Sofía Bassi

Sofía Celorio Mendoza conocida como Sofía Bassi nace en Camerino Z. Mendoza, Ver., el 13 de julio de 1913 y muere a causa de un infarto al miocardio en Ciudad de México el 11 de septiembre de 1998; pintora y escritora; famosa artista surrealista; su vida fue tan azarosa como su obra.

Hija del español José Celorio Ruiz y de la mexicana Adela Mendoza.  Hermana del inventor Fausto Celorio Mendoza, creador de la máquina de tortillas.  

Nació en Ciudad Camerino Z. Mendoza, un pueblo nombrado así en honor de su tío, quien participó en la Revolución Mexicana.​  

Estudió filosofía en la UNAM, pero abandonó la carrera.  

En 1964 aprendió por sí sola a pintar.  

Se casa con Hadelin Diericx, con quien tiene dos hijos (Hadelin y Claire Diericx).  Su primer matrimonio fue cuando era muy joven.

Se divorció de Hadelin Dierics.

Se casa con Gianfranco Bassi, con quien tiene a su tercer hijo, Franco Bassi.  Cambió su nombre para fines artísticos.   

Su hija Claire fue educada para casarse con un noble italiano, el conde Césare d'Acquarone, mucho mayor que ella.  El padre del conde, Pietro D’Acquarone llegó a ser ministro del rey Victor Manuel III y consejero de la casa de Saboya.  En 1943 Pietro D’Acquarone fue el encargado de dar orden de aprehensión contra Benito Mussolini.   

En 1966 publicó una novela titulada El color del aire, seguida de El hombre leyenda; Prohibido pronunciar su nombre.  

El 4 de enero de 1968 apareció flotando en la alberca, el conde D'Acquarone, con 5 tiros en el cuerpo.  Sofía se entregó y según su libro, dice que el conde quería enseñarla a disparar, ella entró por el arma y que cuando se la mostraba se disparó.  

La madre del conde, la duquesa Magdalena D’Acquarone, ordenó repatriar el cuerpo de su hijo a Italia para que fuera enterrado en la cripta familiar, y se negó rotundamente a que el cadáver fuera incinerado.  Porque no confiaba en el aparato de justicia mexicano.  

Según las pruebas de radizonato o parafina, ella había disparado el arma, no Claire como se llegó a creer.  Algunas versiones informaban que fue Claire quien mató a su esposo y que al enterarse, Sofía Bassi decidió asumir la responsabilidad total.  El crimen fue catalogado como imprudencial.

Su hija Claire perdería tanto el título nobiliario (importante para ellas) y la cuantiosa fortuna.  Todo estaba encaminado para que el crimen del noble italiano quedara impune.  

Sofía con su primer esposo Hadelin Diericx habían decidido sacarla del país a su hija Claire, y llevarla a EEUU.

Los jueces le dieron once años de condena, pero solo cumplió cinco años.  Esto, debido a la presión que varios de sus amigos artistas y medios de comunicación ejercieron hacia los jueces.  

Se dice que fue alojada en la enfermería de la cárcel y nunca estuvo en los pabellones comunes.  

Se desconoce y es un secreto que tanto la madre como la hija se llevaron a la tumba.  

Pocos años después, Claire intentó suicidarse tomando una gran cantidad de somníferos.  Se dice que dejó una nota en la que confesaba su crimen, pero la carta desapareció misteriosamente.  Nadie pudo probar la existencia de la misiva.  La joven fue rescatada a tiempo, sin embargo, quedó ciega de por vida.  

Durante esos largos años se dedicó a su obra y se dice que fue cuando más fructífera se volvió su carrera.  

En 1970 en una pared de su celda, sus solidarios amigos, los artistas, José Luis Cuevas, Alberto Gironella, Rafael Coronel y Francisco Corzas, junto con Sofia, pintaron el mural que llamaron:  "La Justicia".  En un inicio fue un símbolo de protesta.  Esas generosas actitudes a su persona, de los que creyeron que  no era una asesina, más el convencimiento público de gente anónima que enviaba cartas para que la indultaran, hizo que la libertad llegara a los cinco años de cautiverio en abril de 1972.

Además de dedicarse a las artes plásticas, también incursionó en la escritura, destacó principalmente por ser de la corriente del surrealismo.    

En 1974 su vida y 70 de sus mejores obras se incluyeron en el libro Los continentes del sueño, escrito por Salvador Elizondo y publicado en cinco idiomas.   

En 1974 realiza La Lagrima del Mundo.

En 1978 publicó Alfolí, un libro de historias cortas escritas con la poeta Bertha Rosalía González Aragón.  

Trabajó como miembro del World Human Rights Committee, en Nueva York.  

En 1985 realiza "La Paz esta aquí".

En 1986 realiza Palomas de la Paz.

En 1991 recibió una medalla de parte del gobierno mexicano por su trabajo con personas mayores.  

Doce años antes de su muerte, diseñó y pintó en fibra de vidrio Sarcófago de huevo, que se utilizó para su funeral.  

Sus restos se cremaron en el Panteón Español y se depositaron en la Capilla de la Paz, en Acapulco, debajo de una cruz, diseñada por el arquitecto Ricardo Legorreta.  

Dejó dos novelas sin publicar, después de su muerte.  

La hipótesis que ha prevalecido estas cinco décadas señala que el hombre de 53 años abusó sexualmente del hermano menor de Claire y por esto lo mató.   Cuando su madre Sofía descubrió el crimen, decidió inculparse ella misma.