Simonetta Vespucci (1453-1478)

Simonetta Cattaneo conocida como Simonetta Vespucci "La bella Simonetta" nace en Portovenere o Fezzano el 28 de enero o 30 de marzo de 1453 y muere a causa de la tisis en la República de Florencia el 26 de abril de 1478; musa y modelo de los artistas del Renacimiento; por Sandro Botticelli la pinta en "El nacimiento de Venus", necesitando nueve años más para acabar su obra maestra en 1485; Piero di Cosimo realiza el retrato de Simonetta Vespucci en el que aparece como Cleopatra con un áspid alrededor de su cuello y "La Muerte de Procris".

Simonetta Vespucci por Sandro Botticelli.

Hija del noble genovés Gaspare Cattaneo Della Volta y de Cattocchia Spinola.  Miembro de una familia de comerciantes de Génova.

El lugar exacto de su nacimiento no se conoce.  Se cree que nació en Portovenere en Liguria, el lugar donde nació la diosa Venus.  El poeta Poliziano escribió que su casa estaba "en ese distrito Liguriano arriba de la costa, donde el furioso Neptuno golpea las rocas.  Ahí, como Venus, nació entre las olas".  Otra versión sugiere que los Cattaneo tuvieron que exiliarse de Génova por razones políticas para asentarse en Fezzano, donde tenían una villa.

Marco Vespucci llega Génova, donde entonces vivía la joven Simonetta, para estudiar en el Banco di San Giorgio, donde ejercía precisamente Gaspare Cattaneo, padre de Simonetta.  

En abril de 1469 Marco Vespucci vio por primera vez a Simonetta en la Iglesia de San Torpete y se enamoró de ella desde el primer momento. 

Marco Vespucci pidió la mano de Simonetta que fue dada gratamente por su padre.  

En 1469 en la Iglesia de San Torpete en Génova, contrajo matrimonio con el florentino Marco Vespucci (familiar del explorador florentino Américo Vespucio).   Al banquete de bodas asistió casi toda la sangre azul del norte de Italia e incluso del mismísimo Dux de Venecia, Cristoforo Moro, que estaba emparentado con la madre de la novia, Cattocchia Spinola.

Simonetta y Marco se trasladaron a Florencia para establecer allí su residencia. 

Su esposo Marco Vespucci, era vecino y amigo de Sandro Botticelli y cuando el pintor conoció a la joven, se enamoró instantáneamente de ella y la convirtió en su musa y modelo de multitud de sus cuadros.  

La belleza de Simonetta pronto se extendió por toda Florencia e incluso los hermanos Giuliano y Lorenzo de Médici, mecenas de Sandro Botticelli, intentaron conquistarla en numerosas ocasiones.  

En 1472 fue la modelo de los hermanos Ghirlandaio en el fresco de la Capilla Vespucci de la Iglesia de Todos los Santos, es la Madonna della Misericordia protegiendo a los miembros de la familia Vespucci, cerca del aún niño Américo Vespuccio.  

Quizá el amor de Lorenzo de Medici fue más ideal que real, representaba el poder de Florencia y estaba casado con la también bellísima Clarice Orsini por lo que su relación con Simonetta tuvo que ser mas fría y contenida.  

Quien sí la amó profundamente fue Giuliano Medici e hizo todo lo que estuvo en su mano para enamorarla y sin duda fue correspondido.  El momento culminante del amor entre Giuliano y Simonetta tuvo lugar con ocasión del torneo galante, la Giostra, organizado con motivo de la alianza de Florencia con las ciudades rivales de Venecia y Milán; el torneo fue organizado coincidiendo con el cumpleaños de Simonetta, para realzar y hacer público el amor entre los dos jóvenes.  

Giuliano Medici mandó pintar a Sandro Botticelli un estandarte con la imagen de Simonetta en el papel de Palas Atenea con el lema de "la sin par"; el trofeo era un yelmo encargado a Verrocchio y que supuesto ganó Giuliano quien inmediatamente se lo regaló a su amada.  El singular torneo fue cantado por el poeta Angelo Poliziano que dedicó sus "Stanze" a la pareja de amantes.  

Sandro Botticelli realiza "Venus y Marte", con Simonetta y Giuliano como protagonistas y el propio Botticelli.  

En 1475 durante la celebración de un torneo de justas, fue proclamada "Reina de la belleza", lo que hizo que su fama como la mujer más hermosa de Florencia se extendiera por toda Europa.  

Antonio del Pollaiolo realizó su bellísimo retrato de perfil.  

En 1475 Sandro Botticelli realiza un retrato idealizado de Simonetta como ninfa.

 

Entre 1476 y 1478 Sandro Botticelli realiza el retrato de Simonetta Vespucci.

Entre 1477 y 1478 Sandro Botticelli realiza "La primavera".  Simonetta Vespucci aparece retratada como Flora, diosa de las flores y los jardines, con traje floreado.

El cortejo fúnebre llevo a la Iglesia de Ognissanti el féretro descubierto de la niña-mujer, para que fuera admirada por última vez por la gente de Florencia y no parecía menos bella y graciosa que si estuviese viva.  

Sandro Botticlli no pudo soportar la pérdida de su amada, y vivió el resto de su vida obsesionado con su belleza, retratándola en muchas de sus obras.  Sandro Botticelli no volvería a tener un amor conocido y nunca contrajo matrimonio. 

Entre 1480 y 1490 Piero di Cosimo realizó su retrato, que es el único donde aparece el nombre de Simonetta Vespucci, en el que la joven aparece bajo la efigie de la reina Cleopatra, que, en una señal evidente de su temprana muerte, lleva el áspid enroscado en su cuello.  Así como la inscripción con el nombre de la modelo.  

Casi nueve años después de su muerte, Botticelli finalizó "El nacimiento de Venus", su mayor homenaje a Simonetta y cuadro que, con el paso de los siglos se convertiría en su obra más representativa.  Simonetta Vespucci es caracterizada como Venus en el episodio mitológico que cuenta cómo la diosa nació de una concha en Portovenere, Liguria, donde casualmente se atribuye también el nacimiento de Simonetta Vespucci.

En 1487 Sandro Botticelli realiza la Madonna della Melagrana o Virgen de la Granada.

Sandro Botticelli realiza su retrato como "Pallas (Atenea) dominando al Centauro".

Simonetta Vespucci aparece en el "Magnificat" de Sandro Botticelli.

Sandro Botticelli realiza "El Juicio de Moisés" en la Capilla Sixtina, donde aparece Simonetta Vespucci.

Después de su muerte, todas las mujeres que pintaría Sandro Botticelli, conservaron los rasgos de Simonetta, como se ve en los numerosos retratos que él pintó.  

En 1510 Sandro Botticelli antes de morir, pidió ser enterrado a los pies de su sepulcro en la Iglesia de Ognissanti (la iglesia de los Vespucci) en Florencia, a los pies de la tumba de Simonetta, en la Iglesia de Ognissanti, tal y como había expresado en su última voluntad; quizá fue la única forma que encontró para poder pasar la eternidad junto a la mujer más bella del Renacimiento.