Maria Amélia Augusta Eugênia Josefina Luísa Teodolinda Heloísa Francisca Xavier de Paula Gabriela Rafaela Gonzaga conocida como María Amalia de Braganza nace en París, Francia el 1 de diciembre de 1833 y muere en Funchal, Isla de Madeira, Portugal el 4 de febrero de 1853; Princesa de Brasil; el gran amor de Fernando Maximiliano de Habsburgo (futuro emperador de México).
Hija de Pedro de Brasil y Amelia de Beauharnais.
Nació en el mismo año en que su padre abdicó la corona en Brasil y se exilió en Francia. Su nacimiento era una razón para su padre reunir a todos los brasileños que viven en París, para presenciar el nacimiento de una princesa en el exilio.
En Brasil, los derechos dinásticos de María Amalia fueron objeto de disputas políticas, por haber nacido en el extranjero, después del exilio del emperador Pedro de Brasil. Lo que se resolvió, después de la ascensión de Pedro II de Brasil, medio hermano de María Amelia, que determinaron el reconocimiento del precedencias de la princesa María Amalia y su madre Amelia de Beauharnais por el Congreso.
Durante sus cuatro primeros años de vida, María Amelia vivió en París con su madre Amelia de Beauharnais, y dos de su medias hermanas, María da Gloria e Isabel Maria de Alcántara Brasileira, duquesa de Goiás (hija de la Marquesa de Santos, qué fue amante de Pedro I). Cuando su padre le quitó el trono de Portugal para la media hermana María da Gloria conocida como Maria II, María Amelia fue a vivir con su madre en el Palacio de Queluz en Lisboa.
El 24 de septiembre de 1834 en falleció de tuberculosis su padre Pedro I de Brasil y IV de Portugal.
Después de la muerte de su padre en 1834, vivió con su madre en el Palacio de las Ventanas Verdes en Lisboa.
Hablaba Portugués, Francés y Alemán con soltura.
En 1838 en una reunión familiar, conoció al archiduque Maximiliano de Habsburgo.
Nunca fue capaz de recuperarse por completo de la muerte de su padre algo que realmente la afectó.
A principios de 1852 el archiduque Maximiliano de Habsburgo (primo del emperador Pedro II), sirviendo en la marina Austriaca se detuvo en Portugal, y visitó a Amélie y a Maria Amélia. Se enamoraron instantáneamente. El compromiso nunca llegó a oficializarse debido a la muerte prematura de Maria Amalia.
El 31 de agosto de 1852 desembarcaron en Funchal, la capital de Madeira. Toda la ciudad la recibió alegremente, y una multitud siguió a la princesa María Amalia hacia su nuevo hogar.
A principios de 1853 María Amalia permanecía en cama y sabía que su muerte se acercaba. Pasando la media noche en las primeras horas del 4 de febrero de 1853 un sacerdote administró los últimos ritos. Falleció alrededor de las 4 a.m. a los 22 años.
Fue enterrada al lado de los de su padre en el Panteón Real de los Braganza (Iglesia de San Vicente de Fora).
El Emperador Pedro II de Brasil nunca conoció a su hermana María Amalia en persona, pero había formado un fuerte vínculo con ella a través de cartas. Escribió en su diario 7 años después de su muerte: "Escuché la misa de mi querida hermana Amélia a quién quería mucho y me siento mal por nunca haberla conocido en persona".
Su madre Amélie visitaba la tumba de su hija María Amalia cada 4 de Febrero hasta su propia muerte.
Su madre Amélie financió la construcción de un hospital en Fuchal llamado "Princesa D. Maria Amélia" en honor a su hija María Amalia. El hospital aún existe.
Su madre Amélie legó sus pertenencias en Bavaria al archiduque Maximiliano de Austria, "a quien hubiera querido tener como su yerno, si Dios hubiera conservado a su amada hija Maria Amélia".
Se dice que Maximiliano jamás pudo olvidarla y siempre usó un anillo con su rizo.
El archiduque Maximiliano de Austria quedó angustiado por el recuerdo de su prometida. En 1859 después de su casamiento con Carlota de Bélgica, visitaron los lugares conectados con Maria Amélia.
En 1982 sus restos morales son trasladados a la Cripta Imperial del Monumento a la Independencia en São Paulo, Brasil.
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