Constantino I nace en Tiro, Siria el 1 de enero de 664 y muere en Roma el 9 de abril de 715; Papa Nº 88 de la Iglesia católica (25 de marzo de 708 – 9 de abril de 715).
Hijo de Juan.
En 681 fue uno de los subdiáconos que participó en el Concilio de Constantinopla.
El 24 de marzo de 708 es consagrado Papa Nº 88 de la Iglesia católica.
La primera mitad de su pontificado estuvo marcada por una cruel hambruna en Roma; la segunda, por una extraordinaria abundancia.
En 709 proclamo a Félix como nuevo arzobispo de Rávena, pero este líder religioso se volvió en breve tiempo su enemigo y reclamo la autocefalia: negó el juramento de obediencia y las demás señales de sumisión, provocando de este modo una ruptura; Félix fue capturado y por su traición le sacaron los ojos y lo enviaron al destierro.
El emperador Justiniano II invitó a Constantino a viajar a la capital de Imperio y él aceptó: se trataba de negociar en torno a los cánones del Concilio Quinisexto conocido como Segundo Concilio Trullano y que había sido celebrado en Constantinopla en 692; su estancia duró aproximadamente un año (710-711) y constituyó un gran éxito para Constantino, que se hizo acompañar por un gran séquito.
Regresó a Roma, en donde hizo su entrada el 24 de octubre del 711, no fue placentero.
En 711 en una rebelión encabezada por Filípico Bardano quien tras tomar prisionero a Justiniano lo mandó ejecutar (4 de noviembre) y se autoproclamó emperador; el usurpador le envió al papa una confesión de fe con la pretensión de que éste le aceptara; es la primera vez que un emperador buscaba la confirmación papal a su nombramiento, pero al ser Bardano un convencido seguidor del monotelismo el Papa se negó a confirmarlo como emperador, volviendo a tensarse las relaciones entre Roma y Constantinopla.
Ante la ruptura Papa-Emperador las calles de Roma se convirtieron en escenario de sangrientas luchas entre los que rechazaban a Bardanes y los soldados que trataban de imponer su reconocimiento; Constantino ordenó a sus clérigos que salieran en procesión, con cruces y libros sagrados, invitando a todos a deponer las armas.
Filipico Bardanes falleció y el nuevo emperador, Anastasio II, envió una confesión de fe plenamente ortodoxa, rechazando los cánones surgidos del Concilio Quinisexto y aceptando las decisiones del Tercer Concilio de Constantinopla.
Fue enterrado en la Basílica de San Pedro.
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