, sobre todo una en el brazo a la altura del hombro, en la que el hueso le quedó expuesto. Fue enterrada en el Cementerio de Weimar, Fosa 262, como mujer desconocida.
Gasta el 11 de abril de 1945 Radio Londres informó sobre su muerte. Posteriormente, sus restos serían recuperados por la familia y trasladados a una sepultura definitiva.
El 9 de mayo de 1946 Víctor Manuel III tuvo que abdicar en favor de su hijo Humberto de Saboya. Renunció al título de rey de Albania, reclamado por su padre después de la invasión italiana de este país, pidiendo perdón personalmente al rey Zog I por la usurpación de su trono.
El 2 de junio de 1946 se celebró el plebiscito en el que, oficialmente por dos millones de votos, pero bajo sospecha por parte de sectores monárquicos de manipulación del resultado, los italianos optaron por la República como forma de estado. La Santa Sede estaba tan convencida del resultado fraudulento de la consulta que se negó a recibir a los presidentes de la República Italiana durante más de quince años.
Tras un referéndum en 1946 que convirtió a Italia en una República, los reyes Víctor Manuel y Elena se exiliarían en Egipto.
El 28 de diciembre de 1947 en Alejandría, Reino de Egipto, falleció su esposo Víctor Manuel III de Italia. Fue sepultado en la Capilla de San Bernardo del Santuario de Vicoforte.
En 1947 enferma de cáncer, afrontó la muerte de su esposo. Fue internada en un centro de tratamiento médico de Montpellier.
Hasta 1951 el gobierno soviético autorizó la exhumación de la princesa Mafalda de Saboya. Su viudo Felipe de Hesse-Kassel pudo trasladar sus retos al Mausoleo de los landgraves de Hesse, en el Castillo de Kronberg (Hesse), donde se encuentra desde entonces.
Sus últimos años de vida los pasó con estrecheces económicas y con el dolor constante del exilio.
Antes de su muerte, Elena pidió ser sepultada en una tumba común, sin ostentaciones. Siguiendo este deseo, setenta años después su nieta, María Gabriela de Saboya, llevó sus resto a Italia, sin pompas.
El domingo 17 de diciembre de 2017 sus restos fueron depositados en el Santuario de Vicoforte, después de casi seis décadas de sepultura en Francia. La República Italiana puso como condición que ningún monarca Saboya fuera sepultado en el Panteón Romano, un honor que aquellos que fueron cómplices de la locura fascista ciertamente no pueden merecer.
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